Saga White. Perdóname.

Capítulo 18.

Buenos días a tod@s!!! Ya estoy de nuevo por aquí, con un nuevo capítulo de Saga White.

Muchas queríais saber qué hacía Nick, dónde estaba, por qué se marchó...pues hoy se disiparan vuestras dudas. Además, en este capítulo también hay venganza jajajaja, algo que estábais deseando también, así que espero que no os defraude y os guste.

Este capítulo está dedicado a LaChicaDeLosJazmines, que lo pidió en el anterior capítulo. Va para tí :)

Ya sabéis si queréis que os dedique un capítulo, sólo tenéis que pedírmelo.

También quiero recordaros que tenemos FanPage en Facebook!! 

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Lo dicho, espero que os guste.

Becky Towers

-          Adiós Nick.

Esas dos únicas palabras no habían parado de taladrarme el cerebro cada segundo que estaba despierto. Incluso soñaba con ese momento, en que Ruth se marchaba de la habitación del hotel. Dejándome por segunda vez, huyendo de mí, de la situación.

En esta ocasión no iría tras ella, estaba cansado. Que pensara que no la quería me había dolido demasiado.

Yo, el que se desvive por él e intenta arreglar todo antes de que le afecte a ella.

Yo, el que iba a trasladar y  cambiar toda mi vida por darle una seguridad.

En parte tenía razón en que la actuación de Sara me beneficiaba, estaba siendo egoísta, pero es que deseaba con todas mis fuerzas que se quedara junto a mí, de esa manera me sería mucho más fácil protegerla e intentar que no cayera de nuevo. Aunque ella no quisiera reconocerlo, seguía siendo bastante débil. Aunque su psicólogo le diera el alta, ella no estaba curada respecto a su pasado.

Masajeé lentamente a ambos lados de mis sienes.

Desde que había regresado a Madrid, no había dejado de dolerme la cabeza, por culpa de esas palabras. ¿La habría perdido para siempre?

En pocas semanas debía viajar a Nueva York, para cerrar uno de los negocios que teníamos entre manos.

Si Ruth no quería estar a mi lado, no pintaba nada en Sevilla.

Pasé una de las hojas que tenía frente a mí. Tras esta vino otra, y luego otra. Las pasaba sin fijarme en nada, tenía la mirada perdida en aquellos folios blancos llenos de gráficos y letras.

¿Qué estaría haciendo Ruth en estos momentos? ¿Estaría bien?

Cogí mi teléfono móvil. Busqué su número. Estaba a un solo toque en la pantalla de poder escuchar su voz. De conocer su estado. De poder solucionar, de nuevo, esta relación.

Pulsé la tecla de retroceso. Resistiría la tentación, si ella había tomado esta decisión tal vez había llegado el momento de dejarla ir. Que cada uno continuara con su vida, aunque yo sin ella ya no tenía una.

Volví a depositar el móvil sobre la mesa, justo en el momento en que sonaba el teléfono del despacho.

-          Señor White, está aquí el señor Daniel de la Hera-informó Elena, mi secretaria, al otro lado de la línea.

-          Hazlo pasar-ordené.

La comunicación se cortó. Comencé a organizar un poco todo el papeleo que tenía sobre mi mesa.