Through the dark - Segunda parte de 'All their little things'

XVI

 [Punto de Vista Rosa]

- Estás muy callada, ¿te pasa algo?

Niall trazó amplios círculos con su dedo índice sobre mi pierna izquierda, tratando de captar una atención, la mía, que estaba perdida en pensamientos de lo más variopintos. Dejé el plato de comida sobre la cama, a mi lado derecho, impidiendo de esa manera que Niall pudiera volcarlo de alguna forma. Habíamos pedido que nos subieran la comida a la habitación y nos había parecido una gran idea tomárnosla en la cama, medio tumbados, con la televisión encendida frente a nosotros.

Giré mi cuerpo y me senté sobre mis propias piernas, llenándome de valor para poder mantener la conversación que quería mantener con él. Le había asegurado a Judith que me iría con ella, incluso ya tenía el billete cogido, pero se me empezaba a antojar una idea absurda si eso acarreaba el enfado de Niall.

- ¿Sabes que Judith se va? -Pregunté, mirándole fijamente.

Negó con la cabeza.

- No tenía ni idea. ¿Louis lo sabe? ¿Lo sabía esta mañana?

- No, supongo que se lo habrá dicho ahora, cuando ha subido a verla -carraspeé y me giré para coger el vaso de agua que estaba sobre la mesita de noche situada en mi lado de la cama. Necesitaba refrescar mi boca-. No sé si he cometido un error.

Frunció el ceño.

- ¿Por qué? ¿Qué pasa?

- Esta mañana he estado hablando con ella, me ha explicado por qué quería irse y lo he entendido perfectamente -esperé un par de segundos para continuar, sin querer atosigarle con demasiada información-. Lo hace por ellos, cree que les vendrá bien un tiempo algo alejados, para recuperarse de todo lo que ha pasado.

- Estoy de acuerdo, sí -afirmó, para mi sorpresa.

- ¿En serio?

- Sí, completamente. No tenía que haber venido, ambos se precipitaron decidiendo eso. Después de todo lo que han pasado lo mejor era que se despejaran durante unos días, y no han hecho eso -lo miré impresionada. No me esperaba esa respuesta por su parte-. ¿Qué error has cometido? -Inquirió.

- Pues... pensé que eso también podría venirnos bien a nosotros, y cuando ella cogió el billete de vuelta a Londres... yo también lo hice. Pero -alcé la mano, deteniendo cualquier intento por su parte de hablar. Abrió mucho los ojos y supe que había terminado de procesar mis palabras- no quiero irme, Niall. No quiero dejarte aquí, ni quiero que te enfades conmigo -siguió mirándome casi asustado, y sostuve su cara-. No lo hagas. No te enfades.

Suspiró y me mostró una media sonrisa que hizo que me abalanzara hacia él.

- ¡Cuidado! ¡La comida! -Exclamó, viendo cómo mi pierna derecha casi tira por los suelos el exquisito bistec que estaba comiéndose. Reí y respiré tranquila cuando aceptó mi abrazo-. No me enfado, pero... ¿de verdad querías irte?

Me separé de él buscando que nuestros ojos se encontraran para que viera la sinceridad y la preocupación que había en ellos.

- Desde que estamos aquí no hemos parado de discutir. Ni siquiera me acuerdo del motivo de la mitad de las disputas que hemos tenido. ¿Qué nos pasa? Quizá llevemos demasiado tiempo juntos, pegados el uno al otro. Irlanda, Londres, ahora aquí...

- ¿Te estoy... agobiando?

- Cállate, idiota -le pegué en el pecho y suavizó su mirada-. No me agobias, en todo caso creo que los dos estamos algo agobiados -arrugó la expresión-. Vale, omite esa palabra que tanto odias. Digamos, simplemente, que puede que estemos agotados y que por eso nos está pasando esto. Me da miedo quedarme aquí y que sigamos discutiendo, pero creo me da aún más miedo irme, que te enfades y que algo cambie. Y sé que te echaría de menos. Así que sí, he cometido un error.