Saga White. Perdóname.

Capítulo 23.

Buenas noches!!

Ya estoy de nuevo por aquí...con el capítulo final de esta segunda parte...sí, sí como leéis, el capítulo final. 

Finalmente, he cambiado el final de esta segunda parte y no se parece nada a lo que tenía pensado en un principio. Lo que ocurre en él, a algun@s os fastidiará (por no decir otra palabra mal sonante) tela y a otr@s a lo mejor podíais imaginar que sucedería...en verdad no, tod@s me odiaréis...pero creo que es algo que podría ocurrir, y era necesario para que alguien abriera los ojos.

En fin, que os dejo con el capítulo que es bastante larguito.

Como siempre espero que os guste y me deis vuestra opinión con los comentarios y dándole a la estrellita.

Besitos!

Becky Towers 

Movía lentamente la cucharilla en el vaso. Había tenido que escapar de la tensa situación que se había producido hacia unos minutos cuando Nick apareció ante mí.

Ahora, me encontraba en la cafetería del tanatorio, con una tila entre mis manos para intentar paliar los nervios que tenía.

Ni mucho menos esperaba que Nick apareciera de nuevo. En realidad no esperaba verlo nunca más en mi vida. Creía que ya se habría olvidado de mí y habría regresado a su vida anterior en la que yo no estaba.

El reencontrarme con él, hizo que mi estómago diera un vuelco. Pero ni mucho menos parecido al que sentí cuando Rubén reapareció en mi vida tras cuatro años escondida de él.

Con Nick, había sido muy diferente. En cuanto hoy su voz, creía que me había quedado dormida en los brazos de mi hermana. Creía que soñaba con él.

Cuando nuestras miradas se cruzaron, lo único que deseaba era haberme tirado a sus brazos. Pero algo me frenó, no conseguía mover ni uno de mis músculos. Tal vez el estar rodeada de desconocidos o que mi familia estuviera presente. Que no vieran con buenos ojos mi acción. Seguía teniendo algo de aquella Ruth, que actuaba según las apariencias familiares.

Tomé un sorbo de la infusión que me había pedido.

La situación vivida, no la hubiera imaginado jamás ni en mis peores pesadillas. Nick, el chico con el que había estado hasta hacia pocas semanas, y Rubén, mi marido, juntos a menos de un metro de distancia.

La silla que se encontraba junto a mí, se desplazó. Levanté mi mirada que estaba fija en mis manos que agarraban el vaso.

Edurne se sentó a mi lado.

-          ¿Cómo estás?-preguntó preocupada, acariciándome el brazo.

-          No lo sé…-estaba tan confusa que no sabía ni cómo me sentía.

Mi padre había muerto, por lo que estaba triste e intentado hacerme a la idea de que nunca más lo vería.

Rubén había regresado a mi vida. Me había besado y pedido una nueva oportunidad. Siempre dicen que donde hubo fuego quedan brasas…tal vez, a mí me pasaba eso mismo con él. Puede que aún lo siguiera queriendo.

Y ahora, también estaba Nick. Al que echaba de menos y con el que me habría tenido que disculpar hacía mucho tiempo por mi actitud, y no haber permitido que nos alejáramos. La cabezonería de los dos nos había hecho estar en esta situación. Pero…¿lo quería?