Capitulo IX

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- ¡Hola, es un gusto conocerte Connor! - saludo tan amablemente aquella chica.

era alta, cabello negro, delgada,ojos tan oscuros como su cabello, pero su piel era muy nívea, era muy hermosa ante los ojos de cualquier chico.

- el gusto es mio, por lo que veo, ya me conoces, pero yo a ti no- respondía Connor ante el saludo amable de aquella chica.

-pues, no lo suficiente, solo me han hablado un poco - señalo con el dedo a Aliss, quien sonreía cómplice.









Ángela, salio del tocador de chicas justo en el momento en el que Connor carcajeaba sobre algo que al parecer había sido muy gracioso. pudo notar muchas personas a su alrededor, en particular a una pelinegra que lo veía como si se tratara del mismo Jesucristo en persona, se veía ridícula- decía Ángela en su interior.   

decidió dejar de ver lo que no le incumbía en lo Andrajosa. es más, ni siquiera entendía Porqué estaba mirándolos, en lugar de esconderse por haber roto el parabrisas del rubio.

Se acercó a la mesa de los suyos, estaban todos como siempre siendo muy informales y para nada estéticos, Como en cualquier lugar.

-Ángel, ya viene tu padre, el auto está afuera - le avisaba Trevor a la Rubia.

-pensé que íbamos a despedirnos de mamá - Reclama Adam a su padre al darse cuenta en dónde se encontraban estacionados.
-Iremos luego, por lo pronto, ¿puedes entrar a recoger comida que encargue?
-Pa' , entregan a domicilio - Dijo un tanto sarcástico el fortachón.
- si puedes pasar por él, ¿para qué esperar? - respondió su padre arceando una ceja.

De mala manera Adam bajó del Pick'Up y se dirigió hacia la entrada, todo estaba en silencio, muy sofisticado, se sentía incómodo por vestir tan informal, incluso cargaba sandalias. Pero tan guapo como siempre.

¡SORPRESA!- Gritaron en una mesa
Habían dos jóvenes sosteniendo un cartel que decía: "Feliz Viaje Adam"
Otros dos sostenían otro que decía: "Te Deseamos Lo Mejor" y Ángela junto con Trevor caminaban hacía Adam para despertarlo del Shock que tenía. Esto no se lo esperaba.

Al oír aquellos gritos y festejos, despertaron el interés de todas las mesas de ver qué ocurría. En especial a un alto, rubio, delgado y apuesto chico, quien desatendía a una pelinegra por observar qué pasaba en la mesa donde se encontraba la Andrajosa.

-Y bien... - Dijo Elizabeth, haciendo reaccionar a todos los espectadores de la mesa de los riquillos - ¿Ordenamos?

-Ángela, no puedo creerlo, me tomaste por sorpresa- dijo su hermano abrasando a la mina.
- sabes que por ti haría cualquier cosa, te amo hermano - Respondió mientras lo abrasaba.

Caminaban hacia la mesa cuando escuchó unas carcajadas muy llamativas, provenían de la mesa, bueno, ya saben cual.

¡Mirenlo! ¡Jajajaja! - Señalaban los pies de Adam - Es ridículo salir así a la calle, ¿no te alcanza para los zapatos?

Todos hacían burlas y bullicio, las demás personas del restaurante se estaban cansando de tanto escándalo. Unos se retiraban, otros ponían queja al gerente, los amenazaron muchas veces pero seguían riendo.

Adam era un chico que no sólo una vez se había metido en problemas, todos le tenían miedo, era muy alto y muy fornido, grueso de brazos y piernas, con una cara de hermano súper protector.
Razón por la que Trevor jamás se había animado a habar antes con Ángela, sabía que Adam siempre estaría de promedio. Hay que admitirlo, se aprovechó de la situación.

No se avecinaban buenas cosas, nadie, NADIE se metía con Adam Lowrence

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No se avecinaban buenas cosas, nadie, NADIE se metía con Adam Lowrence.

-¿Tienes algún problema conmigo? - Se dirigió a Connor, al parecer era quien más se reía de la apariencia informal de Adam.

Scott era el que aparentemente podría con el fortachón, pero aún él se sentía un tanto intimidado, Connor, era mucho mas delgado y debilucho, comenzó a pensar que no había sido buena idea.

-Disculpen, pero estas dos mesas -Señalando a los riquillos y a los revoltosos- ya ocasionaron muchos problemas, les pediré que se retiren por favor.

-¿Que?, ¡no! Por favor no señor, -suplicaba Ángela al gerente del restaurante.

Se sentía muy decepcionada, quería una fiesta para su hermano y solo consiguió problemas, esto había salido fatal.
Se enfureció, y de nuevo la sangre se le subió a la cabeza, no supo que estaba haciendo, solo se dejó llevar por la adrenalina de sus emociones, caminó a paso rápido hacia la mesa donde estaban los riquillos, empujó a Adam para que se quitara del camino, tomó de la camisa a Connor y le dejó ir un :

-¡Esto es tu culpa! - Dijo mientras su puño se estrella a contra la nariz del rubio.

Trevor la apartó, Adam se río como loco y comenzaron a pelear unos contra otros - Ricos vrs. Pobres o como le quieran llamar.

La seguridad del restaurante intervino en aquella lucha ¡vaya primera impresión del lugar! Solo hizo falta sacarlos a todos a patadas.

-Adam, esto no era lo que tenía planeado. Por favor perdoname.
-Chaparra, tranquila, me divertí mucho, pero tengo algo que hacer, te veo luego, Trevor, llevala a casa con bien. - se despidió su hermano con un cálido beso en la mejilla, y agradeciendo a todos por sus buenas intensiones.
Ángela se sentía frustrada y comenzó a patear todo lo que estaba a su alcance. Trevor la quiso detener pero ella se soltó y se hecho a correr, sinceramente la idea de llevarse lejos a su hermano estaba matándola lentamente.

Corrió y corrió, pasó delante de los riquillos, empujándolos, no le importó que la insultaran, no escuchaba nada, sus ojos acristalaban, pero nadie podía verla llorar ¡no señor!.

Llegó a un viejo parque, se aseguró que le perdieran el paso y se sentó en un columpio de niños, se mecía al son del viento, miraba las estrellas y la luna, extrañaba en esos momentos una voz que hace mucho tiempo no escuchaba. Quería hablar con la única persona con quien podía mostrase débil. Su madre.

De pronto escuchó unos pasos.

-Creí que había sido clara Trevor, quiero estar sola - dijo sin mirar hacia el lugar donde provenían los pasos.

-lo siento, no sabía, te dejaré sola.
Esa voz, no era de Trevor.
Justo detrás de ella. El chico de la nariz rota.

No Soy Tu CenicientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora