KIDNAPPED [Larry Stylinson]

Capítulo 21

—¡El hombre que se suponía que era mi héroe me violó! —rompió en llanto nuevamente —. Ese maldito destruyó mi vida cuando tan solo tenía siete años, yo no comprendía lo que hacía pero dolía, dolía mucho.

Louis se llevó las manos a la boca, era imposible detener las malditas lágrimas que salían de sus ojos.

—La tortura continuaba a diario, tenía miedo, mucho miedo de que ese hombre llegara a casa, porque sabía que ocurriría después —su voz era tosca—. ¡Nueve años! ¡Nueve malditos años sufrí con ese hijo de puta! —grito— fue a los dieciséis que decidí acabar con eso, conseguí un arma y una tarde logré escapar de ese asqueroso lugar, luego de deambular por distintos lugares, conocí a Zayn y él me salvó.

—Harry... No tenía ni idea, bebé no... —su voz era un desastre.

—Todo lo que hizo sigue presente... ¡Cierro mis ojos y veo su asquerosa sonrisa! ¡Me atormenta! ¡Estoy harto de esto! No puedo más.

—Harry, amor, por favor, se fuerte, no soy quien para decirte eso pero no permitas que gane, él no merece tus lágrimas, ese bastardo no merece si quiera que le pienses.

Bebé vamos a superar esto, no sufrirás más, todo el dolor desaparecerá y no habrá mas tortura, lo prometo.

—¿Cómo estas tan seguro? ¿Cómo me salvarás? —trataba de controlar su desesperación.

—Tengo la seguridad de prometertelo, porque el amor siempre gana.

(...)

—¿Harry realmente quieres hacer esto?

—¡Quiero, pero es complicado Louis!

—Shh shh, solamente libera tu mente, mira mis ojos, mira mis intenciones, no quiero hacerte daño, solo respira.

Debemos intentarlo... ¿Quiere aprender a superar todo lo que pasó?

—¡Maldición, claro que sí! Eso es lo que más deseo.

—Entonces solo cierra tus ojos, soy yo, soy quien te ama y quien quiere ayudarte.

Sabes, esto también es difícil para mi, nunca lo he hecho, imagina lo nervioso que estoy...

Harry negó con la cabeza, sus ojos cerrados fuertemente, envitando que las lágrimas recorrieran sus mejillas.

Louis al ver esto se apartó, tal vez no era la mejor manera, no quería empeorar las cosas.

Una mano no sujetó del brazo impidiendo que se alejara.

—Hazlo...

—Pero Harry... Podría empeorar las cosas, no estas bien.

—Entonces has que mejore, ayudame...

Louis recordó su primera vez con el rizado, recordó que las palabras que se dijeron eran parecidas, solo que en diferentes posiciones.

Louis volvió a su lugar y comenzó a frotarse contra el mayor.

Sus cuerpos desnudos bajo las sabanas, Louis sobre Harry repartiendo besos en todo su abdomen mientras subía lentamente hacia el cuello.

Harry se mantenía tenso, pero no se podía negar que de vez en cuando pequeños suspiros salían de sus carnosos labios.

Louis los tomó con los suyos y compartieron saliva mientras sus lenguas peleaban por tomar el control.

Luego de unos minutos entre besos y jadeos toda la tensión se perdió y ahora el rizado también participaba en la fricción de caderas y caricias.

Pronto subió sus piernas y las colocó a los lados de las caderas de Louis.

El menor aprovechó la señal de aprobación y se llevó los dedos a la boca, lamiéndolos.

Miró los ojos del rizado en busca de alguna señal negativa, pero al contrario, lo invitaban a proseguir.

Llevó sus dedos a la entrada de Harry y comenzó a acariciar la zona delicadamente, el rizado tuvo varios espasmos pero nunca le hizo saber que se detuviera.

Louis subió buscando la boca del rizado y al encontrarla la besó sin separarse en ningún momento, cuando el mayor se relajó Louis introdujo uno de los dedos el cual fue aceptado por Harry luego de un jadeo.

A partir de ese momento todo fue más fácil, Harry comenzaba a soltarse, comenzaba a confiar.

Ahora eran tres de sus dedos los cuales trabajaban la zona y el rizado lo disfrutaba plenamente.

Profundos jadeos eran ahogados por las bocas contrarias, la necesidad en el aire podía sentirse.

—Vamos Lou —jadeó.

Louis se acomodó entre las piernas de Harry y poco a poco comenzó a adentrarse, el rizado arqueó la espalda y apretó las sabanas.

Sin duda la sensación era distinta, todo era diferente.

Louis esperó a que Harry se acostumbrara, su pecho subía y bajaba, realmente eso era nuevo para él, nuevo para ambos.

—S-sigue —susurró para luego tomar los labios de Louis.

El movimiento comenzó lento y muy suave, delicado, ya no había absolutamente nada de tensión, ambos estaban seguros y no había razón para preocuparse.

Louis aumentó el ritmo y gemidos roncos comenzaron a salir de los labios de Harry, esa fue suficiente señal para dejarse llevar y que a partir de allí las cosas se dieran por si solas.

La habitación ardía al igual que sus cuerpos, jadeos y gemidos, gloriosos sonidos pecaminosos.

El interior del rizado se apretó al llegar a tan ansiado orgasmo, provocando que Louis llegara segundos después.

Ahora ambos se encontraban muy quietos, recuperando el aliento, asimilando la situación.

Louis salió del interior del mayor en cuanto pudo sostenerse.

—Gracias bebé...

—No hay nada que agradecer, ambos lo disfrutamos, ten por seguro que ha sido la mejor sensación de mi vi.. —fue interrumpido por los labios del rizado.

—Y tú ten por seguro que también a sido la mejor para mí —dijo sobre los labios del menor— pero, sigo siendo yo el activo en la relación —rió.

Louis rió y se acostó al lado de Harry, el cuál lo atrajo a su cuerpo y lo sostuvo fuertemente.

Louis sabía que eso no acabaría allí, un tema como ese no era fácil de superar, pero también sabía que había sido de ayuda, le había dado un momento muy especial a Harry y Harry a él.

Avanzarían poco a poco, eso era seguro.

(...)

—Lo asesinarás... Si pierdes la oportunidad sufrirás las consecuencias.

¿Entendido?

—Sí padre.

(...)