Don Limpio¹ // Changlix - Stray Kids [TERMINADA]

2: Pequeños avances

Changbin había tenido que volver corriendo a casa para poder quitarse la ropa, meterla en la lavadora y, a continuación, meterse él en la ducha. No paraba de frotarse con la esponja intentando eliminar toda suciedad que se hubiese pegado a él. Tanto se frotaba en las mismas partes que su piel comenzó a enrojecer.

Algunas veces, cuando se lavaba tantas veces las manos para todo, le comenzaban a salir yagas en los dedos y su piel se irritaba.

Este era uno de los problemas de su TOC.

La necesidad de limpiar todo y de desinfectar hasta llegar al punto de dañar su salud.

Después de pasar una hora larga duchándose, salió del cuarto de baño y se vistió con prendas que había lavado esa misma mañana cuando, de pronto, llamaron a su puerta.

Cuando abrió la puerta se encontró con Bang Chan, uno de sus mejores amigos y el cual había pasado casi toda su vida junto a él. Chan sabía lo de su amigo e intentaba, junto con la ayuda de profesionales, que llevara una vida normal. Al fin y al cabo, era un estudiante de secundaria y tenía que vivir como tal.

-¡Hola, Changbinnie!

-Te dije que no me llamaras así.

-Venga, que es un apodo cariñoso, ya lo sabes.

Changbin suspiró y le ofreció una bolsita con unas toallitas desinfectantes de usar y tirar para que Chan se limpiara las manos. Aquello también era casi una rutina en el chico ya que pasaba con él la mayor parte del tiempo. Se quitó los zapatos e hizo uso de las toallitas.

-Bueno, Changbinnie, ¿Algo para hacer hoy? Espero que no, habíamos planeado reunirnos todos esta tarde en casa de Seungmin y pasar el rato.

-Me ha surgido algo hoy. Lo siento, pero llegaré tarde.

-¿Qué es más importante que nosotros?-Chan se llevó las manos a la cabeza.-¡No me digas que es un nuevo amor! A que sí, ¡Dime que es tu nuevo amor!

-Es un local al que frecuentaba y que se encuentra en un estado lamentable. Suciedad por todas partes. No se cómo he podido ir allí durante tanto tiempo.-Changbin se acercó a la mesa del salón donde dejó la hoja de reclamaciones y se hizo con un bolígrafo que cogió del cajón de la mesa.-Necesito entregar esto.

-¡En serio! ¿Una hoja de reclamaciones? ¿Tan mal estaba?- Se sentó en el sofá del salón, cerca de donde se encontraba Changbin.

-Alguien había estornudado en el expositor de helados.

-Changbinnie, ¿Haces caso de las recomendaciones de los profesionales?

El mencionado no hizo caso de aquellas palabras y comenzó a tachar casillas de la hoja de reclamaciones.

Las recomendaciones de las que hablaba Chan eran estúpidas. Nada le hacía calmar la ansiedad que tenía dentro cuando se pasaba horas sin limpiar nada. Ni la estúpida yoga, ni los CDs de relajación que se tuvo que comprar, ni nada. Limpiar era lo que le relajaba (hasta cierto punto, claro está, en el que debía de volver a limpiar y se volvía un bucle)