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— "Corregir" —

Tenía un plan, algo básico pero lo tenia.
Su chiste era cautivar a Tord y tenerlo comiendo de su palma. Quería que ese miedo se convirtiera en su dependencia hacia a él.
Puede prestarse a ser como mitad de su manera de ser, y la de Matt. Pero había un problema...

Aquel día, habían comenzado el juego sin preocupación, las primeras rondas flaqueaban. Eran de mera enseñanza, y Tom solía ganarlas con facilidad. Sin embargo, a pocas horas regresaron los padres, y se unen a ellos. Paul obligado por Patryck, y por supuesto, la revancha entre ellos dos se hizo notar muy claramente.
Comieron y se llevaron a Tom a su casa.
El día había pasado de una manera gratificante para Patryck, molesta para Paul, y para Tord...

Sentía un mero cosquilleo extraño en la comisura de su labio. Se sentía, bien.

Por la noche Patryck le preguntó sobre el rato en el que habían convivido, y él no pudo no evitar, decir "cómodo".
A pesar del gran vacío que tenía en su pecho, ver a ese chico intentado conversar con él, a pesar de su muy malhumorada actitud, le hizo sentir más curiosidad sobre su persona. Tom se comportaba ciertamente extraño, sabía que trataba de obligarse a si mismo caerle bien. Y eso a Tord realmente no le gustaba.
No era tonto, sus largas experiencias le habían dado la ventaja de diferenciar cuando una persona le interesas, y otras por mera conveniencia.
Aún así, Tord se recostó en su cama, apagó su luz, y se removió entre las franadas. Se quedó mirando el techo, la primera vez que lo haría de muchas otras. Y pensó lo qué pasó.
Ahí, Tord notó algo. Algo removerse en él.

Pero saben, tal vez solo este confundido.

                              ───☆───
Tom iba constantemente a su casa. Y, habían tomado el pasatiempo de jugar juegos de mesa.
Turista, matatena, adivina quien, serpientes y escaleras, Monopilis; uno.
Pero sin duda, para Tord, su favorito, era, el que empezó todo.
Para aquellos primeros días de su visita, aún coexistía esa aura de indiferencia y distancia, no importaba lo que el más alto de la familia Larsson hiciera, simplemente hacían las cosas por solo cumplir.

Tom, desde que Tord volvió a la escuela, le veía tomando distancia para supervisarlo. Siempre checaba que estuviese como había prometido. Era como su sombra. Pero eso solo pasaba cuando era receso, y llegaba a topárselo.

Matt se burlaba de él constantemente llamándolo acosador, o algún apodo como el "caza nidos" en supuestos conceptos, de coqueteo. No es que le gustara estar detrás de él, simplemente estaba obligado hacerlo. Y lo seguía haciendo muy bien, después de que Patryck le diera su primera paga. Muy buena paga.
Más muy a pesar, Tom se confió y sin darse cuenta, a Tord ya lo habían maltratado con un nuevo moretón en la nuca.
Por supuesto, los padres lo notaron. Y el gran gordo que tiene como padre Tord, casi le revienta la cabeza. Y no porque no haya hecho nada, sino que aún creía que había sido el de cuencas. El problema de ellos, era que esperaban de que Tom lo defendiera, pero él simplemente no podía hacer eso.

No le gustaba meterse en peleas tontas de jóvenes inmaduros. Patryck al menos fue mucho más comprensivo, y simplemente le dió el tiempo para pensar en lo que tenía que hacer.
Bien sabía ese adulto, que a Tom no le gustaba esto. Y por ende no quería presionarlo y mucho menos obligarlo a hacer esto.

Las cosas no habían ido bien después de eso. De alguna manera, aquel grupo que solía molestar a Tord, habrían descubierto de que era quien debía proteger al de sudadera roja. Por lo que empezaron a molestarlo a el también.
Su butaca rayada, con varias palabras de amenazas y burlas. Su mochila aparecía en lugares de la escuela que incluso, jamás imaginaba. Si estaba con Matt, ellos simplemente le gritaban de insultos, arrastrando a su amigo junto a él.

lα ѕudαdєrα rσjα| tσmtσrdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora