Capítulo 1.

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Como bien os dije, no iba a tardar mucho en subir el primer capítulo de esta nueva entrega de White. El resto no sé como irán, pero intentaré que no se demoren mucho en el tiempo.

Espero que Perdóname os guste tanto como el primero, o si es más mejor que mejor.

Os dejo con la lectura.

Besitos!!

Becky Towers

Eran las cuatro de la mañana, cuando por fin pude escapar de la habitación.

Tras marcharse Nick, comencé a guardar todas mis cosas en la maleta. Afortunadamente no había deshecho demasiado el equipaje, parecía como si hubiera aparecido un sexto sentido en mí avisándome de que no duraría mucho en esa habitación.

La decisión estaba tomada, volvía a escapar como una cobarde. Me escondería de Nick, aún no sabía cómo volvería a tener otra vida, pero no tenía otra opción. Seguir en el hotel significaría que pudiera localizarme con facilidad, debía evitarlo a toda costa. Olvidarlo.

Dejé sobre la cama el vestido, los zapatos y el bolso que había llevado esa noche. No me pertenecían, él lo había pagado y no quería quedarme con nada de él.

Lo mismo hice con los pendientes de diamantes que me había dejado en préstamo. Los coloqué de nuevo dentro de la cajita celeste. Anudé el lazo blanco a su alrededor, dejándolo como si nunca nadie lo hubiera abierto. Coloqué la pequeña caja junto con el resto de cosas.

Antes de salir, tomé un boli y un papel con el membrete del hotel. Me senté en la silla del escritorio y escribí la última nota para Nick.

Coloqué aquel papel, que para mí era la despedida final, apoyado dentro de uno de los zapatos. Sabía que él me buscaría en la mañana, incluso me atrevería a asegurar que entraría dentro de la habitación buscándome.

Tomé el mango de la maleta troley y salí de la habitación, dejando en ella todo lo vivido con Nick.

Mi nueva vida comenzaba. Una nueva Ruth volvía a nacer, mucho más desconfiada que la anterior y con más fuerza si cabe. Mi corazón de nuevo era blindado y asegurado con doble candado, nadie más volvería a herirlo. Jamás volvería a permitirlo. El amor se había terminado para mí. La nueva Ruth, no creería en ese sentimiento que tanto daño hace.

Me encontraba en la puerta del hotel, esperando mientras miraba el negro cielo de Madrid. Como el cielo se encontraba mi alma, oscura.

Ana había avisado a su primo, él me recogería. Siempre había desconfiado de los desconocidos.

“Por culpa de no cumplir eso, habías conocido a Nick” me regañé yo misma, él había sido la excepción en muchos sentidos.

Lo poco que Ana me comentó del chico es que se llamaba Charlie que vivía a unos 30 kilómetros de la capital y trabajaba como modelo. Desde luego si llevaba los mismos genes que mi amiga, era normal que se dedicara a eso.

Un Ford Fiesta en negro se detuvo justo enfrente de mí. La ventanilla del copiloto se bajó, dejando al descubierto un chico joven, de cabello rubio y ¡Dios! Ojos azules. ¡Qué ojos! Era muy claros, casi cristalinos.

-       ¿Eres Ruth?-preguntó el chico mirándome.

-       ¿Y tú Charlie?-asintió con un movimiento de cabeza-Sí, soy Ruth-le tendí la mano, a través de la ventana, para saludarlo y él la estrechó.

Tomé mi maleta y la introduje en el interior de la parte trasera del vehículo. Después, tomé asiento junto a Charlie en los asientos delanteros.

Saga White. Perdóname.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora