EINAR (*1 Vikingos)

CAPÍTULO 13

Comenzamos a caminar, rumbo a la casa de Einar. Aunque con semejante oscuridad, me encontraba algo pérdida.

Me alarme, cuando sentí como unas manos se adueñaban de mi cintura. Y como mi cuerpo, se pegaba a otro mucho más fuerte.

Intenté deshacerme de su contacto, pero él, me lo impidió.

-Está oscuro,es mejor que vayas cerca de mi- susurró, en mi oído.

-No soporto tú olor a cavernícola- murmure, apretando los dientes.

La melodía de su sonrisa, llegó hasta mis oídos, y cuando pensé que me iba a soltar. Su agarré se volvió más fuerte.

Para mí suerte, su cercanía no duro demasiado, debido a que cuando menos lo esperaba, estábamos adentrandonos a su casa. Inmediatamente, me solté de su agarré.

-buenas noches- dije, dirigiendome a la habitación.

Estaba cansada. Pero también quería huir de él.

Cosa que no sucedió.

De un sólo movimiento, me tomó de la muñeca, obligándome a que lo enfrentará.

-No tan rápido,cariño- negó.

Me acercó a su cuerpo,pero yo me aparte.

¿qué hace?.

Me soltó, se fue por unos instantes dejándome más confundida que antes. Pero antes de que pueda regresar con mi recorrido, volvió.

Observe, que sostenía un frasco entre sus manos. Llamando mi curiosidad.

¿y eso?.

-sientate- ordenó, señalando un lugar detrás de mi.

No opuse resistencia.

Tomé asiento, mientras que él se acercó y comenzó a levantar mi falda.

-¿¡que haces!?- solté, espantada. Y alejandome un poco.

-Estas lastimada, y voy a curarte- me miró a los ojos.

¿Cómo es que sabe que....?

-Dame el frasco. Soy lo suficientemente capaz de curarme sola- entire mi mano. Esperando recibir el frasco.

Pero no.

Sino que,intentó levantarme la falta de nuevo,pero yo se lo impedí.

Soltó un suspiro, de cansancio.

-¡no seas testaruda!- se enojó- Solo te voy a curar- agregó.

Y probó una vez más. Me levantó la falda, dejando al descubierto mis piernas lastimadas, vi que su respiración comenzó a acelerarse, y le temblaba la mano. Abrió el frasco, comenzando a acariciar mi pierna con esa pasta pegajosa.

No se si fue el efecto de la pasta, pero un cosquilleo recorrió todo mi cuerpo. Era un cosquilleo agradable. De esos que te ponen la piel de gallina.

Pude sentir cada caricia, que sus dedos le daban a mi piel, al ser curada.

Mi respiración se aceleró.

Los latidos de mi corazón se intensificaron, por alguna extraña razón.

Cuando terminó con una de mis piernas,comenzó a acariciarme la otra pierna.

Dios,¿Qué es lo que me estaba pasando?. Sentí que mis emociones estaban a punto de explotar, mis sentidos me fallaban. Mis manos me temblaban.

Sin poder evitarlo, observe su rostro. Su atractivo rostro. El cuál, se encontraba concentrado.

Sonrei. Al verlo tan concentrado en lo que estaba haciendo.