Epílogo.

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Pues hemos llegado al final de esta segunda parte. 

Hoy os traigo el epílogo y como la mayoría ha pedido, narrado por Nick.

Es cortito, porque es un epílogo así que...al menos os quitáis la cosa de saber donde se encontraba Nick cuando pasó lo de Ruth y Rubén.

Aquí os lo dejo.

Becky Towers

-          Señor,  señor.

Primero, abrí lentamente el ojo izquierdo y a continuación el derecho, haciendo que las pupilas se acostumbraran poco a poco a la claridad.

Miré a mi izquierda, donde se encontraba una de las azafatas del avión. Su rostro era de circunstancia. No creo que nadie pueda acostumbrarse a despertar a otra persona, que no conoce de nada, aunque sea en un avión.

-          Señor hemos llegado a Nueva York-me informó al darse cuenta de que me encontraba algo desorientado

-          Gracias-balbuceé.

Me coloqué correctamente las gafas y a continuación, me levanté del mi asiento de Primera Clase.

Giré sobre mí mismo, para comprobar el resto de la cabina. La poca  gente que pude vislumbrar, se encontraba abandonando la cabina. Era el último.

Recogí lo más rápido que pude mis pertenencias y abandoné yo también la aeronave.

Había pasado la mayor parte del vuelo durmiendo. Tras varios días, al fin a había podido conciliar el sueño. Tal vez, porque mi cuerpo ya no tenía más energía y había sucumbido al cansancio.

A pie de pista, nos esperaba el microbús que nos llevaría hasta la terminal de llegadas.

Todos los pasajeros que había en su interior, me miraron en cuanto entré. Seguramente pensarían que por culpa de este capullo habían tenido que esperar.

A pesar de estar terminándose el verano, seguía haciendo un calor húmedo y asfixiante en la ciudad. Aun habiendo pasado gran parte de mis años vividos en Nueva York, no llegaba a acostumbrarme a este clima.

Una vez llegamos a la terminal, me dirigí a recoger la maleta.

Crucé los brazos a la altura del pecho, mientras esperaba a que saliera mi equipaje por la cinta. Fijé mi mirada en el transportador, viendo como pasaban una a una las maletas del resto de pasajeros, mientras sucumbía a mis pensamientos.

Tras encontrarme con Ruth, volví a retrasar mi viaje, esperando a que me llamara. Estos días no me había separado del teléfono en ningún momento, con la esperanza de que sonara y si lo hacía, contestar rápidamente.

Pero no lo hizo.

En estos últimos meses había desatendido bastante mis obligaciones laborales por ella. Pero llegados a esta situación, en la que parecía que ella había decidido regresar con Rubén, debía continuar con mi vida y pasar página.

Debía respetar su decisión, de regresar con su pasado, y asumir que nunca la tendría.

Jamás podría hacerla feliz.

Vi como mi maleta aparecía por el principio de la cinta. Esperé a que llegara hasta donde me encontraba y la cogí.

Deslicé el asa y comencé a caminar hacia la salida.

Tomé mi teléfono móvil del bolsillo del pantalón y lo encendí. Lo regresé de nuevo al bolsillo mientras se iniciaba por completo.

Esperé en la parada de taxis del aeropuerto. Por suerte fueron pocos minutos, algo que hasta ahora nunca me había pasado.

Una vez montado en el vehículo, indiqué la dirección del hotel donde me quedaría al conductor.

Volví a tomar mi teléfono. Debía avisar a mi madre para que se quedara tranquila. ¡Cosas de las madres!

Cuando desbloqueé la pantalla me sorprendí al ver cinco llamadas perdidas de…¿Ruth?

Las llamadas se habían realizado de madrugada en España. Algo que me extrañó demasiado. ¿Le habría pasado algo?

Por un momento me arrepentí de no haber aplazado un día más el viaje, pero también había tenido tiempo de sobra para llamarme y darme la explicación pertinente. Si ella no se había preocupado por mí…ahora tampoco me preocuparía yo por ella. Aunque me matara por dentro.

Prefería ignorar lo que tuviera que decirme y vivir con la idea de que alguna vez me quiso, a que me confirmara que nunca dejó de amar a su marido y sólo había jugado conmigo.

Eliminé las llamadas de la pantalla.

Me quedé mirando a través de la ventana, pensando en ella y en todos los buenos y malos momentos vividos junto a ella.

La quería, sí…pero no podíamos seguir aguantando una relación que por su parte, no quería ver en un futuro.

No merecía la pena perder el tiempo, si los dos no poníamos de nuestra parte.

Esta vez era yo el que decía adiós.


Quería que me diérais vuestra opinión sobre toda esta segunda parte, qué os ha parecido si cambiaríais algo, etc.

También cómo os gustaría que continuara, porque habrá tercera parte. Aún no sé cuándo empezaré a publicar la tercera y última parte, ya que es el desenlace y hay que atar muy bien todo para que no quede demasiado irreal.

Tan sólo os adelantaré el título. Se llamará Saga White. Rescátame. En cuanto tenga la portada hecha, crearé la obra para que ya podáis estar pendientes de las actualizaciones.

Y eso es todo.

Muchísimas gracias por leerme, votar y comentar.

Besitos!!

Becky Towers

Saga White. Perdóname.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora