EXTRA 2

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Cuando le había propuesto matrimonio a Sam, hace cinco años en aquel baile escolar del Instituto Berkeley, ella se había negado.

Y con un razonamiento justo.

Éramos muy jóvenes para contraer casamiento, en ese momento. De igual manera seguimos juntos hasta el día de hoy en donde, por segunda vez, le haría la propuesta. Ella se encontraba bebiendo un capuchino en Starbucks, como la primera vez que nos vimos cara a cara. Se veía muy distraída observando su móvil, mientras tomaba un sorbo del contenido de aquella taza. Lo cierto era que llevaba viéndola yacía por varios minutos. Admirando su belleza y preguntando que habría hecho yo para ganarme tal mujer increíble.

La amaba con locura y la quería junto a mi para toda la vida, o hasta que el destino lo quisiera.

Entré al local un tanto nervioso.

En cuanto sonó la campanilla que anunciaba que un nuevo cliente entraba, o salía, Mariposa also la mirada y al verme sonrió.

-Buenos días, amor- saludó.

Me acerqué a sus labios y los besé.

-Buenos días, muñeca.

Me coloqué en frente suyo y toque disimuladamente el bolsillo de mi pantalón, los nervios me estaban consumiendo.

-¿Amor...?

-¿Qué? ¿Qué? ¡No hice nada!

Sam me miro con media sonrisa y frunciendo sus cejas.

Era muy paranoico cuando estaba nervioso y por eso lo odiaba.

-¿Que te ocurre?- dijo riendo-. Sólo te iba a preguntar si ibas a pedir algo para desayunar...

-¡Oh, si!- Hable sonriendo, sin gracia-. Iré hacer mi pedido.

-Pero la camare...

Y antes de que terminara me fui rápidamente, me dirigí al mostrador y pedí un café. Cosa rara en mi, ya que odiaba el café. He aquí la cuestión, mis nervios no me dejaban pensar bien. Otra cosa negativa de ello.

De repente una idea me llegó.

-Pss... oye- llamé a una camarera, ella vino sonriendo- ¿Podrías poner esto en una dona y se la entregas a esa chica de allá?- le pregunté señalando a Hale.

Al ver que era, la rubia camarera asintió varias veces sonriendo aún más. Recogí mi pedido, asqueroso, y me volví hacia mi novia. Al sentarme nuevamente, la mirada de ella recayó en mi bebida y luego en mi, y así sucesivamente.

-A ti no te gusta el café.- afirmó, entre cerrando sus ojos hacia a mi.- ¿Soy yo o tú estas algo rarito?

-¿Yo raro? ¡Descuida! solo pruebo cosas nuevas...- Hable rápidamente.

Hale me iba a replicar algo más, pero entonces llegó la rubia con el pedido que le había hecho, le dijo que la casa invitaba— cosa que mencioné que dijera—, y sin más que decir se retiró.

-¿Qué esto?

-No lo se, a mi no me lo dieron.

-Si, pero presiento que tu tienes algo que ver.

-Para nada.

-¿Seguro?

-Ajá.

Volvió a entre cerrar los ojos en mi dirección y tomó la dona entre sus manos, luego comenzó a comerla con suma precaución. Cada mordisco era un nudo en mi estómago, sin saber en que momento lo encontraría. Me quede impactado cuando acabó por fin la dona y jamás sacó nada parecido a un anillo de su boca.

-¿Masticaste bien?

-Pues si- hablo burlona-... por cierto estaba deliciosa.

-¿No te sientes mal o algo?

Demonios, espero que no se lo haya tragado.

-No... ¿debo sentirme mal por qu...?

-¡Ah! ¡Dios mío, no me lo creo! ¡Si, presupuesto que si!- una muchacha grito, llamando la atención de todos.

Ay no.

Observé al chico el cual parecía confundido y sin saber bien que había ocurrido, su chica se lanzó encima de él y comenzó a besarlo. Mis ojos se salieron de su órbita y comencé a caminar hasta la pareja.

-¡Si! ¡Si! ¡Quiero, claro que quiero!

¡No! ¡No! ¡Eso no es para ti!

-Pero... yo no puse eso ahí-. Dijo el joven frunciendo el ceño.- Alguien nos está jugando una broma.

-Bruno, no mientas, por eso estabas tan nervioso- siguió feliz ella.

La personas los miraban como si estuviesen viendo un partido de tenis, giraban la cabeza según quien hablara.

-No miento Grace, yo no puse eso allí.- dijo el chico, mirándola seriamente.- Además, antes de que me besaras, éramos mejores amigo...

La joven, cuyo nombre es Grace, bajo la mirada entristecida, mientras asentía lentamente; no se porque pero sentía pena por ella, aunque no la conociera. Dejó el pendiente arriba de la mesa y se largó con lágrimas en sus ojos. Varias personas miraron a la muchacha hasta que se peridio de la vista de todos, luego le dieron una mala mirada a Bruno y siguieron en lo suyo. El adolescente que estaba sentado junto a Grace, se quedó allí en su asiento totalmente desconcertado. Me acerqué a él y con una mano apoyada en su hombro le dije:

-Ve a buscarla, parece que es una gran chica, dale una oportunidad de ser algo más que amigos y si no funciona, déjale en claro que serán los mejores amigos como lo eran.- Aconseje, el chico sonrió y poco después de estrechar mi mano, se fue corriendo atrás de su amiga Grace.

Tragué saliva, tomé el pendiente de la mesa y me giré a mi novia, la cual veía hacia la puerta desde que Bruno se había ido. Camine hacia Mariposa lentamente, cuando obtuve su atención respire hondo y tome su mano.

-Samantha Hale,- pronuncie su nombre muy despacio, flexione una de mis rodillas y la apoye en el suelo. Los ojos de ella se abrieron, sorprendida.- ¿Te quieres casar conmigo?

Sam abrió por un instante su boca, impresionada, note que sus ojos sonreían y tal vez se llenaban de líquido por la emoción. Aún así, tardó un poco más en responder, las mismas personas nos volvieron a mirar pero esta vez mas atentas.

-Tal vez no me gustaría...- dijo, la decepción estaba volviendo- ¡Me encantaría! ¡Si mi amor, quiero casarme contigo!- grito de repente.

Se agachó y me besó,  escuché como la gente comenzaba a aplaudir y murmurar cosas dulces por nosotros dos. Le coloqué el anillo a mi, ahora si, futura esposa y nos volvimos a besar. A continuación hice un gesto de agradecimiento hacia el público, lo cual me aplaudieron más fuerte.

Nos fuimos del Starbucks, caminando de la mano alegres de lo que había ocurrido. Y de pronto en una de las esquinas, nos encontramos a los dos muchachos de antes, besándose como si no hubiese fin. Nos miramos con Hale y sonreimos.

-Espero que sean felices.- comente, mientras le robaba un beso.- Igual que tu y yo.

Se llama Amor |1/2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora