9: Changbin

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Horas antes

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Horas antes

Chan y Changbin habían salido fuera de la casa de Seungmin, mientras los demás recogían, para tomar el aire fresco. Había anochecido y las luces de las farolas se estaban encendiendo. Observó de reojo a Changbin que estaba cabizbajo, con las manos metidas en los bolsillos y con la capucha de su chaqueta puesta. Parecía como que quería aislarse de todos, pero entendía aquello, nadie después de un ataque se encontraría fresco como una rosa. Eso no pasaría nunca.

-Podrías haberle dicho a Felix que se fuese.-Chan fue el primero en hablar.

Se escuchó un quejido proveniente de su compañero y comenzó a andar en dirección a la casa.

-Eres tú quien quiere que esté aquí.

-¿Yo?

Changbin se paró completamente, haciendo que su compañero lo hiciese también, esperando.

-Pues claro que tú. ¿Quién va a ser si no?

-Yo solo quiero...

-Sí, solo quieres que me recupere, que deje mi pasado atrás. Pero, Chan, no voy a ningún sitio de la manera en la que tú quieres que vaya.

-Cómo es mi manera.

-¿Cuál es tu manera? Sabes de lo que opino de los desconocidos. Sabes lo que ocurre cuando alguien me toca. Sabes todo, en verdad. ¿Y haces esto? Podría decir incluso que el ataque haya sido por tu culpa.

-Changbinnie...

Miraba a Chan con rabia en sus ojos, con dolor de que su mejor amigo, quien sabía todos sus problemas, le hubiese hecho aquello. Alguien que te quiere y quien te apoya, nunca te haría daño de esa manera, ¿No?

-¿Y tú dices que eres mi mejor amigo?

-Escúchame, por favor. No es nada de eso. Yo no quería que te volviese a ocurrir. No como la última vez. No quiero que vuelvas a sentir tanto dolor.-Gesticulaba mucho con sus manos, preocupado por que su amigo pensase así de él.- Pero estás mejorando, la verdad. Haces cosas que antes no podías.

-¿Puedo controlar mi obsesión con la limpieza? No. ¿Me podéis tocar? Vaya, no, hace unas horas tuve un ataque por eso. ¿Qué te hace ver que he mejorado?-El contrario cerró los ojos, sin saber qué decir. Las mejorías que había visto en el chico, habían sido minúsculas. Incluso había sido solo una vez.-No tienes nada que decir, lo sabía.

-De verdad, Changbinnie, Felix es una buena oportunidad para ti.

Changbin se llevó las manos a la cara, exasperado.

-¿Dónde ves eso?

-Siempre tratas con nosotros. En tu círculo de amistades sólo estamos nosotros. Necesitas a alguien nuevo en tu vida. Que te enseñe otras cosas, momentos nuevos, sentimientos nuevos. Podéis crear una nueva amistad. ¿Quién dice que de ahí no puedas encontrar una solución? Sólo te falta un empujón. Alguien que comience a conocerte. Que vea cómo eres en realidad. Que conozca al Changbin que está ahí encerrado.

El pelinegro cerró los ojos con fuerza, intentando ignorar esas palabras. Le estaban haciendo daño. Mucho daño. ¿Por qué no podía ser él? ¿Hyunjin, Seungmin, o los demás? ¿Por qué tenía que ser un desconocido?

-Changbinnie, prestame atención.-Chan se acercó hacia él, manteniendo las distancias, pero Changbin dio un paso para atrás- Por favor. A nosotros ya nos tienes. Nos conoces. Te hemos ayudado. Y creo que hemos intentado todo. Felix es alguien nuevo. Tienes que darle una oportunidad.

-Ya se la di. Después de la heladería. Acepté y no dije nada cuando le invitaste. ¿Y qué pasó? Terminó tocándome, y pasé por esos horribles años otra vez.-Dejó un silencio que llenó de amargura y lágrimas el corazón de Changbin.- Vi a mi padre haciéndome todo eso. Quise morirme. Me prometisteis que no volvería...

De pronto los ojos de Changbin se llenaron de lágrimas ante la luz anaranjada de las farolas y pareció que el mundo se paraba. Comenzó a ver como si todo lo de su alrededor fuese cada vez más lento, incluido Chan, quien había avanzado un paso hacia él pero parecía que nunca iba a llegar.

-... Me prometisteis que no volvería, que estaba lejos de mi. Que nunca volvería a verme. Pero estaba allí, Chan, sentado a mi lado. Mirándome con esos ojos... negros, como un agujero sin fondo. Como el agujero donde acabé metido...

Se llevó una mano al cuello, sintiendo que no podía respirar y cerró los ojos, volviendo a ver una profunda oscuridad. No, otra vez.

-...nnie. Ey, Changbinnie. Estoy aquí. No me he ido.-Chan se había colocado justo en frente de él, con ambas manos a los lados de Changbin sin llegar a tocarle.- ¿Puedes mirarme? Por favor.

Los ojos de Changbin se abrieron y buscaron los de su amigo en la oscuridad, haciendo que de los suyos cayera una lágrima que no podía aguantar más.

-No está, te lo juro. No está, estás bien. Nosotros te ayudaremos. Y Felix también. Te ayudará. ¿Te acuerdas lo que dijiste? Me dijiste que Felix te ayudó y funcionó. ¿Qué te contó?

Chan intentaba dirigir la mente y los pensamientos de su amigo hacia otro lado, intentando que recordara aquello que el rubio le había contado. Sabía de lo que habían hablado ya que, al ir a por algo de beber, se había dado cuenta de que Felix intentaba hacer lo mismo que él en estos momentos y escuchó su conversación. A si que Changbin comenzó a relatar la misma historia que el rubio le contó en la cocina y comenzó a calmarse. Lentamente, pero lo estaba consiguiendo. Se limpió las lágrimas que habían inundado sus ojos y, cuando terminó de contarla, cogió aire como si hubiese llevado minutos sin respirar y lo soltó, soltando también pensamientos e imágenes horribles que le acechaban.

-¿Mejor?-Preguntó Chan, respirando tranquilamente.

-Puede ser.

-La verdad es que la historia de cómo se creó la Vía Láctea es interesante.

-¿Verdad? Nunca la había escuchado.

-Ese Felix creo que tiene mucho por demostrarnos. ¿Tú qué piensas?

Hubo un largo silencio en el que Changbin se quedó mirando al cielo, un cielo encapotado por la contaminación lumínica de la ciudad.

-No se.

-Venga, no tiene ninguna intención mala.

-Ya, lo se...

-Venga. Hagamos una promesa. Aquí y ahora.-Se colocó frente a su amigo y alzó la mano.-Prometo que si te sientes incómodo o veas algo extraño en él y me lo dices, se lo haré saber y acabaremos con esto. ¿Promesa?

-Chan...

-¿Promesa?

Changbin miró a su amigo, rígido y con la mano alzada en el aire estirando hacia arriba los cinco dedos. Su rostro demostraba una gran seriedad que le asustaba, sus ojos brillaban como los de un felino en la oscuridad y sus labios se habían convertido en una fina línea de apretarlos.

Al ver aquella expresión de su amigo, se dio cuenta de que lo decía de verdad.

Suspiró.

-Vale, está bien. Promesa.



Don Limpio¹ // Changlix - Stray Kids [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora