6. Complicado

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Taemin no estaba demasiado sorprendido cuando se despertó casi desnudo a la mañana siguiente. Avergonzado, sí, pero lo había esperado. Solo podía imaginar lo que Minho estaba sintiendo. En su mayoría molestia, probablemente.

"Oh, bueno, se lo merece. Tal vez ahora me dé una habitación propia."

Mientras que Taemin esperaba esto, Key, por otro lado, se quedó estupefacto.

—Taemin... qué... um... tú...

El menor no pudo evitar reírse de su expresión.

—Definitivamente no es lo que piensas, Key. Es solo que me muevo mucho mientras duermo, y a veces inconscientemente me quito la ropa. —Se sentó y se frotó la nuca, sonriendo de manera tímida.

Key estalló en carcajadas.

—¡Esto cada vez se pone mejor! ¡Estoy tan feliz de que estés aquí, Taemin! ¡Haces que todo sea mucho más entretenido!

—Ummm, ¿gracias?

—Tengo que interrogar a Minho sobre esto más tarde. Me imagino que tuvo una larga noche.

—Espero haberlo asustado. Realmente quiero mi propia habitación.

Key sacudió la cabeza, sentándose en el borde de la cama.

—Lo dudo. Es muy terco y no creo que tus locos hábitos nocturnos lo ahuyenten.

Taemin soltó un quejido.

—¡Pero odio esto! En verdad no soy su esposa, así que, ¿por qué debería de dormir en la misma habitación con él?

Sabes que a la gente le parecería extraño si un príncipe no compartiera su cama con su futura esposa. —Key se inclinó hacia adelante para arreglar su túnica un poco antes de continuar—. Además, no estuvo tan mal anoche, ¿verdad? Dormiste bien, ¿no es así? Y siempre tendrás a alguien que te proteja en la noche.

Taemin se encogió de hombros, sus labios formando un puchero.

—Supongo...

—Levántate, vamos a vestirte y podemos jugar senet otra vez.


~*~


Los siguientes días que pasaron se hicieron borrosos, ya que hizo las mismas cosas. Minho volvía por la noche, Taemin se despertaba para ver la habitación vacía, y se sentaba en la cama todo el día jugando con Key. Era insoportablemente aburrido, y en realidad extrañaba un poco a Min- más bien, se preguntaba qué estaba haciendo ese estúpido príncipe todos los días.

Realmente esperaba salir de esta habitación pronto, viendo que sus heridas estaban casi curadas. Su cuerpo ya no dolía y los hematomas estaban desapareciendo lentamente, volviéndose de un feo amarillo.

Obtuvo su deseo una mañana, cuando se despertó y vio a Minho sentado en la cama, vestido bastante cómodo. El mayor lo miró tan pronto como sintió al chico moverse.

—Buenos días, princesa.

Taemin le sacó la lengua.

—Ugh, no me llames así.

Minho se rio entre dientes.

—Eres un mocoso.

—No tienes derecho a llamarme de esa manera. ¿Cuántos años tienes? ¿Diecinueve? —desafió el menor. Ya se estaba hartando de que el estúpido príncipe le llamara mocoso y niño cuando el moreno solo parecía tener un par de años más.

Loving The Real You [2min]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora