San Valentín llego con presa ese mes de febrero, los estudiantes gustosos se levantaron temprano solo por una razón. Entregar lo comprado a esa persona especial. Los nervios se encontraban en el aire, los alumnos caminaban en grupo de tres o cinco personas, en especial las jovencitas risueñas que paseaban el castillo. Los caballeros temerosos de ser rechazados no se armaban de valor para acercarse, nadie, excepto un nervioso George que miraba su reflejo en el espejo por quinta vez en el día.
Una locura sin duda, una de la que estaba por caer desmayado en el acto, solo a él se le ocurrió semejante barbaridad. Disponer un tiempo de discusión sobre el padre de la chica que quería. Arthur Goodwin resulto de utilidad para sus fines, necesitaba decirlo antes de que explotara u otro se adelantara.
— Por quinta vez, estas guapo... ¿Ya puedo irme? — Fred desesperado en la entrada de los dormitorios miro a su gemelo — George somos idénticos ¿Qué te digo? Te ves bien.
— ¿No bromeas? — George lo miro.
— No...además, hace frio...te vas a cubrir de abrigos en cuanto salgas, tu apariencia dejara de importar.
Fred evito rodar los ojos cuando nuevamente George giraba en su entorno pidiendo su opinión. El gemelo miro al otro sin creer que estuviera realmente nervioso, él, el gran George quien las chicas temían el acercarse, por las que los suspiros se escuchan en los pasillos. Incluso Fred suspiraba para bromear con ellas y dejar un ambiente relajado. Pero no espero que una chica en particular cambiara por completo a una persona.
Esperaba quien fuera la dichosa del nerviosismos del Weasley no lo decepcionara.
— Bien, si ya está todo listo...me despido, tengo una cita.
— ¿Una cita? ¿Con quién? — George lo miro interesado.
— Se dice el delito pero no el pecado querido hermano.
— ¿Hermione, verdad? Esa chica no te quita los ojos de encima.
— Deja de fastidiar, no es Hermione, pero si es castaña.
Los dos descendieron por el barandal de la escalera, saltaron antes de caer y aplaudieron ante su hazaña. Angelina los vio rodando los ojos, estaba esperando su llegada.
— ¿Piensan que tengo todo el tiempo del mundo? — se acercó con dos cajas, una en cada mano. La morena los vio molesta.
— Hmm si, por eso nos amas querida — Fred le guiño un ojo.
— Sí, claro... tomen, sus obsequios espero que Poppy y Alex los atesoren que si no...me deben mucho dinero.
— ¿Qué-é?
Angelina desapareció dejando a los dos chicos con la boca abierta ante su revelación. Sin perder el tiempo ambos gemelos se despidieron deseando lo mejor en sus citas.
Solo respira, George solo quiere hablar de la carta, solo eso, solo eso... repetir las palabras no ayudaba mucho a Poppy. Miraba su apariencia un poco en el espejo, asentia pero retomaba a cambiarse de atuendo nuevamente. Contaba con trece pero la idea de tener una "cita" le volvia en cierto modo loca. Pero no se consideraba una cita si tu amigo era quien lo proponía.
La excusa de saber la verdad sobre la carta de su padre basto para calmar su alocado corazón pero al conocer la verdad de las cosas, de saber que tal vez George desea algo más que una pequeña charla, la desquicio en su habitación. Ahora que estaba en su quinto atuendo se dio por vencida, tomo el suéter color borgoña que le obsequio en navidad, se calzo en unas botas de nieve, un abrigo de color piel y un gorro para cubrirse del frio.
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Siempre su profesor. [HP]
Fanfiction❝ El miedo es solo una emoción. El miedo no debe dominarnos. El miedo es la parte que nos hace humanos" - Arthur Goodwin. Poppy nunca sintió tanto miedo, el sudor baja por su nuca humedeciendo sus cabellos. Un escalofrío se situó en su estómago ant...