KIDNAPPED [Larry Stylinson]

Capítulo 15

Louis sonrió y como si se tratara de espejos Harry imitó la acción.

—Ese ángel es estúpido, aún teniendo toda la gloria del cielo a sus pies, baja porque es allí donde realmente la gloria llega hasta él, sucumbiendolo en el pecado, manchando su alma.

—Lástima, porque ese ángel ahora le pertenece al demonio, el cielo a perdido a su joya y el infierno arde al saber que ahora le pertenece. Sabía que se mancharía y aún así obedeció a su corazón.

—Oh estúpido e ingenuo ángel, renunció a todo creyendo que el demonio cambiaría.

—Recuerda que ese demonio una vez fue un ángel y que por ese ángel, él, apagaría el mismo infierno.

Los dos chicos se miraban, la intensidad en los ojos del rizado hechizaba a Louis, pero se mantenía tranquilo, porque de alguna manera se sentía bien, se sentía a salvo.

Solo el cielo y el infierno son testigos de ese extraño amor, tal vez el ángel acabaría quemado o el demonio ablandaría aquel corazón de piedra.

—¿El demonio sabe amar?

—Lo a olvidado, pero su ángel le ayudará a recordarlo.

Louis sonrió, levantó su cabeza y besó los labios de Harry, pronto le siguió el beso, un beso lento, profundo, un beso de amor.

Un beso que expresaba miles de sentimientos las cuales no podían transmitirse en palabras.

Louis pasó su mano por la nuca del rizado acariciando esos hermosos rizos, bajó por sus hombros para volver a subir esta vez por el pecho del chico.

De pronto Harry se alejó, dejando muy confundido a Louis.

—¿Sucede algo? —preguntó en un susurro.

—Debo irme —dijo levantándose rápidamente.

Harry salió de la habitación y Louis quedó extremadamente confundido como para moverse.

Sentado en la cama, observando la puerta, buscando en sus pensamientos una idea de lo que haya hecho que Harry reaccionara de esa manera.

“—Ves estas espinas, no debes tocarlas, pueden lastimarte y al mismo tiempo lastimarla a ella.

—Es su manera de protegerse, así nadie le roba su luz”

Tal vez a aquél que una vez fue un ángel le robaron su luz.

(...)

Harry salió muy agitado, buscó el balcón principal, al llegar a este se sostuvo fuertemente de la baranda tratando de recuperar su estabilidad.

Lágrimas bajaban por sus mejillas sin siquiera darse cuenta.

Ese hijo se puta le había cagado su vida.

Pensaba que la herida ya había sanado, pero estaba terriblemente equivocado.

Maldijo en su interior, llevaba mucho tiempo sin tener esas reacciones.

¿Por qué ahora?

¿Por qué en el mejor momento de su vida?

Su mente era un maldito lío, uno que crecía y que viajaba por cada rincón de esta.

Debía hacerle frente, no podía continuar así, no llegaría a nada, sería un perdedor.

Suspiró y sacudió su cabeza.