Capitulo 35

1.1K 67 2
                                    

Jazmín... No hago más que imaginarme su cara de desaprobación y la mirada asesina que me estaría dedicando en estos momentos por mi actitud. Sé que no estoy siendo nada positiva y algo quejosa... Pero es que me siento decepcionada, asustada. Creía que lo peor de este proceso iba a ser meterme en la sala de operaciones, pero que una vez saliera de ella, por fin acabarían las dudas, para bien o para mal. Y resulta que no... tuve que soportar esa primera etapa de miedos y descubrimiento, y ahora estoy aquí, enfrentándome a una nueva, mucho peor. No sólo tengo que aguantar varios días más con la incertidumbre de saber si me quedé ciega para siempre o no, además de eso, mientras tanto lo estaré. Mientras llega el momento, tendré que vivir como si
jamás en la vida fuera a recuperar la vista. ¿Y si no soy capaz? ¿Y si enloquezco en el intento?
Una parte de mí... a pesar del miedo, tenía la esperanza de volver a esta habitación y descubrir que los sueños se cumplen. Ver la mirada de Jazmín al abrir los ojos y que el pánico desapareciera para siempre. Eso hubiera sido perfecto, ese hubiera sido el final ideal para esta historia... Pero una vez más, descubrimos juntos que la vida, está muy lejos de ser ideal. Esta es mi realidad... y probablemente la realidad de millones de personas alrededor del mundo. En esta
ocasión, no va a servir de nada que me queje, llore, patalee o maldiga el día en el que me descubrieron esta enfermedad... No, en esta ocasión, nada de eso servirá.
- Bueno... - Volvió intervenir el doctor - Voy a seguir con mi trabajo. Pediré enseguida
que traigan el agua y cualquier otra cosa que necesiten, no tienen más que avisarme a mí o a alguna enfermera ¿Entendido?

Yo asentí... No sé si Jazmín también lo hizo. De hecho, sé que está aquí porque percibo su olor más que cualquier otra cosa. Pero lleva varios minutos sin pronunciar una
palabra.
Escuché los pasos del doctor alejándose y el sonido de la puerta cerrarse poco después, creando un nuevo silencio en la habitación.
Decidí esperar unos segundos, a ver si ella decía algo. Pero continuó reinando el
silencio durante bastante tiempo. Cosa que me extrañó. A lo mejor se fue con el doctor y dejó la habitación impregnada con su aroma... Es posible, aunque... Intento concentrarme en el ambiente, en los sonidos, trato de aumentar mi agudeza auditiva, mantengo por un momento mi
respiración, para poder escuchar mejor y efectivamente, escucho la suya... muy débil, pero la escucho. Continúa aquí, aunque no sé dónde exactamente.
- ¿Jaz? - Pregunto recibiendo un nuevo silencio como respuesta - ¿Estás enfadada?
- No. No estoy enfadada - Habló por fin, otorgándome tranquilidad aunque su tono fue serio - Estoy preocupada... porque no quiero que vivas ni un segundo más con este “mal humor”, ni estoy dispuesta a soportar berrinches.
- Lo siento - Suspiré - Es sólo que... no esperaba que el post operatorio fuera así. Me había hecho a la idea de tener una respuesta en cuanto abriera los ojos y... Resulta que tengo que estar con esta cosa varios días, que estaré ciega hasta que llegue el momento de descubrir si lo estoy para siempre o no y que no puedo verte... Creía que ibas a ser lo primero que viera al
abrir los ojos. Tenía la esperanza de que todo iba a salir bien, que ibas a estar orgullosa de mi por haber luchado, por haber vencido... y mira... - Le indiqué señalando la parte cubierta de mis ojos
con frustración - ni siquiera sé si me estas mirando con lástima, con aburrimiento, o con decepción...
- Te estoy mirando cómo te he mirado siempre, Florencia. Y nunca lo he hecho de
ninguna de esas tres formas... ¿Por qué iba a hacerlo ahora? ¿Cómo puedes siquiera pensar que estoy decepcionada?

Permanecí en silencio, con la cabeza gacha y mis manos unidas sobre mis piernas.
Muevo los dedos entre nerviosa, triste y avergonzada... Una vez más, ella tiene razón y yo ni siquiera sé que responder. No puedo verme las manos, pero jugueteo como si lo estuviera haciendo. Entonces vuelvo a escuchar un extraño sonido proveniente de ella, como si hubiera expulsado un poco de aire al ahogar una pequeña risa.
- ¿Estás sonriendo otra vez? - Le pregunto alzando la cabeza al frente.

Creer para Ver - FlozminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora