-¿Bueno?
-Patrick, disculpa la hora. Pero necesito tu ayuda.
-¿Connor? ¿Tiene idea de qué hora es?
-Patrick. Lo siento enserio. Pero no tengo a quien acudir. Necesito hablar contigo. Por favor ayudame.
Connor después de pensar y pensar hasta las tres de la mañana decidió acudir a la ayuda que el joven chofer le había ofrecido anteriormente.
En la mañana cuando todos ya estaban despiertos en la mansión Kendell. Uno de los hermanos estaba desayunando con sus padres en el patio de atrás mientras el otro estaba en su habitación planeando cómo salir de su casa esquivando todas las preguntas y gritos que sus padres harían al ver las maletas y la decisión de su hijo reflejada en su rostro. *vueltas y vueltas en el mismo lugar*
Decidió armarse de valor y salir por la puerta de su habitación.
Sólo llevaba consigo lo necesario para subsistir, no podía llevar tanto equipaje ya que solo contaba con dos manos, y regresar por otras maletas era impensable.Ángela estaba para en la puerta de su casa despidiendo a su padre con un caluroso abrazo fraternal.
-Te cuidado papá, saluda a mi hermano y hazle saber cuánto lo quiero a pesar de sus idioteces - exclamó rodeando la mirada.
-Tu también cuidate mi Ángel, por favor. No quiero que vayas a trabajar estos días - Advirtió - quiero que estés en casa. Y si vas a ir, que sea sólo por la mañana.
Ángela asintió.
Su padre se fue en el auto y Ángela solo podía ver lo pequeño que se hacia entre más larga era la distancia, hasta que lo perdió de vista. Ella entró a su casa y fue directo a su cuarto, se acostó en su cama revisando su celular. Hace mucho no escuchaba música y se relajaba un poco, desde que Adam le dejó el cargo del taller.
Buscó una canción que siempre la ponía de buen humor. Buscó en su reproductor una canción perteneciente al cantante español Ramón Melendi y tras encontrar lo deseado comenzó a sonar una dulce melodía acompañada de una preciosa letra la cual hacía que ella cerrara sus ojos y disfrutara de la simple belleza de una canción.
"Ella es así, No tiene miedo de aceptar la verdad, no piensa en cómo fue ni cómo será, porque ella ama la vida"
En su mente solo había espacio para pensar en el dueño de aquellos ojos hermosos llenos de vida, de belleza, ojos con mirada electrizante. Amaba esos ojos.
Un mensaje de texto la sacó de su ensimismamiento casi de inmediato, era raro. Ella normalmente no recibía mensajes. Con curiosida lo abrió y con su vista leyó:
"Mensaje de Patrick"
"Ángela, disculpa si estoy siendo inoportuno pero necesito tu ayuda, un amigo acaba de salirse de su casa y temo que no tiene a dónde ir. Mi casa es demasiado pequeña y ya somos siete en ella. Por favor permite que duerma en el taller sólo por hoy"
Si algo le habían inculcado sus padres era la generosidad, y esa no iba a ser la excepción. Respondió el mensaje de su compañero de trabajo con una respuesta positiva y quedaron de verse en el taller en veinticinco minutos, era lo que se tardaba en llegar allí caminando y por alguna razón no encontraba su patineta.
Rápidamente se vistió, ya que era de mañana y aún andaba con el pijama puesto. Y peinó su cabello en el mejor intento de hacerlo. Se hechó a andar.
-Te quedarás en el taller de mi jefa. - avisó Patrick a su "amigo" el cual hace unos momentos había salido de su casa pero no sin antes dar buena batalla.
-¿La chica rubia? - preguntó entusiasmado y a la vez muy nervioso.
-Esa misma, con la que te fuiste el otro día. No tenia a quién más decirle, pero ella aceptó sin pretexto.
Connor estaba feliz, al fin iba a poder verla cuando quisiera. Todo prejuicio, todo problema, el clasismo y la discriminación social había quedado atrás, era él y él la quería. Ella era su sueño.
Al llegar Ángela al taller abrió la puerta principal y entró a buscar su patineta, había llegado antes que los chicos así que aprovechó para buscar en dónde dormiría el inquilino. -supongo que dormirá en un auto- pensó.
Buscó y buscó lo que había perdido, nada. De pronto escuchó un auto acercarse. Decidió posponer su búsqueda y salir a su encuentro.
Cuándo el carro llegó a su destino paró frente a ella. Ambos aún adentro charlaron unos segundos.
-Connor, ¿estás seguro de esto? , en tu casa lo tenias todo. No sabes qué pasará mañana. - Advertía Patrick
Connor Sonrió al ver a la rubia en frente parada esperando a que se dignaran a salir.
-Creeme, sé que es lo que quiero. Y no van a detenerme.
Patrick salió del auto y saludó a la chica. Mientras Connor se armó de valor para salir. Abrió la puerta del auto cuando de pronto sonó su celular.
Mensaje de Elizabeth
"Amor mío, ¿en dónde te has metido?, te busqué en el colegio y no estás por ninguna parte, Scott no quiere hablar ni con Aliss, hablame por favor.
Te quiere: Tu novia.¡Mierda, tenía novia!
Hola mis lectores❤ disculpen la tardanza pero la universidad me tiene muy saturada, lo bueno que se acercan las vacaciones y podré subir un capitulo cada dos días como lo hacia antes.
Los invito a pasar por mis otras obras. Las cuales están iniciando. Ojalá les gusten
Una es de Misterio/ suspenso
La otra es una historia corta que trata sobre la ambición y el amor al dinero. Por favor ayudenme a saber si les gusta.Otra cosa. Quiero comentarles que faltan XX cap. Más para terminar la obra. Trataré de hacerlos mas largos ❤
Los quiere
Andrea👋😍
ESTÁS LEYENDO
No Soy Tu Cenicienta
Teen FictionEl dinero no da la felicidad. AMOR/HUMOR novela juvenil Hola, espero que te guste mi pequeña historia en proceso ❤ dejame ver que te gusta en los comentarios, de ante mano gracias por leerme.