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Jadeantes, con prisa y las piernas casi a punto de hacerlos desplomar, corrían sin parar al centro comercial.

Tom jalaba con mucha fuerza y frecuencia a Tord, que siempre terminaba casi siendo arrastrado. Le ardían los pies, el roce del cuero de sus zapatos comenzaron a herir su talón. Las calcetas arañaban su piel hinchando la zona, y probablemente aparecerían algunas ampollas.

Chocaban de vez en cuando con personas al azar, cosa que los llevaba a situaciones como ser insultados, derrumbar a alguien por accidente, y puede que algunas miradas curiosas.

Es decir, era raro ver a dos jóvenes corriendo como si su vida dependiera de ello y, el más bajo que, por ocasiones parecía que esa sudadera Azul que llevaba encima, lo iba a matar por lo grande que era para su complexión.

Thomas de verdad tenía que sujetar a Tord de su muñeca, ya que, además del hecho de que era tan huesudo, el sudor no cooperaba, así que podría decirse que se le resbalaba.
Si este lo soltaba por causalidad, de seguro Tord caería de boca contra el pavimento.

La cuestión aquí, ¿que los había retrasado?

El de cuencas cumplió con el horario exacto de llegada a la casa Larsson. Nada fuera de lugar, lo recibieron, le dieron de comer, de beber, charlaron un poco, pero Tord no bajaba de su cuarto. 
Con eso ya llevaban media hora de anticipación desperdiciada. Para sus adentros Tom bufó pero, trató de ser paciente.
Sabía qué Tord aveces se ponía en un plan, ansioso al exponerse mucho. Creía que lo mejor era darle espacio.

Diez minutos más. Y Patryck subió a ver qué ocurría. Dejando a Tom con su esposo y su continua revancha de miradas.

No inusual.

Cinco minutos,  Patryck baja sobándose el sien con algo, de irritación.
Fue ahí que por primera vez, Tom veía a Pat bajar de ver a Tord con cara de hartazgo. Lo cual era normalmente siempre de preocupación y felicidad pura. Acción de genuina protección.

Por lo que decidió prestar con mucha más atención la escena.

Observaba como el más alto, se acercaba al de cejas grandes. Entendiendo que Paul captó el mensaje, y expresando su descontento con un resoplido. Llevándole a ambos, ha ponerse a buscar.

Cosa que confundió a Thomas.

Diez minutos más.
Y no encontraban lo que sea que se supone estaba perdido. Tom miraba ausente, algo aburrido y cansado. Checaba la hora de vez en cuando y sabia que Matt los mataría.

Realmente sea lo que sea que estaban haciendo, terminó uniéndoseles, con la excusa de acelerar el tiempo.
Durante ese rato descubrió, que sin la sudadera tan espantosa que cargaba Tord todo el santo día, no saldría de su casa...

Si, así es. Tord no puede exponerse al exterior, si no llevaba puesto esa cochinada. Al oír eso, lo hizo sentir algo, ¿molesto?.

"¿En serio ponía a sus padres a buscar sus cosas? ¡Por favor!".

Y como siempre es costumbre, Patryck sabia que Tom podría llegar a juzgar de repente a su hijo con frecuencia, por lo que le pidió amablemente que entendiera que esto, no debía tomarse como algo personal.

Y así lo aceptó.

.

Algo tenía Tord que no podía, por decir así, estar sin su sudadera, pensaba que era la manera más cómoda de no sentirse tan inquieto. Tan ansioso y, sobretodo expuesto.

lα ѕudαdєrα rσjα| tσmtσrdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora