17. Confianza

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—¡Maldición, Key!

—Bueno, si fueras a ver a un médico de verdad, tal vez no te dolería tanto. —Key sumergió el paño ensangrentado en la cubeta de agua, enjuagándolo antes de continuar limpiando la sangre de la herida de Minho—. No soy un experto.

—No los voy a molestar con una lesión tan pequeña. Tienen que atender a otros soldados con heridas graves —respondió severamente.

Jonghyun se acercó al catre sobre el Minho estaba echado para mirar el corte en su abdomen.

—No sé, Minho... Eso podría ponerse feo si se infecta.

—Está bien. —El otro contuvo una mueca de dolor cuando Key comenzó a aplicar la medicina—. Key se está ocupando de eso.

—Si no hubieras sido tan descuidado, esto no habría sucedido —reprendió Key—. Sé que estás preocupado por Taemin, nosotros también, pero no puedes dejar que eso te afecte aquí, ¿de acuerdo?

—Lo sé... lo sé... —Minho lanzó un suspiro, poniendo un brazo sobre sus ojos—. Intento no pensar en ello, pero esa maldita carta solo empeoró las cosas. No puedo creer que Taemin pudiera pensar que esa carta me tranquilizaría en absoluto. Es un terrible mentiroso, incluso escribiendo, y puedo decir que algo está muy mal.

Jonghyun se arrodilló junto a Key, mirando el ceño fruncido que estaba grabado en la cara del príncipe. Él entendía, realmente lo hacía. Taemin era un niño dulce, y Jonghyun también estaba preocupado por él. Además, podía imaginarse que él se sentiría igual que Minho si algo le hubiera sucedido a Key. Demonios, se preocupaba por Key todos los días, en este campo de batalla.

—Lo entiendo, Minho, y no te culpo por preocuparte. Pero al menos Taemin estaba lo suficientemente bien como para escribirte. Confórmate con eso y concéntrate en salir ileso de aquí.

—Sí —enfatizó Key, mientras terminaba de vendar la herida de Minho—. Por una vez, Jonghyun está hablando sabiamente.

El chico sonrió con satisfacción cuando Jonghyun lo empujó juguetonamente.

—¡Siempre hablo sabiamente! No sé de lo que estás hablando.

—Sigue pensando eso, Jjongie. —Key se puso de pie, dándole palmaditas a la cabeza de su amante. Jonghyun le pegó un manotazo en el trasero, ganándose un chillido del menor—. ¡Oye!

Minho levantó su brazo, mirando a sus dos amigos discutir juguetonamente, y en realidad se rio por primera vez en mucho tiempo.

—Ustedes dos no tienen remedio.

—¿Qué? —gritaron simultáneamente, volviendo sus cabezas hacia él.

Eventualmente detuvieron su riña, dejando la tienda de Minho, pero no antes de que Key pudiera exigirle que descansara por el día.

Minho finalmente fue dejado con sus pensamientos, y no podría haber estado más arrepentido de que Key y Jonghyun se fueran. A pesar de sus payasadas a veces molestas, eran bastante entretenidos. Le dieron un poco de esa sensación alegre que tenía cuando estaba con Taemin.

Pero ahora que se habían ido, su mente estaba nuevamente plagada de preocupaciones. No estaba seguro de lo que iba a hacer con las batallas. Las cosas no iban bien, y eso lo frustraba. Quería llegar al palacio lo antes posible. No solo estaba preocupado por Taemin, sino que estar lejos del chico por tanto tiempo también lo estaba matando. Sentía como que si se ausentaba demasiado de Taemin, olvidaría la forma en que se sentía la piel del menor, o cómo esa dulce voz decía su nombre, o la suavidad de su cabello, o la mirada tierna en sus ojos azules.

Loving The Real You [2min]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora