16

59 5 10
                                    

14 de febrero, una fecha que muchas parejas usan para declararse amor, para tener citas o pasar el tiempo juntas, ese día el quinteto se encontraba mirando por una ventana la sala de interrogatorios, en su interior había un oficial de policía sentado frente a Stotch, este último se mantenía esposado a una barra metálica anclada a la mesa, de esa forma se aseguraban que no ocultara nada entre sus manos y sus movimientos fueran limitados, junto al uniformado, y por petición de los chicos estaba el ex profesor de Wendy, que había aceptado escuchar al menor para aclarar sus dudas en persona, después de todo, un caso de TID no era nada común, aún más, si se trataba de un asesino serial.

- Leopold Stotch, soy el oficial Williams y este hombre a mi lado es el doctor Joshua Smith, por petición de tus amigos se le concedió el permiso de presenciar el interrogatorio y así realizar una evaluación de tu estado de salud.

El hombre mencionado, de pelo ya canoso saludo con voz amable al muchacho y del interior de su bolso extrajo una grabadora, la encendió y dejó sobre la mesa.

- Espero no te moleste, es para consultar dudas en caso que haga falta.

- No hay problema Doctor.

Leopold miró sus manos y jugueteó con los dedos, aún estaba con el dolor palpitante de la herida de bala en su hombro, y estar con las manos esposadas sobre la mesa no resultaba cómodo, además de ello estaba cansado pues había dormido fatal y estaban esas lagunas mentales, su ultimo recuerdo tenía que ver con Kenny, con su rostro furioso y el golpe que le dio, luego no había nada más hasta que despertó en el hospital y se encontró custodiado por dos oficiales, no podía tener visitas por lo que no sabía nada del resto ni de lo que ocurría hasta que un fiscal le puso al tanto de las acusaciones.

- Muy bien, vamos a comenzar – dijo el oficial revisando su expediente, uno completamente en blanco, luego revisó una segunda carpeta, con todo el historial de las víctimas, las circunstancias de su muerte, fotos de cada uno y los objetos que portaban en aquel momento, incluidas las tarjetas. – ¿Realmente un chico como tú, que jamás ha roto la ley puede cometer estos actos tan repudiables? – el semblante del hombre se endureció y le acomodó todas las fotografías sobre la mesa – ¿Cuáles fueron tus motivos para acabar con estas personas?

- Yo no hice nada de eso señor oficial, están confundidos, si les pregunta a mis amigos ellos... – sus palabras se vieron interrumpidas por el hombre que golpeó la mesa con la palma.

- Ellos fueron los que te entregaron como el autor de los crímenes, ¡no es necesario que finjas no saber nada Stotch! – el hombre alzó la voz y Leopold cerró los ojos con fuerza, comenzaba a sentir miedo. Ninguno de los muchachos había intentado contactarse con él, ni siquiera Kenny, eso le dolía.

- Mira esas fotografías, mira sus rostros, ¿qué te hicieron para que acabaras con sus vidas tan jóvenes? Vamos, confiesa, Eric Cartman ya declaró, dijo que tú fuiste quien mató al chico en el callejón, no tienes escapatoria.

El hombre acercó una copia de la declaración del castaño a Stotch, este ojeó la hoja y distinguió la firma al final. El oficial iba a retirar el trozo de papel, pero la mano esposada retuvo la hoja cerca.

- ¿Eric ya despertó? Oh, estoy tan aliviada, no sabe lo preocupada que estaba por él, por un momento pensé que ese idiota le quitaría la vida, ¿sabe lo difícil que fue ponerlo a salvo?, realmente lo odia – dijo en tono suave y esbozando una sonrisa.

El oficial miró confundido al psiquiatra a su lado y este le indicó que continuara con la charla mientras él tomaba apuntes.

Del otro lado del espejo en la sala contigua a la de interrogatorios los presentes escuchaban cada cosa que charlaban y al ver el cambio de actitud del chico se miraron confundidos.

13 HorsesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora