KIDNAPPED [Larry Stylinson]

Capítulo 17

¿Por qué existen personas que lo único que hacen es lastimar?

Louis acariciaba los rizos de Harry, tomaba uno por uno y lo acariciaba como si se tratara de un tesoro muy preciado y frágil.

Una sonrisa en su rostro y con sus ojos llenos de cariño.

Con estos le miraba a él, solo a él.

Ese chico era especial, ese chico lo había enamorado, ese chico había creado estrellas en su firmamento para iluminarlo.

Realmente el sentimiento era mutuo.

La tarde pasaba lentamente, cada minuto más cerca de la noche, cada minuto más cerca del ocaso.

Muchos creen que ese momento es magico.

Es cuando el sol se despide de un lado del mundo y saluda del otro, es el momento en el que el cielo se tiñe de colores y las nubes parecen marea calma; y por un momento el tiempo se detiene tan solo para permitirnos apreciar tanta belleza, arte natural.

Louis amaba el ocaso.

Sus manos continuaban mimando la abundante cabellera de su chico el cual comenzaba a despertar lentamente.

Unos ojos esmeralda se abrieron y unos ojos cian los recibió con mucha alegría.

—Louis —susurró.

El recién nombrado lo abrazó con todas sus fuerzas provocando sorpresa en el rizado.

—Despertaste —dijo con su rostro enterrado en el pecho del mayor.

—Si bebé —dijo abrazándolo de igual manera.

Louis se separó de Harry y ambos se miraron sonrientes.

—Te amo Harry —dijo para luego acercarse a los labios del rizado y envolverlos con los suyos dando suaves caricias.

—Te amo Louis —dijo al separase.

(...)

—¿¡Como que escaparon!?

—Si mi señor, el objetivo a logrado huir y derribar una de nuestras naves.

—¡Malditos! ¡Malditos sean!

—Al parecer los chicos decían la verdad, Ruthless estaba allí y Louis también, el último reporte que nos dio la nave caída fue que vieron a un chico el cual identificaron como Louis William Tomlinson, viajaba en la parte trasera de lo que al parecer era el helicóptero donde Ruthless también viajaba.

—¡Busquenlos! ¡No quiero que vengan a mí si no es con la noticia de que han encontrado su paradero!

— Sí mi señor —dijo para luego salir de la habitación.

Al verse solo el hombre comenzó a reír amargamente.

—Eres digno de admirar Styles.

(...)

—¡Mira! ¡Mira cuán hermoso se ve el cielo!

Harry levantó su mirada apreciendo aquél manto teñido de rojo y sus derivados.

Rojo... Un hermoso color.

Los ojos de Louis brillaban como los de un niño pequeño al que le compran un caramelo.

Nunca se cansaría de admirar a su dulce criatura.

Las estrellas comenzaban a aparecer dando la señal de que el ocaso estaba terminando y el anochecer tomaba lugar.

—Bebé...

Louis volteó ante la voz del rizado, esa voz terriblemente grave que lo hacía temblar.

—¿Sí? —sonrió.

—¿Crees que algún día tu y yo podramos vivir en alguna playa y disfrutar de nuestra felicidad?

Louis lo miró con el mismo brillo.

—Claro que sí bebé.

—Quiero huir contigo, tan solo tenerte junto a mí y olvidar al resto del mundo.

—Algún día —dijo besándole los labios.

Harry sonrió.

—¿Quieres cenar ya?

—¿Cenaras conmigo?

Harry asintió sonriendo.

—Entonces cenemos —le devolvió la sonrisa.

Después de que Harry hiciera una llamada rápida dos chicas entraron a la habitación con bandejas en sus manos, las colocaron en la mesita del centro de la habitación y se fueron.

—Di ahh —canturró el rizado.

—Ahh —dijo el menor tomando el trozo de zanahoria que el mayor le ofrecía.

Los dos chicos continuaron comiendo entre sonrisas y balbuceos.

Dos enamorados.

Todo estaba bien, todo era perfecto.

(...)

—Nuestro equipo a fallado, pero no nos rendiremos, lo vamos a encontrar.

Niall casi sufre un desmayo.

—No se preocupe, el chico sigue con vida, actuaremos rápido, pero necesitamos de nuevo su móvil, transferiremos la información a una llave maya la cual los mejores hackers de nuestra organización revisaran.

Niall asintió sacando su móvil y entregándoselo al hombre.

—Salven a Louis —fue lo único que logro decir.

El hombre asintió dándole el móvil a uno de los guardaespaldas el cual desapareció tras una puerta y minutos después regresó.

—Todo esta listo jóvenes, disculpenme por hacerlos vernir hasta aquí y no darles buenas noticias.

—No se preocupe, gracias por su ayuda —dijo Liam tomando a Niall para salir de aquel lugar.

Al llegar al auto el rubio rompió a llorar y Liam no hizo más que lamentarse.

—¿Por qué? —balbuceó el rubio.

—Tranquilo Niall, él esta bien, ellos lo salvaran.

—Ese es el problema, esto me da mala espina Liam.

(...)