Loving The Real You [2min]

25. Final

Sungjong agarró fuertemente la botella de banana milk en su mano derecha mientras se acercaba a su destino. Sus pasos se hicieron más lentos sin querer a medida que se perdía en sus pensamientos. Sabía que tenía prohibido ir al lugar al que se dirigía, pero sentía que tenía la obligación de ir.

Se detuvo abruptamente cuando el lago finalmente apareció ante sus ojos.

"Fue hace un año que desapareciste, Taemin-ah..."

Las lágrimas amenazaron con derramarse cuando pensó en su mejor amigo, y no pudo ver nada más que el rostro de Taemin en su mente mientras se aproximaba al lago. Su madre le había prohibido acercarse al lago desde el día en que Taemin desapareció, y él la había obedecido, sin importar cuánto deseaba ir. Pero hoy, algo le estaba tirando hacia ahí. ¿Tal vez porque era el aniversario de la desaparición de su amigo? No estaba seguro. Solo sabía que tenía que estar allí hoy, para entregar la bebida que nunca tuvo la oportunidad de darle a Taemin ese día.

Ese año sin su mejor amigo había sido lo peor de su vida. No tenía otros amigos, y no deseaba hacer nuevos. Simplemente pasaba su tiempo solo, con la excepción de los días en que visitaba a la madre de Taemin después de la escuela. Sentía que él era lo único que mantenía cuerda a la miserable mujer; el único vínculo que le quedaba con su hijo.

La peor parte, sin embargo, era no saber. No saber dónde estaba Taemin, o qué le sucedió, o si siquiera estaba... vivo. Cuando Taemin desapareció, Sungjong inmediatamente había sospechado de Jansuk, pero sus esperanzas se vieron truncadas cuando la policía no encontró nada. Hubo signos de lucha y las señales condujeron directamente al lago, pero la policía no encontró nada más que la billetera de Taemin en el agua. Sungjong se sintió aliviado de que no encontraran su cuerpo, pero todavía estaba decepcionado de que no hallaran nada útil.

Sungjong contempló el lago, sus ojos recorriendo el agua azul mientras recordaba todos los momentos divertidos que solía tener con su amigo en ese lugar. Se rio entre dientes al recordar el día en que llovió fuerte, y cómo ellos terminaron teniendo una pelea de barro, corriendo y gritando en la lluvia como idiotas.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando vio algo extraño a lo lejos. Una figura estaba cerca del lado poco profundo del lago, y casi parecía...

—Oh Dios... —dijo Sungjong en voz alta.

Reconocería ese cabello castaño en cualquier parte.

La botella de banana milk que había estado sujetando se le escapó de la mano y él corrió. Corrió lo más rápido que pudo hacia la figura inmóvil que estaba desplomada en el borde del lago.

—No puede ser... Debo estar imaginando esto... —murmuró mientras caía de rodillas frente al cuerpo.

Extendió una mano temblorosa y la colocó sobre el hombro de la persona, dándole la vuelta. Su mano cubrió su boca para amortiguar el grito de incredulidad que dio cuando vio la cara familiar.

—¡Taemin-ah! —gritó, las lágrimas cayendo por sus mejillas.

Se veía un poco enfermo, y su cabello (ahora empapado) había crecido bastante, pero Sungjong reconoció las suaves facciones del rostro de su mejor amigo de inmediato.

Puso sus dedos en el cuello de Taemin, justo debajo de su mandíbula, suspirando de alivio cuando sintió el pulso, aunque débil.

—Estás vivo... No puedo creerlo...

Metió la mano en su bolsillo para sacar su teléfono y marcó a emergencias con dedos temblorosos.

—Taemin, ¿qué te pasó?