Dos mundos diferentes, dos personas opuestas, dos hermanos que se amaron desde el primer instante que se vieron. Aquellos eran los recuerdos de Poppy, a la edad de cinco años comprendió que Riley le cuidaría sin importar nada. Cualquier cosa que llegara a ocupar, palabras, abrazos, cariños, su hermano estaba para dárselos.
Cada uno de los momentos a su lado fue su tesoro más preciado. Al vivir en una casa carente de cariño, Riley le dio una luz en toda la oscuridad de la cual era rodeada.
Cuando su hermano partió a Hogwarts paso los primeros años, sola, presa de una madre encantadora que buscaba crear en ella la mejor dama y bruja, un padre capaz de intimidar con la mirada y palabras hirientes. Pero su hermano no le abandono, le daba esperanza con pequeñas cartas que le enviaba, relatando en cada una de ellas las aventuras dentro del castillo.
Y cuando llego la carta tan esperada a sus once años, no dudo en acudir con alegría junto a su hermano mayor. Emocionada de experimentar todo lo que el narraba en sus historias, le apoyo en todo, desde el primer instante ante los nervios que sintió con su primera varita, así mismo con la llegada de Tomas como nuevo integrante de la familia e incluso le dio la confianza necesaria para enfrentar a su padre en pocas ocasiones.
No espero que todo aquello acabara de un momento a otro.
Poppy contemplo la taza humeante de té posada enfrente suyo, la barbilla recargada en la madera del escritorio, mientras las lágrimas no dejaban de fluir por su pálido rostro. Rememorando los recuerdos de su vida, una en la cual contaba con el apoyo de un hermano. Riley fue y siempre sería su pilar dentro de la familia Goodwin, pero ahora, que tomo la decisión de alejarla. No sabía qué hacer.
¿A dónde podía huir? ¿Quién acudiría a su ayuda? ¿Cómo soportar el ver a su hermano, sin sentir las ganas de llorar?
Ya nadie en la casa de Slytherin iba a tomar las medidas necesarias para dejarle en paz, en cuanto descubrieran el rechazo de Riley, todos los "supuestos compañeros" le darían frente. En especial los hermanos Baldwin. Un débil sollozo escapo de sus labios, cubrió su rostro intentando amortiguar el sufrimiento que pasaba por su pecho. La exhalación que dio era síntoma del pánico que se adueñaba de ella, estaba sola, sola en un castillo.
— Señorita Goodwin.
El suave tacto que sintió en el hombro basto para buscar el consuelo en aquel hombre. Se aferró a la túnica de su profesor de Defensa, buscando el refugio que tanto necesitaba. En ese momento Remus no sabía qué hacer, requería una fuerza sobre humana para no abraza a su alumna con todo el cariño y protección.
Justo antes de la cena no la vio en la mesa de las serpientes, se sorprendió de encontrarle junto a los leones de Gryffindor contenta, emocionada y feliz de estar rodeados de personas tan cálidas. Remus se encontró satisfecho de aquello, su querida alumna se encontraba descansando después de cada escenario cargado de amargura. Se llevó más de un susto al comprobar que el afortunado chico, era uno de los Weasley, el pecoso muchacho disfrutaba de la atención de la castaña, cada palabra, acto o reflejo por parte de Poppy era recibido por George, el chico estaba enamorado de ella y Remus sintió una suave calidez al ver a su amiga feliz por ello.
Pero, en el mundo, siempre existe la otra cara de la moneda. Minerva a su lado contemplo con angustia una dirección, al seguir la mirada de su compañera observo al mayor de los Goodwin doblar uno de los cubiertos con los dedos, eso no presento una buena señal.
Con el pasar del festejo, los estudiantes abandonaron pronto el gran comer, listos para una merecida siestas e inicio de clases. La semana pronto daría inicio, y los exámenes estaban próximos de llegar. Por el camino al despacho sintió la necesidad de correr, el ciclo lunar quedaba a pocos días de su llegada, la luna ascendería el miércoles por lo que requería desvelarse esa noche para terminar los proyectos y pasarlos a Severus.
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Siempre su profesor. [HP]
Fanfiction❝ El miedo es solo una emoción. El miedo no debe dominarnos. El miedo es la parte que nos hace humanos" - Arthur Goodwin. Poppy nunca sintió tanto miedo, el sudor baja por su nuca humedeciendo sus cabellos. Un escalofrío se situó en su estómago ant...