EDITANDO Seduciendo a mi Jefe [HS] (2da Temporada de Sexo con el Nerd)

Capitulo Quince "London, Here We Go"

Harry y yo ya estábamos en el avión con destino a Londres, ninguno de los dos hablaba y sinceramente no quería que él lo hiciera.

Sigo molesta con él por reclamarme de una simple salida con Matt cuando él se estuvo follando a quién sabe qué cuantas mujeres por una semana. Que se joda.

Harry jugaba con su iPad un juego que en lo personal pienso que es para retrasados mentales, pude observar que él estaba demasiado concentrado en el juego y hasta podía jurar que iba perdiendo y eso lo frustraba.

-¿Vas a seguir observándome como si fuese un estúpido? –preguntó él, mierda, me había descubierto viéndolo.
-Yo solo miro a la gente como son, lo siento por incomodarte –contesté.

Él solo rodó los ojos y siguió concentrado en su juego para retrasados, yo por mi lado decidí ponerme mis audífonos y escuchar algo del grandioso Bruno Mars.

When I see your face
there´s not a thing
that I would change
cause girl you are amazing
just the way you are

-Yiuk! Bruno Mars –exclamó Harry.

Okay, esta vez estoy más que enojada. Nadie se mete con Bruno. NADIE.

-¿Disculpa? –dije.
-No puedo creer que te guste esa basura de música, ese tipo no sabe otra cosa que decir otra cosa que no sean mariconadas –YO LO MATO!
-¿Mariconadas? ¡Mariconadas! No es ninguna “mariconada” –dije haciendo seña con los dedos –decirle a una chica lo hermosa que es solamente con la manera que es, lo que sí es una mariconada es acostarte con muchas mujeres y besar a una mujer a la fuerza, eso sí es ser maricón! –Harry nomas formó una raya con sus labios y apartó la vista de mi. Ahora el indignado era el, no me jodan.
-Como tu dígas…

El resto del viaje Harry no dijo nada y nomas se limitó a seguir jugando con su iPad y revisar algos archivos importantes para la conferencia que íbamos a tener con los empresarios británicos en unas cuantas horas, que por cierto, yo desde la semana pasada había revisado esos archivos y memorizarlos.

…

Cuando nuestro avión por fin aterrizó, pude sentir que por fin podía respirar. Tuvimos unas cuantas interferencias en el avión ya que en Londres no había buen clima hacía difícil para aterrizar el avión.

Harry y yo salimos del avión y fuimos en busca de nuestras maletas y llamamos a un taxi para que nos llevara al hotel que Will nos había indicado.

-Yo pago el taxi..-Hablé.
-Me harás quedar mal, ¿Qué clase de caballero permitiría que una dama pagara? -¡No me jodan!
-Dios, ahora te crees muy caballero?
-No me creo, lo soy, eso lo tengo muy bien comprobado –Harry tocó su polla por encima de los pantalones, Dios, no tiene vergüenza, estamos en media calle.
-Ser un caballero no significa tener una polla grande, significa ser amable con las mujeres y tratarlas como lo que son, no acostarse con muchas mujeres al mismo tiempo, a eso se les llama maricones.
-¿Así que piensas que tengo una polla grande? –Estúpido.
-He visto cosas más grandes que esa cosa que tienes tu –Lo cual era mentira –Y no vinimos a Londres para discutir el tamaño de tu polla, venimos a trabajar así que te pido que seas profesional. –Harry me dedicó una sonrisa cínica.
-Soy mucho más profesional que tu, preciosa, y tienes razón en que este no es lugar para discutir el tamaño de mi polla, eso lo podremos discutir tu y yo luego…a solas –me dedicó una mirada picara y no pude evitar sonrojarme, estúpido, estúpido, estúpido Harry Styles.
-Sigue soñando, Styles. Para mi buena suerte el taxi había llegado y Harry me abrió la puerta y me dejó entrar primero, maldito maricón, le indicó al taxista en donde quedaba nuestro hotel y el taxista obedeció.

-Así que vienen de luna de miel a Londres? –preguntó el taxista, ¡¿Qué??!
-¿Disculpe? –pregunté yo atónita.
-No es muy usual que las parejas vengan de luna de miel a Londres, por lo general van a París, Venecia, ya sabe alguna ciudad romántica o sino como una playa genial como Malibú, Hawaii o alguna del Caribe.

¿Qué carajos?

-Nos gusta lo diferente –contestó Harry. Doble ¿Qué?
-Si me permite decirlo, hacen una hermosa pareja –habló el taxista, yo era incapaz de decir algo, creo que me perdí después de la palabra “luna de miel”.
-Gracias, la Señora Styles es hermosa –Harry pasó su brazo izquierdo por mis hombros atrayéndome hacía él y depositando un ruidoso beso en mi mejilla.

No pude decir nada más ya que el taxista paró enfrente de un enorme edificio que al parecer sería nuestro hotel.
-Espero que pasen una hermosa luna de miel, Señor y Señora Styles –se despidió el taxista.

Sinceramente me hubiera gustado ver mi cara, no puedo creer que Harry le siguiera el juego al taxista. “Señora Serena de Styles” Já, ni en un millón de años.

-Oye, hey, Serena, ya puedes despertar de tu sueño –se burló Harry.
-¿Por qué no le dijiste que no somos esposos?!
-Por que el hombre dijo que éramos una hermosa pareja, ¿acaso no lo oíste?, yo no soy nadie para romper las ilusiones de las personas –hijo de puta. Era un hijo de puta y muy ¡cínico!
-Ahora resulta que te preocupa las personas, eres un cínico Harry Styles –le escupí yo.
-Serena es mejor que te calmes, no queremos causar una escenita en frente del hotel, hay que ser profesionales, recuerdas? -¡Que le den!
-Hijo de puta –susurré yo pero Harry me escuchó.
-¿Perdón?
-Nada, cariño, nada –hijo de puta, dije para mí misma.

Entramos al hotel que al parecer era muy lujoso, el lobby estaba lleno de personas que parecían importantes comerciantes de todo el mundo. Vi que un hombre de aspecto árabe, muy guapo por cierto, no sé por qué pero se me hiso conocido de alguna parte pero no puedo recordar de donde. El hombre me dedicó una mirada por todo mi cuerpo, desde mis zapatillas negras hasta mi cabello un poco peinado, maldije por ponerme una falda tan corta y una blusa demasiado ajustada y escotada por que el hombre al parecer disfrutaba de la vista, intenté no prestarle atención y voltearme hacia otro lado pero podía sentir la mirada de aquel hombre sobre mí.

-Harry….-susurré en su oído.
-¿Qué pasa, Serena? –no ocupé decirle nada ya que cuando Harry volteo hacía mi pudo ver al hombre que me miraba profundamente. –Oh, no con mi chica, puñetero –Harry se sacó su saco gris y me hizo ponérmelo, y cubrió poco más allá de mi falta, luego paso uno de sus brazos por mi cintura y me atrajo hacia el haciendo que ni el aire pasara entre nuestros cuerpos y después me besó.

¡Me besó!

Pasé mis manos alrededor de su cuello haciendo aun más intenso nuestro beso. Harry pasó sus manos hacia mi trasero y lo apretó un poco como marcando su territorio a aquel hombre que me era muy familiar.

Nos separamos por la falta de aire y Harry le dedicó una mirada fulminante hacia el hombre y este salió del lobby.

-Muchas gracias, Harry. –le agradecí.
-No agradezcas, Serena, solo hice lo que tenía que hacer y ya.
-De todas maneras, gracias –me acerqué hacia su mejilla y le di un tímido beso en una de ellas haciendo que sus mejillas tomaran un lindo color rosado.
-Solo te quiero decir que no andes usando faldas demasiado cortas ni blusas escotadas, al menos que sea para mi, porque tendré que hacer esto –me volvió a besar –cada vez que vea a algún maricón mirándote como si quisiera sacarte la ropa. Yo nomas reí ante las palabras de Harry y asentí con la cabeza, Harry no me soltó en todo momento ni cuando nos atendieron para que nos dieran nuestra habitación.

-Espero que la estancia en nuestro hotel sea de su agrado, Señor y Señora Styles, que tengan un excelente día –dijo la recepcionista después de que nos diera la llave de nuestra habitación.

Harry y yo solo nos reímos y le indicamos al botones que llevara nuestro equipaje a la habitación 3452. Teníamos demasiado trabajo que hacer….y trabajo de oficina.