Capítulo 6.

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Ya estamos de vuelta. Esta vez he tardado un poquito más, pero como en el fin de semana he estado en la playa, pues he desconectado un poquito aunque no por eso he dejado de escribir, estaba tirada en la arena y mientras escribía este capítulo jejejej.

Bueno aquí os dejo el capítulo 6, como siempre espero que os guste y comentéis y votéis.

Becky Towers

Aquí estábamos, delante de uno de los bloques del barrio de Vallecas. Detuve el coche de Charlie, justo delante. Había tenido suerte al encontrar aparcamiento en este lugar.

Hacía cuatro años que no venía por esta zona, desde que mi hermana decidió independizarse con su novio. Lo que provocó que mis padres la repudiaran de la familia, pues ella decidió no cumplir con las órdenes de mis padres.

Pretendían hacer y deshacer en nuestras vidas, debíamos ser y comportarnos como las hijas perfectas para la familia perfecta, nada más lejos de la realidad. Desde que tengo uso de razón, siempre habíamos aparentado lo que no éramos.

Mi padre un hombre de negocios que pasaba más tiempo en la oficina que en casa. Su excusa que tenía que mantener a su familia y darnos todos los caprichos que él no tuvo en su niñez. Hubiera preferido menos lujos y más cariño de su parte, no recuerdo abrazos ni besos.

Mi madre, una perfecta esposa entregada a su marido. Cegada por él. Siempre dando una imagen impecable, sus caros trajes y sus peinados de peluquería. Quería que nosotras fuéramos como ella, pero no iba con nosotras. No estábamos dispuestas a ser infelices, por una estabilidad como hizo ella. A pesar de las pruebas que tanto mi hermana como yo le mostramos, se negó a reconocer que mi padre la engañaba. Prefirió vivir engañada a plantarle cara a la situación.

Mi hermana Edurne, tiene dos años más que yo. Ella cumplió con las expectativas de mis padres hasta la facultad. Estudió empresariales para en un futuro llevar la empresa de mi padre.

De las dos, fui la primera en descarrilarme cuando decidí no seguir el camino que mis padres habían dispuesto para mí. El que estudiara turismo en vez de empresariales, para seguir los pasos de mi hermana, provocó muchas pelas. Pero ese desliz, fue olvidado en cuanto Rubén me propuso matrimonio y acepté.

Mi matrimonio, era la situación ideal para ellos. Su hija pequeña casada joven, con un hombre atractivo y con buen status social. Todo lo que una mujer querría ¿no?  

Lo único que les importó, fue guardar las apariencias por eso nunca creyeron en mis palabras, sólo creían a Rubén. ¿Cómo un hombre de su condición social podía hacer semejantes actos? ¡Era impensable! Según mis padres y apoyado por Rubén, todo era fruto de mi imaginación, incluso me obligaron a asistir a un psiquiatra. Aunque sabía que no serviría de nada, el problema no estaba en mi cabeza, pero nadie me escuchaba.

En esa época, la relación con mi hermana era nula. Había roto todos los lazos con nosotros, después de que no aceptaran a su novio de color, eso no cumplía el estereotipo de familia española perfecta.

Tal vez, si mis padres no hubieran impuesto sus reglas de una manera tan rigurosa, ni mi hermana ni yo nos hubiéramos revelado de la manera en que lo hicimos, o puede que sí, nunca se podrá saber.

Antes de que tocara al timbre del porterillo del bloque, un vecino salió del interior, ofreciéndome pasar. Accedí.

Subí hasta el cuarto piso por las escaleras, lo preferí al ascensor de esta manera tendría más tiempo para seguir dándole vueltas a la cabeza y prepararme para la situación que estaba a punto de vivir.

Tenía delante la puerta de color roble. Tan sólo un trozo de madera me separaba de mi hermana. En realidad, no sabía si se encontraría en casa. Me había arriesgado a venir.

Saga White. Perdóname.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora