Capitulo Dos "New York City, Baby"

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-¿Cuál es el nombre de tu edificio, Serena?- preguntó Matt.

-Uhm…según la dirección que me dio mi jefe, es el edifico Manhattan y estoy en el departamento #1309

-Valla, al parecer te tocó estar en los pisos más altos, tienes suerte, tendrás una maravillosa vista- agregó Josh.

-Lo sé, creo que lo llamaré después para darle las gracias.

Josh siguió conduciendo por toda la Quinta Avenida y luego pasamos por Central Park, pude ver el hermoso edificio en el que me quedaría, muy lujoso, unos 80 o 90 pisos y lo mejor de todo estaba enfrente de Central Park.

Josh y Matt me ayudaron a bajar mi equipaje de la camioneta y me acompañaron hasta el lobby, pedí la llave de mi departamento y los tres juntos nos dirigimos hasta el ascensor.

-¿Qué pasa, Serena ?- preguntó Matt al ver que yo no me movía.

-Tengo un…pequeño problema con los elevadores.

-¿Te dan miedo?

-Algo, cuando tenía trece años me quedé atorada en uno por unas tres horas.

-No te preocupes, los elevadores modernos traen un sistema de emergencia, si el elevador se detiene solo oprimes un botón y rápido nos ayudarán- explicó Josh.

-¿Seguros?

-Por supuesto- dijeron a unísono.

Aún no muy convencida de subir me armé de valor y  entre en el, no podía evitar sentirme nerviosa al reducido espacio en el que me encontraba, jugaba con mis dedos y miraba a todos lados. Matt se dio cuenta de mi estado y tomo mi mano dando un ligero apretón en ella para después sonreírme.

Al fin llegamos al piso numero setenta y tres, ¿acaso es joda?, tendré que usar el elevador todos los días para poder subir y bajar del edificio. Abrí la puerta dejando ver un hermosos loft muy bien decorado. Tenía una sala de piel marrón con una mesa de centro con la torre Eiffel de centro de mesa,  había una enorme ventana que daba paso al balcón, una mesa de billar, una enorme televisión de plasma. Miré hacia la izquierda para ir a ver la cocina, era muy grande de color rojo y había una isla en medio que serviría como comedor, salí de la cocina y subí las pequeñas escaleras que dirigían a las habitaciones, eran dos, una más grande que otra pero ambas tenían una vista presiosa.

-Tu jefe debe de quererte mucho- dijo Matt observando la mesa de billar.

-Al parecer si, y al parecer también recordó que amo el billar.

-¡Chicos, vengan rápido tienen que ver esto!- gritó Josh desde el balcón

Matt y yo corrimos hacía él y pudimos ver la hermosa vista que tenía mi departamento. Teníamos al maravilloso Central Park frente a nuestros ojos y a lo lejos se podía ver el increíble Empire State.

-Simplemente…wow- dije yo.

-Wow…- susurró Matt

-¿¡Porque yo no tengo un jefe así?- se quejó Josh haciendo que Matt y yo riéramos.

Era increíble, no tenía ni un solo día en esta ciudad y ya tengo dos personas que creo que serán mis nuevos amigos y un departamento con una vista fabulosa.

-¿Se quedan a comer, chicos?

-Nos encantaría Serena pero todavía tengo que desempacar mi equipaje y Josh mañana tiene que trabajar.

-Oh…claro, entiendo, no hay problema, puede ser en otra ocasión?

-Por supuesto linda- me sonrió Matt.

-Y con esta vista maravillosa que tienes dudo que te puedas deshacer de mi tan fácilmente- bromeó Josh y golpeé su hombro juguetonamente.

Me despedí de ambos chicos y me dirigí hasta la que sería mi nueva habitación, era mucho más grande que mi antigua habitación en Inglaterra, ya me incomodaba dormir en la misma cama con la que…lo lastime. Borré todos esos pensamientos dolorosos de mi mente, esta ciudad tiene que hacer a una nueva Serena, duela o no, algún día tendré que superar a Harry, quiera o no.

Tenía un armario inmensamente grande, ideal para una persona con demasiada ropa y obsesionada con las compras como yo. Terminé de ordenar todas mis prendas junto con mis zapatos.

Apenas eran las 6 de la tarde, quisiera salir pero no conozco esta ciudad lo suficientemente bien para andar yo sola. Tal vez podía llamar a Matt pero soy muy tonta y no le pedí mi número. Excelente Serena es la única persona que conoces en esta ciudad y es muy probable que no lo vuelva a ver.

Hoy era domingo y mañana tendría que ir  a presentarme en el trabajo para dejar mis documentos y quizás mañana iniciaría. Saqué mi portátil de una de mis maletas y lo encendí, entre a mail revisando si tenía algo nuevo y por suerte tenía un nuevo correo de mi jefe.

De: Antony McGuire

Para: Serena Means

Srta. Means, espero que le haya gustado su nuevo hogar y por supuesto la increíble ciudad de Nueva York. Como había estado demasiado ocupado días antes de su partida se me olvidó decirle el nombre de la empresa en la que trabajará. Su nombre es Hampshire Empire Inc, su dueño es William Johnson y dígale que va de mi parte. Espero que tenga mucho éxito en su nuevo puesto.

-Su jefe, Antony McGuire.

Le contesté dándole las gracias por el apoyo y me apresuré a buscar la información en Google Maps, no quedaba muy lejos de aquí aunque si tuviera un auto sería mucho más fácil llegar, lo mencionaré cuando me den el puesto.

Estuve acomodado mis papeles y verificando que no faltara ninguno y que todos estuvieran correctos, cuando menos lo pensé ya eran las 9 pm, moría de hambre y para mi mala suerte no tenía nada de comida.

Salí del edificio cargada con mi celular, dos tarjetas de crédito y $128 dólares en efectivo, caminé unas cuantas cuadras antes de contrame con un restaurante italiano, no pude evitar que un recuerdo de Harry viniera a mi cabeza, ¿Por qué todo en esta ciudad me recuerda a él? ¡Se supone que me ayudaría a salir adelante!. Bufé molesta y entré al local, era muy pintoresco y podría apostar que el cocinero tenía bigote y un bello asento italiano, lo único malo es que los precios eran demasiado caros así que pedí un rico Risotto, terminé de comer y pagué y abandoné el local.

Me volví a dirigir a mi departamento con el estomago lleno y en cuanto llegue me puse mi pijama y caí en un profundo sueño.

-“Vienes a destrozarme la vida otra vez?

-“¿Sabes que esto es solo una casualidad que nos volvamos a encontrar verdad?”

-“Yo no creo en las casualidades, todo lo que pasa tiene una razón”

-“Ah si? ¿Y cuál crees que sea la razón por la que estoy aquí?”

-“Vienes a volverme a joder la vida”

-“Te equivocas, ya cambié”

-“Demuéstralo”

Desperté. Mierda, no puede ser, ya hace dos meces que no había vuelto a soñar que me encuentro con Harry y no necesariamente un encuentro “agradable” ¿Esto significará algo? No creo, quizás solo es una broma pesada de mi subconsciente para torturarme.

EDITANDO  Seduciendo a mi Jefe [HS] (2da Temporada de Sexo con el Nerd)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora