Through the dark - Segunda parte de 'All their little things'

VI

[Punto de Vista Judith]

Jugueteó con los dedos de mis manos, con la vista puesta en éstos. Genial, ¿no quería hablarme de lo que había pasado? Mantuvo el silencio entre nosotros y me decanté por insistir, a la vista de que él no tenía ninguna intención de dar paso a la explicación que estaba esperando.

- Louis, cuéntamelo.

Sus ojos se dirigieron hacia mí de nuevo y negó con la cabeza. Soltó mis manos para atrapar mi rostro y me besó con una fuerza demasiado inesperada. Sus labios aprisionaron los míos con efusividad e hice descansar mis manos en sus mejillas, en un intento supremo de empujarle hacia atrás poco a poco para detener el contacto entre nuestras bocas. Se mantuvo pegado a la mía pese a mis esfuerzos, y comprendí lo mucho que necesitaba aquello.

- ¿Por qué no quieres contármelo?

- Te vas a enfadar -aseguró.

Ah, estupendo. Inhalé aire y lo miré temerosa. Incluso empezaron a sudarme las manos. ¿Qué narices había pasado con ella? La cabeza empezó a darme vueltas y junté el valor suficiente para preguntar algo que no estaba segura de querer conocer.

- ¿Tuviste algo con ella?

- ¡No! -Contestó, deprisa, con la frente arrugada. Su tono de voz quiso indicarme que la respuesta a esa pregunta no admitía dudas-. Jamás haría eso -añadió.

- ¿Entonces por qué iba a enfadarme? -Cuestioné, incapaz de adivinar qué otra razón podría hacer que me enojara con él. Nuestros ojos lucharon durante unos segundos en completo mutismo-. Por favor -rogué.

Entreabrió la boca pero volvió a cerrarla al instante, juntando sus labios con fuerza. Se pasó la lengua por éstos y pareció dudar, de nuevo, durante unos segundos.

- Esa noche... -Comenzó, sin apenas intensidad-. En la fiesta de Pharrell, hablé con ella, ¿te acuerdas? Cruzamos cinco frases, nada más...

Congeló la explicación y deslicé mis manos por su pecho, hasta atrapar sus manos.

- Sigue -le insté, cada vez con más inquietud.

Me mostró un movimiento negativo.

- No es necesario hablar de ello, de verdad.

Hizo ademán de volver a besarme pero se lo impedí.

- Te da miedo decírmelo -una risa nerviosa se escapó de mi garganta-. Claro que es necesario.

- Sólo quiero que nos olvidemos de esto... -Bajó la mirada hasta nuestras manos unidas y las sostuve con más fuerza, dándole la confianza necesaria.

- Louis, estoy aquí -volvió a mirarme y leí el perdón en ese azul inmenso que era dueño de sus ojos-. Estoy aquí y es algo que dos días atrás ni siquiera me hubiera planteado hacer. Pero estoy aquí -repetí-, porque ninguno de los dos estamos bien. Y porque yo quiero lo mismo que tú -añadí, bajando el volumen de mi voz, casi avergonzada por mi confesión. Curvó medianamente sus labios-. Pero no quiero sentir que hay algo que no sé, no quiero sentir que pasó algo que no sé... No quiero sentir que no puedo confiar en ti sabiendo que no me has contado algo que influyó en esto y...

Solté un suspiro, enmudeciendo, y dirigí mi mirada hacia el suelo. Sentí cómo Louis se inclinaba para examinar mi rostro y tratar de dilucidar qué había pasado por mi cabeza. ¿Qué había pasado? Lo había visto claro. De un momento a otro, lo había visto claro. Louis no había tenido nada con ella y, aun así, ella había influido en todo esto. Cruzando cinco palabras en esa fiesta, tal y como me acababa de decir. Así había influido.

- ¿Judith? -Llamó mi atención, ante mi repentino silencio, y volví a mirarle.

- ¿Es eso? ¿Ella influyó en tu decisión? ¿Te hizo dudar o...? -No dejé espacio entre un interrogante y otro y esperé a que me contestara a uno de los tres. No lo hizo-. ¿De qué manera te hizo dudar? ¿Te hizo dudar de que estabas bien conmigo? -Alzó la mano hacia mi pómulo izquierdo pero rechacé su roce-. Contéstame. ¿Te... Gusta? -Vomité las palabras con dolor y bajé la cabeza.