lα ѕudαdєrα rσjα| tσmtσrd

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Decepcionado, definitivamente estaba muy decepcionado.
Solo lo dejaba por unos miserables minutos y ya estaba apunto de matar al pobre chico.
Se suponía que tenía que perdonarse con él, ¡NO volarle la cabeza!
Entre cerró los ojos de manera amenazadora detrás de la ventana. Tom lo observaba fijamente confundido y algo, nervioso. Incluso hasta aliviado. Pero luego sintió la mirada de su esposo, logrando desviar sus ojos para admíralo solo a él.
Su expresión era de resignación, casi neutral, ya había soltado al chico, pero Patryck estaba muy molesto.
Al abrir Pat la puerta del carro, Paul gruñó por debajo volviéndose a hundir en su asiento enfadado, pero no más que Patryck.

– ¿Que putas mierdas te crees quien eres? – enfureció Pat. Paul no dijo nada – ¡te dejo solo por un momento y estás apunto de romper la razón!
Su esposo se puso histérico, gritando cosas que realmente no quería escuchar. Ni siquiera tenía los ánimos para discutir con él.
– ¿estas escuchándome Paul? – gritó.
– ajá.
Eso fue la gota que derramó el vaso.
Patryck estalló de más ira y azotó la puerta. Caminando al rededor del carro hasta el lugar donde estaba Tom, abriendo la puerta y agarrando a Tom por el brazo. Quien sorprendido, solo se dejó ser.
Patryck antes de irse dice:
–si tanto no te importa, y prefieres hacer otras de tus escenas de falta de auto control, al menos me llevaré a TOM para que vea a Tord. Quédate aquí como el cobarde que eres.

Y se fue.

El carro quedó en silencio.
Paul estaba de brazos cruzados, con la mirada perdida. Se sentía mal.
No es que era un cobarde, aveces tener miedo no estaba mal, temía en perderlos, a su hijo y a su esposo. Había visto tanta gente morir en sus brazos, en ser heridos, en ser abusados, no podía soportar el hecho de que su hijo fuese parte de una cadena repetitiva llena de crueldad.
Solo quería lo mejor para ellos, pero no fue él modo. Rompió una promesa con la persona que más amaba, y eso solo era, poner el corazón en la paciencia y la calma.
— Patryck tiene razón, no puedo conmigo mismo.
Y solo, comenzó a llorar.
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Su reflejo se lograba apreciar con claridad en la ventana traslúcida de la recepción.
Había un hermoso jarrón amarillo con petunias. No creía que su color era bonito pero, vaya que si llamaban la atención.
Patryck había ido a ver algunas cosas con el médico para poder recoger a Tord.
Miró curioso y fastidiado con el ambiente.
Creía que debía irse de una buena vez.
No tenía ganas de replicar nada, mentalmente estaba más que irritado, pero físicamente, consideraba que ya había sufrido mucha adrenalina por un día.

Percibe el eco de unos pasos venir hacia él con calma por el pasillo, Patryck caminaba con una expresión dura en su rostro. Lucia pálido y tenso.
Tom estaba descifrando el tipo de persona que era, parecía ser el más tranquilo y paciente de la relación. A como se había mostrado, era frío cuando algo no le gustaba. Fue despiadado en tratar y amenazar al director de esa manera.
Pero ahora, solo emanaba esa aura incómoda de no querer saber nada de nadie.

Pat se detuvo frente a Tom, esculcando sus bolsillos en sus jeans, sacando de ellos un papel color azul que decía en cursiva "lo que debes hacer en caso de..." y en la esquina del lado derecho del sobre, de la misma manera que el título, estaba escrito su nombre (A excepciones de las comillas) y un número telefónico.
Estiró el sobre a Tom y este lo tomó algo inseguro.
Era liso y con un olor a vainilla.
Apenas se había percatado que el hombre frente a él a eso olía. Admiró el sobre y jugó con los entornos del papel. Estaba vacilando.
— ese es mi número telefónico, solo si ocurre alguna emergencia — dijo, Tom volteo a verlo — dentro de esa hoja viene todo lo que tienes que hacer con mi hijo. Evita que se desenvuelva en lugares con grandes multitudes, igual, habla de su problema de ataques de ansiedad o pánico–señaló.

Tom desvió la mirada al sentir la de Patryck al ser muy pesada sobre su ser. Juraría que sus pupilas estaban contraídas y como sus preciosos ojos color miel se tornaron ligeramente oscuros. No creía que eso pasara, pero sus Iris habían perdido brillo.
Tragó en seco.
— ¿por que está apoyando esto? —renegó.

Patryck calló por unos segundos, no estaba feliz y convencido con la idea, pero, aveces era arriesgar un poco de todo, para lograr ver el hermoso destello de los ojos de alguien que amas nuevamente.
— mi hijo se lo merece.
Tom se sobresaltó, por alguna extraña razón había sentido un escalofrío horrible en su columna, de verdad el padre estaba dispuesto a confiar ciegamente en alguien para aliviar el dolor, que él corazón de su hijo empieza a marchitar.

"¿Son estupidos?" Pensó.

Se resignó a fruncir el entrecejo, no era nada personal, pero lo que más podía llegar a odiar, son a las personas que le ofrecen familiaridad ajena a otras. Sobre todo si buscan solucionarle la vida.
A lo, no muy lejano, la imagen de Tord en silla de ruedas y dormido, desmayado, anestesiado, de cualquier forma; quedó marcada en la conciencia de su propio padre. Patryck.
Formó una mueca con sus labios, sus ojos se aguaron de lágrimas. Quería llorar desconsoladamente, pero no era el momento ni la oportunidad.
Se había mentalizado para dar todo de si y hacer que este plan funcione, Tord también debía aprender, tiene que entender que aveces vale la pena pintar tus momentos de color rosa para sanar.
Así sea si tenga que engañar a su corazón.
— una cosa más Tom.
— ¿si?
— cuando Tord quiera caer de rodillas, quiero que tomes su mano. la recargues contra la tuya y palmees sobre su corazón.
Tom permaneció en silencio, dedicado a sólo escuchar.
—cuando hagas eso — posó su mano sobre su pecho — cuando escuches su pequeño corazón latir al punto de explotar, canta "todo está bien, todo está bien".
—¿...por que? — dijo Thomas.
Una enfermera bonita llegó a estar cerca de ellos, sonriéndole a Pat como señal de que todo iría bien. Patryck le regresó la sonrisa y se agachó para tomar la mano esquelética y blanca piel de su hijo, besando su mejilla con cariño.
— lo notarás en su momento.
Por muchas de las veces que le miró, esta vez parecía a verle dedicado un gesto dulce y amoroso. Tom logró sentirse más calmado después de eso.
Creyó y piensa que Patryck es el tipo de persona cursi y romántico, con reflejos de querer derramar miel con hojuelas, el tipo de padre que muchos querrían tener.
Por segunda vez, esta familia lo volvió hacer sentir fuera de lugar.

Suspiró.
— Haré lo que pueda.
— lo sé — bostezó una sonrisa cansada — llamé a un taxi, ya está esperando afuera, este te llevará a casa, envía un mensaje cuando llegues.
Patryck tomó a Tord por los mangos de empuje de la silla, acompañado de la enfermera para ayudarlo a subir y acomodarlo en su auto, con el objetivo de finalmente ir a casa. Pero antes tan solo cruzar la puerta, Patryck agradeció a Tom.
Dejándolo solo, sentado en las sillas de platico, recordando que, dejó sus cosas en el carro del matrimonio Larsson.
— carajo.

☆▏▎⎿lα ѕudαdєrα rσjα ⏌▎▏☆
[TomTord]