Capítulo 13.

20.6K 1.1K 107
                                    

Ya estoy de nuevo por aquí con un nuevo capítulo. Cómo lleváis ese veranito?? Yo mañana regreso al trabajo, pero sólo son dos semanas y de nuevo estaré de vacaciones jajajaja.

En fin, no me enrollo más. Aquí os dejo el capítulo.

Besitos!!

Becky Towers

Entré en la cocina de mi apartamento, encontrándome a un Charlie semidesnudo, preparando el desayuno.

No pude evitar reírme al ver la imagen que tenía enfrente. Me recordaba a una de esas tantas fotografías que circulan por las redes sociales de tíos que están como un tren, cocinando. Ahora tenía a uno en mi propia cocina.

-       Buenos días-saludé, mientras estiraba mis brazos por encima de mi cabeza y sin que desapareciera la sonrisa de mi rostro.

-       ¡Ey!-se giró hacia mí-Buenos días. ¿Cómo te encuentras?-Charlie se acercó, dándome un beso en la mejilla.

Si de espaldas impresionaba, de frente dejaba sin respiración. ¡Qué pena que fuera gay!

-       Mejor, el cuerpo me duele menos-di unas leves palmadas en mis muslos, para llamar a Lon.

Mi perro estaba pendiente de la comida que manejaba Charlie. Lon pasaba olímpicamente de mí, mientras hubiera comida de por medio no existía nada ni nadie más

-       Creo que hoy podré ir a trabajar-desistí con Lon.

Me dirigí a la nevera. Abrí la puerta y cogí un cartón de leche.

Después abrí uno de los armarios y tomé mi taza favorita, en la que se podía leer la frase “Be Happy”.

Vertí un poco de leche en ella.

-       ¿Y Ana?-me interesé mientras introducía la taza en el microondas. Inicié el temporizador. Con cuarenta segundos sería suficiente.

-       Sus jefes la han llamado para hablar con ella-Charlie untó la mantequilla sobre su tostada.

-       Vaya, ¿importante?

Era extraño que sus jefes la llamaran. Desde que entró en la empresa no los había vuelto a ver. Para cualquier tipo de cuestión, tan sólo tenía que tratar con su superior directo pero no con los jefes de arriba.

-       No lo sabe, esperemos que no-giró la cara, mirándome mientras una media sonrisa aparecía en su rostro.

Volví a fijarme en la hinchazón de su rostro. Me acerqué a él y toqué el hematoma de su mandíbula. Charlie hizo un gesto de dolor con mi suave roce.

-       ¿Cómo ha sido?-nuestras miradas se mantuvieron fijas una en la otra-Dímelo-ordené duramente.

-       En serio, no tiene importancia-tomó mi mano con la suya, alejándola de su rostro.

Charlie regresó a su tarea.

-       ¿Por qué no quieres contármelo?-pregunté molesta, no entendía qué estaba ocultando ni porqué.

-       No quiero hacerte daño-se dirigió a la nevera, sacando una botella de cristal que contenía zumo de naranja.

-       ¿Daño? Charlie, ¿qué ocurre?-le exigí tomándolo de la muñeca, haciendo que se girara.

-       ¡Ruth! Déjalo ya, ¿vale?-soltó mi mano con brusquedad.

Su reacción me dejó completamente sorprendida, había actuado de la misma manera que la noche del accidente de Nick.

Saga White. Perdóname.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora