Saga White. Perdóname.

Capítulo 14.

Hello!!!! Cómo estáis preciosidades?? Espero que andéis bien. Yo aún estoy reponiéndome de la vuelta al trabajo y sólo pensando en la semana que viene para volver a coger vacaciones. Oh yeah!! jajajaja.

En fin, os traigo un nuevo capítulo que espero que os guste. 

A por él!!

Becky Towers

-       ¡Daniel!-grité en cuanto la voz de mi abogado sonó por los altavoces del coche-La fotografía ha sido publicada-intentaba decir algo pero no se lo permití-Te dije que hicieras todo lo posible para que eso no ocurriera.

El enfado que me invadió en la mañana, cuando comprobé con mis propios ojos la publicación de aquella instantánea, se había incrementado con la negativa de Ruth a quedarse conmigo en la suite. Y ahora, toda esa rabia se la estaba llevando mi abogado de confianza.

No soportaba que ella quisiera continuar con su vida, teniendo en mi mano la posibilidad de servirle en bandeja una vida en la que no existieran preocupaciones económicas. Cualquier mujer daría lo que fuera por poder vivir de esa manera. Cualquiera, excepto Ruth.

Sabía que me había mentido respecto a que se encontraba mal, pero lo dejé pasar para poder continuar con mis planes.

Finalmente, pasando por alto las protestas de Ruth a que me mudara a Sevilla y trasladara las oficinas de la cadena, había quedado con un agente inmobiliario para que me enseñara un ático cerca del barrio donde se encontraba el hotel.

-       Nick, lo he intentado, les ofrecí hasta 500.000,00 € y aun así se negaron-se justificó.

-       ¡Tenías que haber ofrecido más!-golpeé el volante del vehículo, en señal de frustración. Toda la culpa la tenía una puta cifra-No me importaba la cuantía, te lo dije, lo único importante era proteger a Ruth de todo esto-desplacé el coche de carril, algún capullo pitó tras de mí. Lo ignoré.

-       No iba a servir de nada, están bastante interesados en este trío…-ambos nos quedamos en silencio.

La prensa nunca se había interesado en ninguno de los dueños de la cadena de hoteles y ahora, por culpa de Sara, no paraban de perseguirme. ¡Qué asco de prensa rosa!

-       De todas maneras-Daniel fue el primero en romper aquel silencio que comenzaba a ser incómodo-Sólo es una fotografía.

-       ¡Joder!-grité al bluetooth del coche como si Daniel estuviera justo enfrente mía-No es sólo una fotografía, nunca me han gustado que me persigan. Es mi vida privada y lo más importante, la de Ruth-me detuve en un semáforo y aproveché para introducir en el navegador de abordo la dirección del edificio a donde me dirigía-No quiero que la molesten con preguntas incómodas, ni que la persigan. No está preparada para eso.

Ruth me contó que cuando huyó la segunda vez, necesitó ayuda médica respecto a las persecuciones. Se creía que todos a su alrededor iban tras ella, que de alguna manera Rubén los enviaba para atraparla. Si ahora, que estaba recuperada, la perseguían los periodistas lo más seguro es que recayera. Lo último que quería era que algo así pasara.

-       Sólo queda una opción-anunció Daniel.

-       Te escucho.

-       Interponer una demanda.