Especial Snack (。・ω・。)

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~Flash Back~

Severus se escondía de los merodeadores en la torre de astronomía, algo que ya era costumbre en su vida desde que ingresó a hogwarts, sus bromas eran casi tan regulares como los golpes que recibía por parte de Tobias cuando regresaba a su "hogar".

Trato de ponerse cómodo entre los cojines de terciopelo y siguió con su lectura de un libro de magia oscura, la magia que muchos aborrecían y temían, pero que a él le encantaba de sobremanera; pasó con delicadeza la página del libro y leyó más a fondo sobre ocultismo y antiguos casos de estos, aprovechando todo lo que podía el estar en paz.

Su cabeza se inclinó hacia un lado dejando algunos mechones de cabello sobre su cara, sin embargo, no le importó y siguió leyendo hasta escuchar pasos por el pasillo.

Nervioso, guardo el libro en su bolso luego de haber usado en el un encantamiento ilusión, dejándolo como un simple libro de la historia de hogwarts y con movimientos cuidadosos se levantó del piso, los pasos se acercaban más y con ellos dos estruendosas risas que conocía perfectamente, debía esconderse y debía hacerlo rápido.

Miró a su alrededor buscando donde esconderse y cuando estaba a punto de ir a un armario que estaba cerca se encontró con la desagradable sorpresa de que ya era tarde, el dúo de merodeadores se encontraban en la entrada de la torre mirándolo.

Quiso sacar su varita para intentar protegerse de los probables hechizos que le lanzarían, pero nada pasó, los dos chicos en la puerta solo lo veían con asombro y él no pudo más que tensarse, ¿qué podía ser tan asombroso?.

—¿Qué quieren?—preguntó el de ojos ónix sin reflejar el temor que sentía, repasando todos los encantamientos que sabía en su mente.

Snivellus...¿qué te pasó?—Snape no entendió a que se refería y fruncio el ceño.

—¿De qué hablas Black?.

—¿Qué acaso no te has visto en un espejo?—pregunto ahora James, con miedo llevó la mano a su mejilla y reprimió un gemido de dolor al hacerlo.

Ahora entendía todo.

Hace menos de tres días había ido a su hogar, tras recibir la noticia de la muerte de su madre y, como esperaba el infierno se desató en cuanto puso un pie en la puerta de la casa.

Su padre estaba tirando y rompiendo todo a su alcance y en cuanto lo vio se desquitó hasta el cansancio con él

Todo había pasado demasiado rápido para ser procesado por un chico de quince años segado por el reciente dolor de la pérdida de su madre; su padre lo había halado hacía el interior de la casa despotricando contra él y su "endemoniada madre", lo tiró al piso y lo golpeó sin piedad alguna, causándole incluso cortes al arrastrarlo dentro de su furia por algunos vidrios rotos.

Al final se había ido y lo dejó tirado en el piso sin poder moverse, pero él no se permitió quedarse en aquél lugar y con demasiada dificultad logró trasladarse a su habitación.

Ya en ella procedió a curarse entre gimoteos y sollozos apenas audibles, estaba cansado, lastimado y...roto, estaba roto por todo lo que había ocurrido. Su madre había muerto, no pudo cumplir su promesa y ahora estaba solo a merced de aquella bestia.

—¿Sni...Snape?—el pelinegro volvió a la realidad ante la voz de su jurado enemigo y estuvo por hechizarse a si mismo al sentir sus mejillas mojadas.

Esta llorando, estaba llorando frente a los inútiles de Potter y Black.

Con un ligero temblor salió corriendo de la torre y no paró hasta llegar a las mazmorras donde sus compañeros se preocuparon al ver las heridas y el llanto.

Mi rayo de luz (FredxGeorge)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora