-¿Bueno?
-¡Hola Chaparra!, ¿Qué tal?.
-¡Adam, Que gusto!, me alegro tanto de poder escucharte.
-Lo siento por no llamar antes. Las terapias son duras y rígidas. Pero ya tengo el permiso para poder llamar más seguido. ¿Como está papá?
-Esta bien. Gracias a Dios, trabajamos para que no nos falte nada. No sabes como me alegra saber que ya estas mejor.
-Si chaparra. Pronto estaré con ustedes, ya no les daré problemas -Rio.
-no son problemas Adam. Sólo debes priorizar las cosas. Ya no somos unos niños.
-Lo sé, ahora lo sé. Bueno... ¿El taller que tal?, ¿Trevor aún no te convence?
Ella empalideció.
-¿Que has dicho?.
-Lo sé todo Ángel. Lo sabia todo desde un principio. Él siempre te ha visto como el Ángel que eres.
-No lo sé. Ahora es diferente, verás... Hay una chica nueva trabajando y creo que tienen una relación. Pero da igual.
-¿Segura?
-¡Que sí! Además, tendré una cita con alguien...
Él se sorprendió.
-¿Que?, ¿Con quién?, Jamás te vi hablando con alguien.
-No es una cita en realidad. Es un tipo que me tira la moto cada vez que puede. - recordando el incidente.
-Ángela, no te estoy entendiendo nada.
-Es una larga historia. Tendré tiempo después de contarte.
-Tienes razón. A demás mi hora de hablar se acaba pronto. ¿Cuando tendrás esa supuesta cita?
Ángela recordó que no habían quedado en el día ni en la hora, ni en el lugar.
-la verdad aún no Lo sé. Solo quedamos así como así... Supongo que tengo que verlo de nuevo.
-Entiendo. Yo voy a llamar cada dos días, le avisas a papá que hablé. Los quiero mucho. Y me cuentas qué pasa con ese chico. ¿De acuerdo?
-Si hermanito. Te adoro. Esperamos tu llamada. Por cierto, mañana llegan las nuevas refacciones al taller. No te preocupes, Patrick y Yo haremos todo el inventario.
-Gracias Ángel, ¡Besos!.
-Ciao.
Cuelgan...
Nada había nada que la hiciera más feliz, que el saber de su hermano. Más al saber que estaba bien. Que estaba mejorando y pronto lo vería de nuevo...
Scott no lo pudo soportar más.
-Aliss.
Ella volteó sin interés alguno.
-ah, ¿si?
-¿Podemos hablar?
-dime lo que quieras decirme...
-no, aquí no. No quiero que toda la escuela nos escuche y armar un escándalo... ¿Podemos vernos en el parque hoy por la tarde?. Es algo importante - suplicó.
-Como quieras.
-¿Paso por ti?
-No. Yo llego sola, gracias.
No muy convencido, la dejó marchar a su respectiva clase. No podía creer la falta que le hacia hablar con su tierna acosadora enferma.
En el Taller...
Ángela junto a Patrick hacían el inventario de todas las cosas que habían llevado al taller. Les gustaba dejar todo en orden. Cuando era día de inventario, el resto de los trabajadores se tomaba el día libre y solo ellos se quedaban. Ya que cerraban antes de lo usual.
-¡Por Fin! - dijo Cansada.
-Lo sé, yo también ya estaba exhausto de tantos números y cosas.
-Bueno grandote. Puedes irte. Yo voy a cerrar.
-¿no quieres que te acompañe?
-No, gracias, tengo que hacer unas cosas...
-Como quieras - respondió. Te veo el lunes rubia.
-Si, cuidate.
Ángela cerró las puertas y portones del lugar y salió con su patineta. La verdad, esperaba encontrarse al chico de la moto para que le dijera una fecha, lugar y hora, del supuesto encuentro... Por alguna razón solo quería sacarle información sobre el chico de ojos verdes (El chico de la nariz rota). Saber más de él, era él, quien estaba en sus pensamientos... ¿Iba a aprovecharse del chico?... Sí.
En un parque lleno de arboles y unas fuentes elegantes, Estaba en el parqueo, una motocicleta familiar... Era "esa" motocicleta que ya había visto antes... La identificaba por una calcomanía con unas iniciales en ella.
Decidió pasarse por el parque. Quizá encontraba algo...
De pronto. Vio a dos chicos y dos chicas en una cita doble... Sus ojos se abrieron en par y su boca formó una O.
No era tanto porque el chico de la moto estuviera contemplando el rostro de una pelirroja. Si no, que él otro. Estaba con una pelinegra más que cómodo.
-Solo son basura... Pensó
Disculpen por hacer corto este capítulo pero quiero dejar en suspenso...
Aclaraciones: ustedes saben que Scott es el dueño de la motocicleta. Al ver Ángela con Casco a Connor en ésta misma, creyó que la cita sería con Scott.
Por eso se sorprendió al ver que ya tenía a alguien con quien pasarla bien... Ella no iba a ser juguete de nadie... Ustedes dirán... Pero, ella si iba a utilizarlo a él, exacto... Aquí vamos con el mensaje que quiero dejar... Y poco a poco lo van a ir comprendiendo...Ahora, al ver a Connor, su expresión fue triste, con su voluntad o sin ella. Había entrado en su corazón. Sin saber que él era quien quería la cita con ella.
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No Soy Tu Cenicienta
Teen FictionEl dinero no da la felicidad. AMOR/HUMOR novela juvenil Hola, espero que te guste mi pequeña historia en proceso ❤ dejame ver que te gusta en los comentarios, de ante mano gracias por leerme.