CAPÍTULO 15

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Einar

Busque a la Gatita con la mirada pero no la vi.

¿Donde diablos se había metido?.

Astrid no paraba de tomarme el brazo, por un momento pensé que me iba a cortar la circulación.

Recorrí con mi mirada toda la fiesta, en su búsqueda. Observé que Hans se encontraba sólo. Así que con ese idiota no estaba.

Axe, también se encontraba sólo.

¿Dónde se metió?.

-¿buscas a alguien,cariño?- me preguntó, Astrid. Llamando mi atención.

¿Cariño?.

Esa palabra me produjo un escalofrío.

-No,no,no- metí.

-Estoy algo cansada- bostezo -¿me acompañas a la casa donde me quedare unos días?- pidió.

-¿casa?-Apreté mi ceño. Confundido.

-Si,tú padre nos hospedó a mi y a mi padre en una casa muy bonita,me quedare unos días más- soltó, muy feliz.

-estupendo- mentí. Fingiendo una sonrisa.

Nos despedimos de nuestros respectivos padres, alejándonos de la fiesta.

Ahora comprendi, que mi padre se estaba tomando muy en serio esto de casarme con esa mujer. Ya que el mismo, se encargó de prepararle una casa.

Al llegar, me detuve en frente de la acogedora casa.

-Muchas gracias Einar, eres un hombre muy agradable- sonrió, soltando mi brazo.

Y me beso.

Sus labios se movieron sobre los mios, pero no sentí nada.

Fue un beso frío y sin sentimientos.

Mis labios, respondieron a los suyos. Sólo por el echo de ser mi prometida.

Se alejó, me sonrió. Para finalmente, ingresar a esa casa.

Me quedé allí, de pié. Sin saber que hacer.

No entendía que me sucedía. Antes, hubiera correspondido a su beso. Habría ingresado a su casa, y permanecido allí hasta el amanecer. ¿Qué me pasa? ¿Acaso estoy enfermo?.

Caminé hasta llegar a mi casa.

Me fui desvistiendo, hasta entrar a mi habitación.

Una sonrisa se adueñó de mis labios, al encontrarla dormida.

¡Aquí estas gatita!.

Gisele

Sentí cómo unas manos jalaban de mi. Obligándome a abrir los ojos,rápidamente.

El miedo y el pánico se adueñaron de mi, pero al encontrar el rostro sonriente de Einar, todo paso. Por un momento creí, que un loco suelto se había metido a esta casa.

-¿Qué haces?- murmure, molesta.

Me alzo y me depósito sobre su cama.Intenté volver a la mía pero se acostó y me apretó contra su torso. Dejándome, de espalda a él y apretada.

El calor que emanaba su cuerpo, comenzó a filtrarse por las finas telas de mi ropa. Provocándome un extraño pero agradable cosquilleo.

Provocando, que mi respiración de vuelva irregular.

Sus manos,rodearon mi cintura.

-¿Qué haces,Einar?- Pregunté, notando que era la primera vez que lo llamaba por su nombre.

EINAR (*1 Vikingos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora