KIDNAPPED [Larry Stylinson]

Capítulo 20

—¡Hola chicos! —saludó levantando la mano.

—Ya estamos aquí —sonrió devolviéndole el gesto.

—La cena será en el bar, vamos.

Los tres comenzaron a caminar, pasando varias puertas hasta que llegaron a dicho bar que al parecer estaba debajo de la casa.

Allí había una gran mesa con una cantidad inimaginable de platillos para tres personas, varías botellas de vinos y licores en el centro de esta.

Louis estaba atónito.

—Muy bien, tomen asiento.

Harry se sentó al lado de Louis y Zayn al frente de ellos.

—Espero que lo disfruten mucho, adelante, sírvanse —sonrió tomando su plato para comenzar a llenarlo.

Louis tomó el suyo y comenzó a servirse de igual manera, sin que su sonrisa desapareciera en ningún momento.

Cuando los tres terminaron de servirse, Harry abrió una botella de vino tinto.

Todo marchaba de maravilla... hasta que Harry volteó a ver a Louis y se encontró con esa terrible sonrisa mientras masticaba el poco de comida que se había llevado a la boca... Recordándole a él de pequeño.

“—¡Mami esta delicioso!

—Me alegro que te guste mucho cariño —sonrió.

—¡Quiero comer tu comida por siempre!

—Mi amor —rió— primero termina lo que tienes allí, despacio, puede dolerte el estómago.

—¡Sí Mami!”

La copa del rizado calló al piso haciendo que Louis y Zayn dejaran de conversar entre sí y lo voltearan a ver.

Nada bueno ocurría cuando Harry presentaba esos episodios.

“—Papá... ¿Que será la cena de hoy?

—Ya lo verás —lo miró sonriendo de una manera poco agradable.”

—¿¡Harry, hey Harry!? —gritó.

Louis lo miraba aterrado, ver como la sangre brotaba de su mano al verse herida por la presión que Harry le ejercía al cuchillo en ella.

Zayn se puso de pie tomando a Harry de los hombros.

—¡Hombre reacciona! ¿¡Que pasa!? —le dio un par de bofetadas.

Harry reaccionó y lo primero que hizo fue ponerse de pie, alejándose de Zayn.

Miró su mano e inmediatamente volteó hacia Louis el cual dio un salto en su lugar.

Y sin tiempo se nada, el móvil de Harry comenzó a sonar.

Los tres se quedaron estáticos y el rizado contestó.

—Es hora de volver a vernos, querido. ¿A caso no pensabas presentarme a mi yerno? —rió de forma sarcástica—. No te sorprendas al ver que en cualquier momento estoy a fuera de tu linda casa en Brasil— dijo para luego colgar sin más.