𝑰𝑻 + 𝑺𝑻𝑹𝑨𝑵𝑮𝑬𝑹 𝑻𝑯𝑰𝑵𝑮𝑺 • 𝙊𝙣𝙚 𝙎𝙝𝙤𝙩𝙨

[JACK DYLAN GRAZER]

Jack Dylan Grazer
DaniLongbotton

—Entonces, ¿Que le digo?— le preguntaba Maddie, a su mejor amigo, Noah Schnapp.

—Pues no creo que debas decirle nada, vuestra relación tan solo te traería problemas, Madds.

—Sigo sin entender porque dices eso.

—¿Viste la polémica que tuvo con Ellie? ¿Y con lo de los cigarrillos? ¿Y con Talia?

—Ellie le engañó y Talia más de lo mismo, y con lo de los cigarros, ¿Tú nunca cometiste un error, Noah?

—Pero no me grabé.

—¿Por qué parece que estés en mi contra?

—Te advierto, Maddie. Me preocupo por ti. Pero como siempre, harás lo que te salga de ahí abajo, así que...

—Eres un egoísta, Noah— se marchó de su casa.

Odiaba eso, Noah siempre se ponía en su contra cada vez que hablaba de Jack, su Crush, y eso empezaba a molestarse en exceso.

—¿Dónde estuviste?— le preguntó Sadie nada más llegar de su casa.

—En casa de Noah.

—Que raro, siempre que vas a su casa vuelves muy tarde. ¿A qué vino tanta prisa, hermana?— preguntó arqueando una ceja.

—Nada, solo que...

—COF, COF Jack Dylan Grazer.

—¿Cómo lo...

—Finn me dijo.

—Estúpida rana...— susurró Maddie.— El caso, es que siempre que le pido consejo a Noah sobre Jack se pone en mi contra, y eso me enoja.

—Uy... Me suena a celos.

—No se yo, no me pega de Noah.

—Tal vez pudo habértelo ocultado por todo este tiempo.

—Me parece un poco rebuscado, Sadie.

—Es la única razón que le veo para ponerse a la defensiva si tan amigo tuyo dice ser.— Maddie se encogió de hombros.

—Voy a mi cuarto— anunció Maddie a lo que subió las escaleras.

Se sentó en la cama y cogió un libro.

Leer era lo único que le sacaba de ese mundo real lleno de Crushes que jamás se fijarán en ella.

De repente escuchó un ruido en la ventana.

Decidió ignorarlo, total, estaba nevando, así que habría podido ser sencillamente un trozo de nieve caer.

Pero al rato volvió a sonar.

—¡Maddie!— Vale, eso la asustó.

Alguien tiraba bolas de nieve a su ventana.

—¿Que...— se asomó. Era Jack.— ¿Qué haces aquí, Grazer?

—Quería preguntarte algo para asegurarme.

—¿El que?

—¿Sales con Schnapp?

—¿Yo? Que va, solo somos amigos.

—¿Y por qué a mí me dijo que no me acercara a vos porque era tu novio?

—¿Cómo? Se va a enterar.

Cogí la chaqueta que estaba encima de mi silla y bajé a paso ligero las escaleras.

—Ahora vengo— me dijo a Sadie, ella asintió.— Vamos Grazer— él asintió y comenzó a seguirla.

Llegaron a la casa de Noah.

Maddie golpeó la puerta con impaciencia.

—¿Que pasa?— preguntó Noah asustado.

—¿Por qué le dijiste a Jack que salíamos juntos?

—Porque no podía permitir que este capullo saliera contigo, Maddie, tienes que comprenderlo de una vez.

—¡Dios mío Noah! ¡Deja que viva mi vida!— se giró decidida a irse a su casa, pero antes volteó— Cuando dejes de ser egoísta, y pienses un poquito en los demás, me avisas.—ahora si que se giró dejando a Noah con la palabra en la boca.

Ahora caminaba a su casa de alguna manera decepcionada, mirando al suelo todo el rato.

—Maddie, ¿Estás bien?

—No, pero dudo que puedas ayudarme.

—Maddie...

—Lo siento Grazer, pero dudo que sepas cómo se siente cuando apostabas millones por una persona, que a la mínima te falla.

Y si, podría parecer dramática, pero Noah sabía que Maddie solo necesitaba apoyo, porque siempre lo había pasado mal con los chicos que le gustaban, y saber que por esa estupidez que piensa ya nada volverá a ser como antes, pues jode.

—Uno, de eso a tratado mi últimos cinco meses. Y dos, llámame Jack, por favor.— Maddie esbozó una sonrisa.—Con esa sonrisa tan bonita que tienes, diría estupideces veinticuatro horas los siente días de la semana.— Maddie volvió a reír.

—Mi risa no es bonita. Parezco una morsa.— dijo convencida.

—No es verdad.

—Piensa lo que quieras, no pienso discutir por eso— se sentó en un banco de un parque que había al lado. Jack se sentó junto a ella.

—Maddie, antes... Cuando lo de Noah... Me has dado a entender que yo era tu Crush.

—Lo eres.

—Me sabe mal que estéis así por mi.

—¿Sabes que? En realidad es mejor, porque tarde o temprano me lo hubiera hecho. Contigo, o con otro cualquiera. Mejor ahora.— le sonrió ligeramente.

Él se la devolvió.

—Admiro tu optimismo.— se acercó a su rostro.

—Me gustan tus pecas.— le susurró la chica a pocos centímetros de su cara.

—A mí me gustas tú— atacó sus labios formando un largo beso.