1: Bacterias

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Quien le viese así, le diría que era un obsesionado

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Quien le viese así, le diría que era un obsesionado.

Changbin, ataviado con unos guantes que le llegaban hasta el codo, media cara cubierta con una mascarilla, sujetando un bote de lejía con una mano y, con la otra, un cepillo de dientes viejo para alcanzar los rincones más difíciles, había puesto su hogar patas arriba.

Las sillas se habían colocado sobre la mesa para así alcanzar mejor las patas de estas y limpiarlas a conciencia. Todos los platos y vasos habían sido meticulosamente limpiados con lejía. Además de que había vaciado todos los armarios, dejando todo su contenido fuera, sobre el frío mármol de la encimera (Desinfectado anteriormente, por supuesto)

Le había llevado gran parte de la mañana terminar con aquello, apartando también su labor como estudiante, haciéndole sentir destrozado de pies a cabeza y deshidratado por el gran trabajo.

Dejó sus bártulos de limpieza a parte y se encaminó al frigorífico, buscando una refrescante botella de agua que llevarse a los labios, pero antes de beber, limpió con el borde de su camiseta la boquilla de la botella. Justo cuando iba a beber agua, se dio cuenta de su gran error.

-¿Casi bebo de la botella infectada por haberla limpiado con mi camiseta después de haberme ensuciado? Sí, por supuesto.-Mientras negaba con la cabeza, puso el tapón y acercándose al cubo de basura (Sí, que había limpiado también), tiró la botella de agua.-Habrá que ducharse. No querré infectar nada más.

Y así era un día cualquiera del joven Changbin

Todos los días limpiaba su casa a conciencia ya sea porque viese una pequeña mota de polvo en alguna de sus alfombras, una pequeña huella en uno de los cristales de la ventana o, simplemente, porque se había vuelto una rutina desde hacía años.

Sí, desde hacía años aquella rutina era indispensable. Nunca fallaba. Ningún día. Todo comenzaba limpiando las mesas, los respaldos de la silla, cosas pequeñas. Pero luego terminaba sacando todo de los cajones, volviendo a lavar toda su ropa o incluso tirando alguna de ellas por ver en el tejido una diminuta mancha de lejía.

Mientras caminaba hacia el cuarto de baño, observaba todo con mucho cuidado. Tenía que estar todo en orden. Los cuadros deberían de estar bien alineados, los libros de las estanterías colocado por tamaños... y así con todo.

Tenía que tener control con todo.

Tenía que estar todo perfecto.

No debería de haber nada causando un caos tremendo en su casa.

O en su vida.

*****

Raramente salía de casa ya que se encontraba demasiado ocupado ordenando y limpiando cada rincón, pero ese día era uno de los días raros en los que salía. Cuando se encontraba más o menos satisfecho con el trabajo que había hecho, se animaba a salir a la calle aún sabiendo los problemas que aquello le ocasionaba.

Don Limpio¹ // Changlix - Stray Kids [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora