Capítulo 11

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No podía dejar de pensar en lo que había hecho, lo que había dicho.

Se sentía muy mal, evidentemente aquello no era cierto.

Quería disculparse pero sabía que Harry estaba muy molesto.

¿Cómo le diría que llamó a su mejor amigo, revelándole su ubicación y pidiendo que le rescataran?

Sin duda se llevaría su merecida.

Al levantarse sintió un leve dolor en su estómago, era la segunda vez que este sangraba, si seguía así no se recuperaría nunca.

Caminó hasta la enorme ventana, vio el cielo naranja y disfrutó de este, bajo la mirada y de encontró con dos hombres vestidos de negro con armas, si no se equivoca son metralletas en sus manos, caminaban en dirección contraria.

Se estremeció.

Se acercó tímidamente a la puerta y empujó de esta.

Para su sorpresa se abrió.

Pero su felicidad duró muy poco ya que detrás de esta habían dos hombres vestidos de negro con metralletas.

Cerró inmediatamente.

Caminó de vuelta a su cama y se introdujo en ella, recordó el libro que había escondido y lo busco debajo de las almohadas, allí estaba.

Sonrió tomándolo.

Lo abrió apreciando su textura con las yemas de dedos, fría y muy lisa.

Al encontrar en donde había quedado decidió continuar.

Un poco de lectura lo distraería de los problemas, lo olvidaría por un rato, al menos, eso era algo.

Y así fue, las horas pasaron sin siquiera notarlo, era un sueño, pero muy dentro suyo sabía que siempre iba a despertar.

El sonido de la puerta abriéndose le pegó un gran susto, no le dio tiempo de guardar el libro.

La suerte estaba de su lado, era el doctor.

—Hola Louis, ¿Como estas?

—Mejor —forzó una sonrisa.

El hombre asintió.

—¿Has estado despierto mucho tiempo?

—Sí, no tenía sueño.

—Tu suero acabó, eso quiere decir que han pasado cuatro horas y no has descansado.

Louis suspiró.

—Bien, no te pondré otra bolsa, esperaremos hasta mañana. Ahora debes descansar.

—Esta bien, descansaré doctor—dijo agotado.

—Soy George, perdoname por no habertelo dicho antes, siempre que nos encontramos son en casos de urgencia y no puedo presentarme.

—Un gusto George y perdoname por no poder darte una conversación normal —rie.

Hizo un ademán para quitarle importancia y sonrió.

—¿Qué lees?

—Umm, bueno se llama El Nombre del Viento, esta bastante bueno, lo encontré en la gaveta —señaló la mesita de noche.

—Ya veo... Oye, quiero preguntarte algo, quedará entre nosotros ¿Esta bien?

Louis asintió.

—¿Como fue que llegaste hasta aquí?

—Él me secuestro —susurró.

—¿Tu familia o tu deben algo?

—No debemos nada o al menos nunca me dijeron algo al respecto.

KIDNAPPED [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora