Siempre su profesor. [HP]

Siempre su profesor.

Siendo sincera la parte que anteriormente había publicado en primera persona de Poppy, no termino por convencerme. Por esa razón vuelvo a publicar el capitulo final de la historia, uno que en lo particular da la esencia de lo que había pensando como un final.

Sin otro asunto, les dejo con la lectura. El vídeo puede ser reproducido en cualquier momento, representa la transformación que ha tenido mi pequeña Poppy desde sus inicio ante el primer capitulo de "El miedo solo es una emoción"

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El adiós, nunca fue su fuerte. Después de haber despedido a su abuela a la edad de ocho años, aun le era difícil despedirse de las personas importantes en su vida. Lo comprobó el día que su querido Profesor se fue del colegio.

Poco después de la partida del Profesor Lupin, las habladurías comenzaron en los pasillos. Los alumnos murmuraban sobre lo que el colegio les oculto, que uno de sus Profesores era un hombre lobo. Para unos cuantos, la noticia no parecía alarmante, estuvieron a gusto con las enseñanzas y tratos que recibieron del parte del Profesor, para otros quedaron dividas sus opiniones con respecto al que pensar y para casi la mayoría, fue una barbaridad tener a semejante monstruo en el castillo.

Esa mayoría, era los alumnos de Slyetih. Salvo una persona, una que en secreto guardaba su gran cariño a ese hombre.

Poppy atesoro cada momento a su lado, cada partida, charla y auxilio que le brindo. Estaba agradecida por su gentileza que se armó de valor para callar a los que se atrevieron a murmuran con respecto a Remus. Por supuesto que los alumnos guardaron silencio, Poppy demostró un cambio drástico desde su partida.

No bajo la mirada, no dio un paso atrás, no estuvo a punto de llorar cuando se vio amenazada por los de su propia casa. En su lugar, permaneció quieta, derecha y con la cabeza en alto. 

Pero, al igual que en esos días. Los alumnos solo rodaron los ojos, chasquearon la lengua y le dijeron un comentario ofensivo para retirarse e ignorar a la chica. Poppy suspiro aliviada, recogió su bolso maltrecho, acomodo sus pocas pertenencias una vez sus compañeras de cuarto la dejaron sola.

El año escolar había concluido en un parpadeo. Una débil sonrisa fue creciendo en su blanco rostro, una que contagio sus ojos esmeraldas y alegro su corazón. A pesar de tal vez, no volver con su familia ese año, no le causo el pánico que espero tener en un principio. No después de haber intentado hablar de nuevo con su hermano Riley.

Cuando se despidió del Profesor Remus, entro al castillo acompañada por George, Fred, Alex y Luna les pidió adelantarse al gran comedor. Debía arreglar un asunto, George se negó enseguida no queriendo dejarla sola, al ver a Riley en el pasillo sin compañía.

— Solo será unos minutos Greg, no me pasara nada.

— No confío mucho en tu hermano... no después de lo que ha pasado princesa. Tal vez, deba quedarme — la mirada de súplica le dio ternura a Poppy.

— No, no, ya me has ayudado bastante. Es hora, de que yo me ayude.

Con esa promesa. George decidió aguardar unos cuantos metros desde su posición, y darles un poco de privacidad. Poppy agradeció el gesto, dio media vuelta y fue a encarar a su hermano. Al parecer Riley le estaba esperando, la recibió con una ceja alzada y los brazos tras su espalda.

— ¿Qué quieres Goodwin? — hablo sin rodeos — No tengo todo tu tiempo, debo empacar para ir a casa.

Poppy mordió su labio inferior. Tomo aire para recordar que ya no podía seguir oculta, no podía esperar que los demás pelearan sus batallas por muy dolorosas que estas fueran, si ella no iba a luchar por sí misma, nunca podría salir de la oscuridad en la que estaba. En la tristeza que la estaba embargando la vida a tan corta edad.