CAPÍTULO 14

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Einar

Estaba reunido con el padre de Astrid, mi padre y Astrid. Ya que,habían decidido presenciar la dicha fiesta del fogón.

Esta tarde, llegué a mi casa con el objetivo de cambiarme de ropa, pero no encontré a la Gatita, tenía tantas ganas de verla.Quería,aunque sea,pelear con ella.

Todo esto de Astrid,no me esta gustando nada. Ella es muy bonita y todo,pero no SIENTO nada por ella.

Absolutamente, nada.

-¿Einar?- la voz de mi padre, me trajo de nuevo a la realidad.

-¿si?- Alce la vista, encontrandome con su sería mirada.

-El señor, nos está comentando que conoce un excelente lugar para pescar- aseguró, mi padre.

Dirigí mi mirada al padre de Astrid, sonriendole.

-Excelente- murmure. No tan feliz.

No me interesaba la pesca.

No me interesaba mi compromiso con Astrid.

Sólo había una cosa que deseaba. Pero debía sacar ese deseo de mi.

El señor seguío hablando con mi padre,sobre asuntos de negocios y esas cosas. Aburriendo cada vez más. Bebí un trago, buscando con la mirada a mi hermano Daven. No entiendo porque tarda bastante.

De pronto, detuve mi mirada en una persona.

En esa persona.

El corazón se me detuvo.

El tiempo se detuvo.

Allí estaba,mi Gatita. En compañía de axe.

Estaba increíblemente hermosa,¿hermosa?. No,¡Bella!.Con ese vestido verde y el pelo de esa manera,parecía toda una vikinga. ¡Y que vikinga!.

Senti deseos. Y que deseos.

Quería acercarme, y raptarla de esté lugar.

Pero me vi obligado a desviar la mirada, debido a los llamados de mi padre. Lo miré, con una mueca de disgusto.

Gisele

Estaba hablando con Axe cuando vi a Einar. Se encontraba en compañía de esa joven, mientras intercambiaba palabras con esas personas. Parecía que estaba disfrutando de su compañía.

-De seguro que ni me vio- pensé

¿Y qué si no te ve?. Es mejor.

-oye,¿quieres ir a comer?- me preguntó, Axe. Obligándome a volver a la realidad.

-si- acepté.

Me tomó de la mano y me llevó a una mesa donde cada persona podía sacar lo que le deseará comer. Sin saber que escoger, entre tanta comida sabrosa, tan sólo opté por una porción de carne.

Como aquí, se comía con las manos, no tuve más remedio que seguir la tradición, dejando de lado todos los modales que había aprendido desde pequeña.

-¿está delicioso no?- sonrió, Axe.

-Si, realmente delicioso- le devolví la sonrisa.

En este momento,se nos acercó un hombre mayor, y lo reconocí de inmediato. Es el mismo hombre que se encontraba hablando con el grupo de Einar.

-buenas noches- nos saludó. Con una gran sonrisa.

-¡¡hola!!- soltó, el niño con una gran sonrisa que me decía que lo conocía.

EINAR (*1 Vikingos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora