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—Y dime...¿quien se dio cuenta de que faltaba? ¿tu?—pregunto Fred con burla, evitando mirarlo a los ojos.

George mordió su labio mirando a otro lado, sus ojos se ensombrecieron al momento en el que su hermano se apartó de él y camino por el pasillo sin mirarlo.
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Algo en el lazo de los gemelos se había roto, todos podían notarlo solo con estar cerca de ellos, la tensión era abrumadora, la indiferencia podía lastimarte si tan solo te acercabas un poco.

Todos se preguntaban a que se debía tal cambio de actitud, y no duraron en culpar a la nueva pareja del gemelo "mayor".

En pocas horas todos estaban enterados, y se desató un pequeño infierno cuando algunas chicas molestas atacaron con burlas y hechizos a la Hufflepuff causante de parte de aquel inconveniente.

Fred no estaba enterado de nada, apenas había hablado con cualquiera en el comedor y había ido a la torre solo por más ropa, dispuesto a dormir en la sala de los menesteres esa noche.

Todo se vio arruinado cuando un furioso pelirrojo lo abordo en uno de los pasillos y sin pensar un segundo hizo caer a su hermano al piso con un hechizo, teniendo la suerte de que este no cayera por las escaleras al estar llegando al principio de éstas.

—¿Q-qué?—un jadeo asustado escapó de los labios de Fred, su rostro había palidecido y sus manos temblaron al ver que estuvo tan cerca de caer—. ¿Estas loco George?—grito al dar con el causante.

Su hermano se encontraba paralizado a unos cuantos pasos, ahora consciente de lo que había hecho, aún así, puso su mejor cara de indiferencia.

—¿Qué le dijiste a esas chicas?—gruño.

Fred lo miro desconcertado y con sumo cuidado–y temor–, se levantó del piso y se alejó lo más posible de las escaleras.

—Ahora ¿de que diablos me estás hablando?.

—¡Las chicas que atacaron a mi novia! ¡¿que rayos te pasa Fred?!.

La postura de Fred cambio radicalmente ante sus palabras, sus hombros se habían tensando y sus ojos azules perdieron el brillo, tomando un color oscuro.

—¿¡A mi?! ¿¡qué te pasa a ti?! ¡maldita sea casi me tiras por las escaleras!—se acercó de manera amenazante a su gemelo, con la furia ardiendo en sus ojos—.¡No tengo ni idea de lo que le paso a tu chicle! ¿¡pensaste en preguntar de manera educada primero?!.

George se sobresalto, nunca había visto a su gemelo tan molesto, y supo entonces que había sobrepasado el límite de su paciencia.

—¡Ya estoy cansado de esto George!—susurro bajando la cabeza, su cabello, ya bastante largo, caía sobre sus ojos ocultado las lágrimas acumuladas—.Se que cometí un error, se que tuve que quedarme callado y lo eché a perder.

—¿De que hablas? Fred...—intento acercarse pero su gemelo retrocedió y negó.

—Quiero ir a dormir, estoy cansado—dijo y se fue sin mirarlo.

George lo observó hasta que desapareció por un pasillo y golpeó la pared con frustración y enojo, no estaba pensando bien, estaba arruinando la relación más fuerte que había tenido alguna vez y los estaba haciendo sufrir a ambos.

«Debo arreglarlo» Pensó y corrió a la torre de Gryffindor, necesitaba ayuda para acabar con todo.

•••

Severus sintió que algo se metía entre sus brazos y se acomodaba contra su pecho, por lo que ya acostumbrado a ello solo se arreglo mejor y sin abrir los ojos acarició la mata de cabellos pelirrojos que rozaban su barbilla.

Sirio veía todo enfurruñado, quería al pelirrojo desordenado, pero estaba también celoso, él era quien se escurría bajo los brazos de su pocionista durante la noche, y no era que había olvidado su misión original, para nada.

Esa noche ya había recorrido el castillo dos veces el castillo buscando a la rata escurridiza de Pettigrew, sin embargo no la encontró ni allí, ni en ninguna de las casas y, cuando pensaba descansar entre los brazos de su Severus, se había encontrado con el pequeño escurridizo entre ellos.

¡Y vamos! ¡había soportado una hora de la loca profesora de adivinación diciendo que era el grim!.

Lloriqueando se fue a embarcar nuevamente por los pasillos de el ya tan conocido castillo y casi por instinto llegó a la puerta de su gran amigo.

Ya en la puerta, lloró, aulló y rasguñó la puerta hasta que un adormilado Remus Lupin abrió y lo dejó entrar, este ya tenía el claro desgaste que arribaba cuando estaba por llegar la luna llena.

Creía que después de todo aquél pelirrojo le había hecho un favor, podría ayudar a Moony con sus síntomas.

•••

Fred entró al comedor al día siguiente con un andar relajado y una mirada somnolienta, a pesar de todo el drama del día anterior se sentía relajado y sospechaba ligeramente del té que le había dado el profesor Snape esa mañana al despertar.

Fue hasta la mesa se los leones y desayuno sus tostadas con tocino y jugo de calabaza, sin percatarse de las pocas personas que había y de que faltaban el incansable trio de oro y su gemelo.

—Fred ¿te enteraste?—pregunto Neville llegando a su lado.

El pelirrojo parpadeó sin entender que estaba pasando y negó con un movimiento de cabeza.

—Er...George terminó con su novia—informó el chico lo suficientemente alto como para que se enteraran las pocas personas que se encontraban en el comedor.

—¿Y eso a mi qué?—preguntó Fred.

La tranquilidad con la que lo dijo dejó pasmado al chico a su lado quien, sintiéndose tonto, se encogió de hombros y siguió su desayuno.

Realmente algo se había roto entre los alborotadores de hogwarts.

•••

George se encontraba ahora junto a Harry y Draco en el mundo muggle, buscando un lugar donde poder traer a su gemelo al día siguiente, quería volver a tener ese lazo especial que sentía desde que eran bebes y que, por su gran estupidez, se había roto.

—Debe haber algún lugar aceptable por aquí. Tal vez comida francesa o...¿qué buscas Weasley?—preguntó Draco mientras veía la cantidad de restaurantes a su alrededor.

George suspiró y lo miro, dándole a entender que ni el sabía lo que buscaba.

—¿Crees que a Fred le guste la comida china?.

—¡Oh por dios Potter!—Harry miró a su novio sin comprender por que parecía tan exasperado—.Weasley esta buscando un lugar que impresione a Fred y de paso acepte sus disculpas por ser un idiota insensible...

—¡Hey yo no...!

»Lo eres, no protestes—amenazo Malfoy y se giró de nueva cuenta a su novio—.Por eso Harry, no puede ser solo un restaurante de comida china, dime, si me enojara contigo ¿crees que me gustaría que me pidieras perdón en un restaurante de comida china? ¿crees que aceptaría tus disculpas?.

—Ya veo que no—dijo el moreno haciendo un puchero, mostrando un gesto adorable a su novio.

Mi rayo de luz (FredxGeorge)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora