Cap 35 "Rey y Reina"

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No puede ser. Cabello rubio. Él se quitó su antifaz dejándome ver a....¡Tony!

"Esto debe ser una maldita broma" pensé atónita.

"Lamento decirte idiota que no lo es" me dijo la perra mental sentada frente a mi muy tranquila.

Esto.....el.... ¡Mierda! ¿Como coños no me mi cuenta? Usaba lentes de contacto el muy muto asqueroso. ¡Unos jodidos lentes de contacto! ¿Pero por qué hizo eso? ¿Era otra maldita apuesta? Si llegaba a ser eso, le patearía el culo a ambos...sin pensarlo 2 veces. Pero, descarté esa idea, ya que por la cara de asombro y enojo de Caleb, me daba otra impresion. Así que eso no debía ser, pero entonces... ¿por qué?

-¿Por que hicistes todo eso Tony?- le dije amenazante. Mas vale que su "excusa sea buena, porque sino, su cara parecería el trasero de un mono. Lo juro.

-Quería un beso tuyo- dijo encogiendose de hombros- siempre éramos interrumpidos por el "zorro" y ya que te e visto algo mas aislada de mi, tenía que al menos obtener un beso. Eras como un reto, ya obtuve lo que quería y ahora me puedo ir feliz- sonrió divertido y con un brillo malicioso en los ojos.

Narra Caleb:

Mi sangre hervía. Si me cortaban, nada saldría de mi brazo. Pensar que todo este jodido tiempo el maldito de Tony solo vio a MI Dana como un jodido reto. Ella era mas que eso, era todo para mi. El gastando su tiempo con ella mientras que yo sufriendo por no ser él, y el no sabía valorar lo que tenía en sus narices. Aunque así era mejor, no tenía competencia y ella seria toda mía.

Iba a lanzarme para partirle la cara, pero mi hermosa chica se adelantó. Aunque era una idea bastante buena dejar que ella lo dejara muerto en el piso, era mejor que la separara de ese gusano. Llamaría la atención y luego tendríamos que salir de la fiesta, cosa que aun no pensaba hacer. Antes de que Dana alcanzara la garganta de el imbécil, la agarré por la cintura y me la puse en el hombro para llevarla afuera y trabquilizarla. Me gustaría decir que se quedó tranquila, pero fue todo lo contrario. Sus puños chocaban con mi espalda (algunos dolían, algunos), gritaba y pataleaba para que la bajara y le fuese a romper la cara al hijo de....fruta de Tony. Le dije que no y le dí un golpe en su nalga, recibiendo un pellizco bastante doloroso en la espalda. Al salir, el aire fresco golpeo mi rostro y sentí a Dana temblar. La bajé y le coloqué mi capa para que no tuviese tanto frío.

-Debe morir- murmuró Dana con mucha ira.

Traté con todas mis fuerzas de no sonreír, pero me fue imposible.

-¡¿¡¿Y TU DE QUE TE RIES MALDITO ENGENDRO DE MIERDA?!?!- me gritó enojada. ¿Como no amar a una chica asi? Imposible, definitivamente imposible.

-Solo sonreí cariño- le dije y traté de abrazarla pero ella dió un paso hacia atrás chocando con la pared.

"Justo donde te quería Salvajita" pensé para mis adentros. Si lo decía en voz alta, lo mas probable es que me hubiera quedado sin aparato...

-Caleb ni se te ocu...- la callé uniendo nuestros labios en un dulce y lento beso. Puse mis manos en sus suaves mejillas y ella enredó las suyas en mi cabello, cosa que me encantaba. Mis manos viajaban por toda su figura, hasta que se posaron en sus caderas impidiendo que se moviera. Nos separamos por falta de aire y sonreímos. ella estaba demasiado sonrijada, y eso me encantaba. Por tal razon, besé ambas mejillas haciendo (si es que podía) tener mucho mas color. Se veía adorable y sexy a la vez.

-¿Estas mas tranquila, capitana?- le pregunté divertido.

-Si se puede decir que sentir tus mejillas a punto de explotar y tener un zoológico en tu barriga es estar tranquila, entonces lo estoy- sonrió y luego me miró aterrada. Se dió cuenta de sus palabras tarde. Muy tarde.

El "Salvaje" de mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora