⎯⎯⎿⋆⏌⎯⎯

3.3K 380 297
                                    

[3/3]
En cada una de las cuatro paredes había una tonalidad distinta de color violeta. Una tenía estampada franjas blancas como decoración, y otra, una ventana simple con cortinas transparentes de color Lila pastel.
Carteles de diferentes artistas como lo son Demi Lovato, Sia y Lana del Rey se encontraban esparcidas en cada una de ellas con leves decoraciones con fotos del chico de pecas. Matt.

— ¿Hablas en serio?
— si
Dentro de esa habitación, dos muchachos estaban acostados en la cama del dueño que cuyo chico, recargaba su cuerpo sobre la pared. Y su acompañante reposaba su cabeza sobre las piernas de Matt mientras que este jugueteaba con los mechones de Tom, haciéndole trenzas decoradas con pequeñas flores artificiales.
En esa ocasión, Matt y Tom habían quedado que después de clases se reunirían para la organización del evento de "presentación de talleres" que entre tantas insistencias, Matt logró convencer a Tom, omitiendo el detalle del soborno con botellas de su alcohol favorito.
La idea al principio era que esta organización sería en la cafetería más cercana del colegio, pero el plan dio un giro inesperado cuando Matt esperaba a Tom en la entrada de la escuela, desde hace las dos ultimas horas de clases, había sido citado por la dirección. Así que al verlo salir por esas grandes puertas con el ceño fruncido, lo hizo divagar por lo que pudo haber ocurrido. Cambiando el área social por uno más reservado.

—¿De verdad harás de niñero? — tomó parte de las tiritas de flor de plástico cortando una y colocándolo en la pequeña trenza, casi desasiéndose. Como respuesta Tom gruñe.
Matt solía hacer este tipo de cosas con Tom desde hace tiempo, algo que fue decisión por el de pecas llamándolo como "tratamiento de ira" que le permitiría al de cuencas, desahogarse verbalmente mientras que él solo se limitaba a escucharlo; dedicándose a adornar su cabello.

Terminando con las últimas trenzas, Matt se estira un poco haciendo flexión en su espalda debido a que aún a pesar de que la pared sea cómoda, tanto tiempo recargada en ella lastimaba parte de los huesos traseros de sus hombros. Sin ignorar sus largas y blancas piernas entumecidas.

— si tanto te molestó, ¿por qué no dijiste nada? Hubiera sido más fácil si tan solo fueras sincero — "Que lo es la mayor parte del tiempo" pensó. Y es que él no lograba comprender ese detalle, Tom era TAN directo con lo que pensaba o lo que NO quería hacer, y en la mayoría de los casos, llega a ser muy vulgar con su léxico por la simple sencillez de decirte "No", entonces ¿cual podría ser la excepción?

Por parte, no obtuvo respuesta por su acompañante más que un largo y vago suspiro.
Sabia que algo andaba mal, aunque Tom no le contara a lujo de detalle, no por nada te dejaban a cargo a un tal chico cualquiera que no sabe defenderse por inútiles malhechores, o como él les dice, cholos. Debía ser alguien muy importante para que, ANTE TODO fuera el de ojos oscuros quien se hiciera responsable. "Dios, ¿En que pensaba el director? Es más ¿como sería ese tal chico?"

— y, ¿sabes quien o como es ese, eh...?
Recordaba a ver escuchado el nombre del que tanto hablaba Tom con odio, pero había olvidado como se pronunciaba, era, Lars, Tars, Kares...
— Tord, se llama Tord.
—¿Cómo lo sabes?
— Es de nuevo ingreso, no creo que lo conozcas — arrugó su frente.
—Nuevo ingresó ¿eh? — el sí recordaba que hace semanas había llevado a alguien a pasear, o bien, conocer las instalaciones del colegio. No está seguro si era esa persona o no pero, si recuerda que llevaba un suéter, "uno muy feo". Y recordaba muy bien que era excesivamente grande para alguien tan, pequeño.

Matt seguía pensando, recordando con detalle el chico, pero solo logró haberse memorizado dos cosas, la sudadera y...
— oh dios — Tom volteo a verlo en cuanto escuchó a Matt sollozar, casi.
Con curiosidad a lo que tenia ajeno, se levanta aún sentado sobre las sabanas rosas y amarillas que permanecías desordenas debajo de los dos. Giró su cuerpo de tal forma que podía ver como el chico de, rasgos finos tenía una expresión de asco, casi vomitando.

—¿Matt?
El cuerpo de su amigo tembló, sus manos se las llevó a su cara cubriéndola y maldiciendo o susurrando cosas que Tom, no lograba comprender y solo creaba en su pecho confusión.
Matt siempre ha sido un llorón por cualquier cosa, pero no era ese tipo de personas que se lamentara todo el tiempo. Él lloraba por cosas que lo hacían sentir afligido o frustrado, más de lo que pocos podrían llegar a ver en él. Así que esa sensación en el pecho creció más convirtiéndola en preocupación. ¿Pudo a ver sido por su situación la que le causó tanta angustia?

— Oye, ¿Qué ocurre? — la pequeña distancia que permanecía entre ellos, se corrompió cuando Tom lo tomó por los hombros. Gesto que lo hizo reaccionar. El pecoso se deja ver y pudo comprobar la expresión triste en su rostro, y más que solo tristeza, estaba confundido. Los ojos hinchados de Matt obligaron a Tom a preguntar con esas simples palabras:
— ¿Todo bien?
Y con gran pesar, El narcisista chilla al volver a recordar.
Chilla por ese chico tan fuera de moda.
Chilla por su horrible suéter de lana y su frustrante e imposible...

— el cabello
— ¿perdón?
— Su cabello Tom, hubieras visto su cabello, era tan feo y desarreglado, ¡parecía nido de pájaros! ¡De pájaros! — lloró.

Con Tom en silencio y Matt lamentándose, la habitación había quedado con una sensación de quietud. Pero al tiempo, la primer reacción fue Tom levantándose de la cama tomando por sorpresa al pecoso.
Quien miraba como se dirigía a su silla de plástico azul donde sus pertenencias se encontraban sobre ella. Toma sus cosas y sale por la puerta del cuarto azotándola.
A Matt le tomó tiempo comprender o bien, procesar la situación y fue al momento, que pudo oír la puerta de la entrada de su casa abrirse y cerrarse.
Cuando reacciona por completo se incorpora de pie acercándose con desespero hacia la venta, que con torpeza logró abrirla, y al hacerlo, sacó parte de su cuerpo para admirar como Tom caminaba con pesadez y rabia sobre el concreto. Pero es que, el no podía irse.

— ¡Oye! ¡No hemos hablando del evento!
Sin embargo, no se limitó a ver a Matt.
— ¡Oye! ¡Tom!
— ¡Cierra la boca! — sin dejar de caminar levanta su brazo para dedicarle a su mejor amigo la señal de amor. El dedo del medio.

Fue un error contarle de su situación.

⎯⎯⎿⋆⏌⎯⎯

¡¿En que estaba pensando?!
Matt es un inútil narcisista que solo se preocupa por la imagen. ¡Por supuesto que se pondrá tan exaltado por algo tan estupido!
No bastó para que algo tan exagerado se incrementara en su bomba de tiempo emocional. Ya bastaba con la situación y el plan del director.

Todo era sofocante y frustrante.
Caminaba con rabia refunfuñando y apretando el agarre de su mano con los tirantes de su mochila. Los padres que conoció en la oficia eran absurdos. ¿No eran ellos militares?, ¿por qué carajos no le enseñan a su propio hijo autodefensa?! Es más:

— ¡¿Por qué no lo protegen ellos?! — se tiró el cabello golpeando con fuerza con sus pies el suelo. Su vida estaba TAN tranquila hasta hoy. Debió a verse quedado así.

Exhaló, ya no podía hacer nada, el trato se había cerrado. Solo esperaba hasta mañana para ir a la casa de la familia y que le den indicaciones. Si, indicaciones.

Pudo a verse negado, pero no era como si se lo hubieran dado como opción.
Más tranquilo, se pasa la mano por sus mechones de cabello, dándose cuenta el como caía una que otra flor de plástico. Miró con desconcierto su mano con las pequeñas decoraciones y recordó que llevaba trenzas.

"Tan ridiculo" pensó en Matt. Y aunque se enojara con él, era su mejor amigo. Uno de los primeros. No debía molestarse, le tenía gran aprecio a pesar de lo dramático y exagerado que podía llegar a ser.
— Ag... — Tal vez, podía ser de apoyo para ese tal Tord, Puede y que no sea tan, malo...

Sonrió inconscientemente parado en la esquina de la banqueta admirando su palma. Estaba o estuviera tranquilo de no ser por las risitas que habían vuelto a molestar su inquieta mente.
Por lo que irritado le lanza la mirada, entrecerrando los ojos y frunciendo las cejas, a un grupo de chicas. Quienes se limitaron aguardar silencio cuando sintieron la reacción violenta de Tom hacia ellas.
Con rabia, se sacude su pelo haciendo caer una que otra florecita, deshaciéndose las pequeñas trenzas.

Olvídenlo, esto era una mierda.

☆▏▎⎿lα ѕudαdєrα rσjα ⏌▎▏☆

lα ѕudαdєrα rσjα| tσmtσrdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora