Las semanas pasaban en un pestañeo para los alumnos de hogwarts, ya solo les quedaban unos cuantos meses de clases y no pudieron pasar desapercibido que los gemelos no habían hecho ninguna broma.
Eso tenía a todos con los pelos de punta, pensando que probablemente esos meses de ausencia serían para planear una gran broma al final del año. Sin embargo las equivocaciones seguían; alejados de la realidad que ahora vivían los gemelos.
Fred visitaba ahora cada vez más seguido a su profesor de pociones, se quedaba noches enteras en su despacho o se quedaba los días exclusivos para ir a hogsmeade, tras una investigación algo discreta por parte del pocionista, logró enterarse de la recién pareja que se había formado en hogwarts, una adorable Hufflepuff y un valiente Gryffindor.
Un golpe muy duro para su pequeño pelirrojo como solía apodarlo en su mente.
Ahora se encontraban sentados juntos ya que el pelirrojo lo ayudaba a preparar un filtro de muertos en vida; con el transcurso del tiempo había mejorado en pociones, llegando a superar con creces a muchos de sus alumnos Slytherin, esto no había sorprendido a Severus, ya que el tiempo que pasaba con él se la pasaba leyendo libros y preparando pociones a su lado.
—¡Ah!—se quejó el más joven al ver su cabello en un espejo de cuerpo completo que se encontraba en su despacho.
Durante ese tiempo también había descubierto la razón del cabello grasoso de su profesor, el humo de las pociones era una de las cosas más horribles que podía haber para el cabello.
—Te advertí que debías recogerlo—una sutil sonrisa apareció en los labios del pocionista al ver el puchero del pelirrojo.
—No creí que fuera necesario—se excuso el chico—.No lo tengo tan largo como usted.
El pelinegro le dio un pequeño frasco con un líquido verde azulado, el pelirrojo lo miro esperando una explicación.
—Agregalo a tu shampoo, te ayudará—dijo sin más y siguió con la mirada fija en su poción.
Fred sonrío agradecido y guardo el frasco en el bolsillo interior de su túnica, luego de eso se sentó en el escritorio de su otro padre y sacó un pergamino junto a un libro de transformaciones.
•••En otra zona del castillo se encontraba George tomado de la mano con la chica Hufflepuff, en ambos se podía ver una gran sonrisa cuando hablaban, solo que para los amigos más cercanos de el gemelo algo fallaba ¿¡donde rayos estaba Fred?!.
En ninguno de sus años habían visto a los gemelos separados, incluso un chico de Gryffindor dijo –aunque no estaba confirmado– que hasta iban juntos ¡al baño!.
—He George—llamo con una sonrisa Harry, aunque esta temblaba un poco cada que sus ojos se dirigían a la chica –de la que había olvidado su nombre– que estaba junto a él—.¿Podemos hablar un segundo?...a solas.
Mencionó cuando vio la clara intensión de la castaña de seguirlos. George le sonrío y fue con el oji-verde quien no pudo pasar desapercibido la mueca de odio que dibujó la chica al ver que se alejaban.
Raro.
—¿Si? Harry—una sonrisa reluciente se extendió en los labios del pelirrojo.
—Si...Fred ¿tu y George están peleados?.
George se sorprendió por lo directo que fue el azabache y sintió que su sonrisa flaqueó por unos segundos.
—Ah, eso—se encogió de hombros mirando a otro lado, un poco del brillo desapareció de sus ojos al recordar porque se había alejado de su hermano.
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Mi rayo de luz (FredxGeorge)
RandomFred sabía que lo que sentía por su hermano no era amor fraternal, sabía que desde aquella tarde de verano los sentimientos que creía sentir por él habían cambiado drásticamente. ¿Trato de ocultarlo? Claro que sí, trató de hacerlo, pero hubo un inc...