Se había quedado mirando el helado como si del mismísimo infierno se tratase. Podía sentir como poco a poco sus dedos se iban ensuciando a cuanto más tiempo pasaba sosteniendo ese pequeño y frío recipiente.
Pensaba o en tirarlo a la basura más cercana que tenía y acabar con ese sufrimiento, dárselo a Chan o comérselo y acabar enfermo.
Una parte de él muy escondida en lo más profundo le decía que, la primera idea, era una idea horrible. El joven rubio se lo había ofrecido a modo de disculpa y él, sin creérselo aún, había aceptado.
Su compañero, a su vez se estaba comiendo el suyo con una felicidad increíble. Qué mejor que un helado frío y delicioso a esa hora del día.
Que narices. Estaba rico a cualquier hora del día.
-¿Qué vas a hacer, Changbinnie?
El chico opta, finalmente, por dárselo a su amigo quien, a pesar de saber de antemano que no se lo iba a comer, lo acepta con una sonrisa. Con una sonrisa porque sabe el gran avance que había conseguido Changbin y que, detrás de toda esa obsesión, detrás de esa ansiedad que llevaba detrás, aún estaba su amigo y que, poco a poco, saldría a flote.
Simplemente necesitaba algo o alguien para ayudarle a conseguirlo y salir del mar tan negro que había acabado siendo su vida.
-Entonces, Changbinnie, ¿Listo para ir a casa de Seungmin? Estarán todos los demás esperándonos.
*****
A decir verdad, nadie los había esperado.
Los dos amigos estaban en la puerta de casa de Seungmin, abierta por una copia de la llave que tenía Chan por si ocurría algo, viendo el panorama con el que se habían encontrado.
Habían comenzado a ver una película mala de zombies pero nadie le hacía caso. A lo que si prestaban gran atención era a la mesa de la sala de estar llena de dulces, patatas fritas y bols llenos de palomitas. Aquello era un desastre. Todos metían la mano en los bols y, al sacarla, no tenían cuidado de si caía algo al suelo.
Jeongin, al percatarse de la presencia de sus amigos, levantó una mano llena de palomitas y la agitó en el aire sin preocuparse de que las palomitas se escaparan entre sus dedos.
-¡Hola chicos!-De pronto, una patata frita la cual no iba a ninguna parte, le dio en la cara.
-¡Jeongin, lo siento!-El dueño de la casa, Seungmin, se acercó al más joven de ellos y puso la cara del chico entre sus manos.
-Que asco, Seungmin. Tienes las manos llenas de aceite de las patatas.
-Ahora puedes lamerle la cara-Dijo Jisung mientras se llevaba un puñado de palomitas a la boca.-Ahora es una patata gigante.
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Don Limpio¹ // Changlix - Stray Kids [TERMINADA]
Fanfiction-------Uno obsesionado con la limpieza, con el orden, con tener todo planeado, siguiendo unas pautas. El otro, un alma libre, un despreocupado, que aparece en la vida del otro para desordenársela y para cambiársela por completo.--------- •Changlix A...