Through the dark - Segunda parte de 'All their little things'

XXXVI. Siempre

 [Punto de Vista Jud]

Zayn me hizo dar vueltas una y otra vez sobre sí misma hasta que, entre risas, no pude evitar caer en sus brazos. Me arropó con éstos y levanté la cabeza lo suficiente para encontrarme con sus dientes blancos tras una gran sonrisa, mientras miraba al frente. No pareció darse cuenta del detalle de que tenía mis ojos puestos en él, así que pude seguir observándole con tranquilidad.

En realidad, no había nada que pudiera temer con él. Conocía a la perfección mis sentimientos. Sabía mejor que nadie lo que sentía por él en esos momentos, estando a su lado, y estaba empezando a entender lo que me había hecho sentir mucho antes de conocerle realmente. No me avergonzaba reconocer que llevaba enamorada de ese hombre desde que lo vi por primera vez, lo que parecía un sin sentido para muchos para mí era una realidad innegable. Así que no la negaba. Siempre había estado enamorada de Zayn, puede que no de la manera en que lo estaba actualmente, pero siempre lo había estado, de una forma u otra.

- ¿En qué piensas? -Susurró repentinamente en mi oído.

Me estremecí por su cercanía pero no me aparté. ¿Cómo hacerlo?

Volví a alzar la cabeza, con una sonrisa que me devolvió de inmediato. Acarició mis pómulos, que se hinchaban satisfechos al curvar mis labios.

- Adoro que sonrías así -musitó, sin dejar de arrullar mi rostro-. Por eso quería que vinieras conmigo, necesitaba ver cómo me sonrías así, aunque fuera una última vez.

- No quiero que sea la última vez -dije, deprisa, asustada por ese comentario.

Nunca querría una última vez con Zayn. Nunca querría una última vez en sus brazos, bailando con él, hablando de cosas insignificantes o simplemente estando el uno al lado del otro. Nunca querría una última vez con él y nunca querría una última vez con los demás.

- Eso es elección tuya -comentó, liberando a mi pequeño cuerpo, que seguía convulsionando con su tacto. Se colocó frente a mí y miró hacia su izquierda y después hacia su derecha, como si buscara a alguien-. ¿Qué decides?

- ¿Crees que tengo elección? -Pregunté, mirándole como si estuviera loco-. ¿Crees que en algún momento de mi vida podría decir “no, basta, no quiero más Zayn”? -Negué con la cabeza, mientras me miraba con una sonrisa-. Sentir lo que siento no es algo que haya elegido -me encogí de hombros-, ni algo que pueda borrar.

Agachó la cabeza sin perder la sonrisa y dio un paso hacia mí, hasta que su cabeza casi pudo rozar la mía. Observé que tenía la vista puesta en mis manos y tan solo dos segundos después de darme cuenta de ese detalle, las cogió, a ambas.

- Your hands fits in mine like it's made just for me... -Tarareó, sin apenas voz

- Eso ya me lo cantaste una vez -recordé.

- Suena mejor ahora.

- ¿Por qué?

- Porque ahora ya no tengo miedo -me estremecí-. Antes me asustaba comprobar cómo tu mano -alzó mi mano derecha, unida a la suya- encajaba con la mía como si estuviera hecha sólo para mí -me mordí el labio inferior, revolviéndome en el sitio, incapaz de contener mucho más tiempo todo lo que llevaba dentro-. Ahora ya no. Ya no tengo miedo, Jud.

Cuando creía que eso no iba a ser posible, se acercó aún más a mí. Juntó nuestras frentes y cerré los ojos, sabiendo que él había hecho lo mismo. Parecía no importarle que estuviéramos rodeados de personas. Parecía no importarle lo que se pudiera decir de nosotros. Parecía no importarle nada excepto nosotros mismos.

Me elevé del suelo y floté por la estancia, sosteniéndome en mi propia felicidad. Sobrevolé las cabezas de la gente, preguntándome si alguna de esas personas habría sido tan feliz como lo estaba siendo yo.