Capitulo XIV

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La relación entre Connor y Elizabeth Cada día iba siendo mas fuerte y unida. Se habían tomado un enorme cariño, aunque Connor tenía una duda pequeña de porqué Elizabeth iba al baño a la misma hora todos los días. Lo tomaba como algo sin cuidado pero era muy difícil no notarlo.

-¿Puedo llamarte amor? - Preguntó la pelinegra a su chico rubio.

-Creí que jamás lo harías - respondió.

Unieron sus labios en un primer beso que dejó huella en ambos.

Estaban en un hermoso día de campo apartados de la sociedad. En un bosque muy despejado y lindo. Tenían comida, bebida y unos juegos de mesa. Se habían propuesto pasar el día juntos, sin interrupciones ni personales, ni tecnológicas.

-Esto es hermoso Connor. Nadie había sido tan lindo y caballeroso conmigo.

Él sonrió y la abrazó fuertemente. Era todo un caballero, experimentado en todo tipo de relación. Sabia como convencer a una mujer.



Scott tenía una semana de no toparse con Aliss exceptuando las veces que cruzaban pasillos, pero ella lo esquivaba.
Empezaba a darse cuenta de la falta que hacía la insistencia de la chica. No era tan malo después de todo. ¿La habría perdido para siempre?, ¿ya tenía un nuevo amor a quien perseguir?.

La intriga la asesina por dentro cada vez más. ¿Trevor y Camila están saliendo?
Desde que llegó a trabajar al taller no le quita los ojos, hace todo por hablarle, parece que se conocen de hace mucho tiempo. Tiene mas confianza que la que tenia con ella. Empieza a sentir punzadas en su corazón ¿que le estaba pasando?.

Camila está muy agradecida por dejarla trabajar, aunque no hace gran cosa para no hechar a perder el trabajo, pero al menos se podría ganar la vida limpiamente.

Trevor quiere que Ángela lo vea con Camila cada vez que fuera posible, quiere darle una lección, quiere que sepa, qué se siente ser rechazado. Era ¿venganza? Pero... En realidad ¿qué relación tiene con Camila?.

-Fue un estupendo día. Gracias por todo, me encantó. Espero que salgamos de nuevo - Elizabeth sabía que salir con el chico mas guapo de todos le generaría popularidad entre otras cosas... Hacia todo por que él fuera de ella. Pero con lo que no contaba era que él siempre iba un paso adelante.

-Claro que nos volveremos a ver. Pero será en tu casa, en tu cuarto, en tu cama - le susurró. Era típico de él.

Ella sonrió sonrojada pero asintió.

Luego de dejarla en la puerta de su casa  se colocó su casco y partió. Cargaba la moto de su hermano, ya que aún estaban congeladas sus cuentas y no tenía el dinero suficiente para arreglar el vidrio de su auto preferido. No salia en otro a menos que la situación lo ameritara.

De pronto vio una rubia rondando la esquina de la calle por la que pasaba. Esa rubia que más de una vez había visto. Algo se movió dentro de él. Solo podía contemplar cómo hacia volteretas con su patineta, dejando su cabello bailar con el viento. Era preciosa.

Se acercó sin quitarse el casco. Quería hablar con ella sin que supiera que era él, de seguro lo golpearía de nuevo. Y con razón lo haría. La había dejado sola después de ser amable con él. Sabía que no era una chica que con todo el mundo iba a ser tan generosa. Y aún así, él le falló.

Se acerco poco a poco en la motocicleta, bajando la velocidad.
Ella pudo observar al chico que se acercaba justo detrás de ella. Como si quisiera decirle algo. Volteó el rostro y vio esa motocicleta. Tan familiar. Cómo no reconocerla. Ya había estado abajo de ella cuando el piloto la tiró al suelo.

-¿Que demonios quieres?, vienes a burlarte? -preguntó molesta.
Él solo negó con la cabeza. No quería  hacerse notar. Pero... ¿Ella reconocería la voz?

Se arriesgó a averiguarlo.

-solo quiero que sepas. Que... - lo pensó... - eres hermosa.

Ángela parpadeó muchas veces seguidas tras aquél comentario.

-¿Como te llamas? - preguntó...

-Connor - respondió. Creía que ya sabia quien le hablaba bajo el casco. Así que decidió quitárselo...

-Gracias por el cumplido pero... No me interesas.

Estaba apunto de hacerlo... Cuando paró... Sus manos ya no subieron el casco y decidió dejarlo puesto

-lo sé, soy todo un patán - dijo apenado

-Al menos lo reconoces, no como tu hermano. Es todo un idiota.

Connor se confundió.

-¿Hablaste con mi hermano?

-Una sola vez. Creí por un segundo que seria diferente a todos los de su tipo. Me vi bien imbécil ese momento.

Era raro. Scott no le había comentado que ya habían hablado. Es más, a el no le agradaba ella.

-Bueno, enserio perdón por ambos. Espero que algún día cambies de opinión.

Ángela se extrañó al ver la actitud de aquel chico, aunque un poco descortés al no quitarse el casco, pero no le tomó mucha importancia. Y cuando menos pensó, sonrió. Tomó su patineta y siguió su dirección, dejando allí al chico en la motocicleta.
-Quizá uno de ellos, al fin de cuentas sí tenia alma. - reflexionaba.

Connor pensó por un momento, que podía haber abierto brecha para poder iniciar una comunicación con ella. Porqué deseaba eso... No lo sabía. Pero quería averiguarlo. Así que decidió seguirla...

-¡Oye! - gritó. Ella volteó hacia dónde provenía esa voz.- quiero verte de nuevo. Hablar. Conocernos mejor.

Ángela sonrió, pero esta vez fue sarcásticamente.

-¿a caso dije, o hice algo para que pensaras que quiero algo contigo?

-Si no quieres verme después de esto lo comprenderé, ya no te dirigiré la palabra nunca más. Pero dame la oportunidad- suplicó.

Ella lo pensó.

-Esta bien. - aceptó. - pero luego de esto, cada quien por su mundo ¿vale?

El asintió. Y aceleró, se fue dejándola atrás. Ella confundida se reprendió al pensar con. Claridad su decisión, pero no tenia nada que perder. Si algo trataba de hacerle, iba a romperle la nariz como a su hermano.

En realidad ¿con quien tendría la cita Ángela?.

No Soy Tu CenicientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora