Capítulo 28.

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El estar embarazado nunca le había traído complicaciones como náuseas o algún dolor, pero esa noche hubo una excepción y no una pequeña, porque la magnitud del dolor que sentía el alto era muy grande. Con ocho meses y medio de embarazo, mañana sería la cita médica en que le programarian el parto, pero tal vez no tendría que esperar un día más porque algo le decía que había llegado el momento, y si no había tomado el tiempo de prepararse  mental y psicológicamente del dolor que esto daría, más que eso lo estaba experimentando mientras empezaba a soltar algunas lágrimas, sin nisiquiera ya poder ponerse de pie.

-Sungyeol.....-le llamo Myungsoo, quien Suspiro profundo mientras parecía decirse que debía calmarse, se acercó al alto que permanecía inmóvil en una posición fecal aferrándose a la cobija.

-¿puedes moverte?

-No, me duele mucho.

-bien -dijo mordiendo sus labios.

Con sus brazos rodeó el cuerpo del alto, aun sin saber muy bien que hacer, lo alzó con cuidado. Tenía más miedo de hacerle más daño, por eso estaba haciendo lo posible por ser cuidadoso. 

"La noche esta fría" -se dijo Myungsoo.

Pues sungyeol tenia sólo su pijama, mientras Myungsoo había acabado de llegar de la empresa.

Sin tener alguna experiencia en todo eso, Myungsoo hizo lo que consideró más importante, llevarlo hasta el auto y un tanto asustado corrió de nuevo dentro de la casa para sacar un abrigo. Abrigo rápidamente al alto, le abrocho el cinturón de seguridad, para entrar el mismo al auto, volviendo a soltar otro suspiro tomó el volante y manejo lo más prudente y a la vez con prisa hasta el hospital.

Sin importarle si el auto estaba bien parqueado o no, bajo primero para volver a tomar en sus brazos al alto,  quien tenia algunas lágrimas dispersas por sus mejillas y verle así le hizo sentir otra vez preocupación.

-todo va estar bien -le dijo al alto para entrar.

-Necesito al doctor ahora -exigió una vez dentro.

Una enfermera que pareció sorprenderse por su grito tan autoritario, corrió y en menos de un minuto había traído consigo una camilla y lo más importante ahora, al médico. Le acostó en la camilla y le vio ser entrado a un cuarto.

-déjalo en mis manos -le dijo el médico al ver que intentaba seguirles.

Aguantando las ganas de desobedecer la indicación, tomó su teléfono y avisó a sus padres. Los primeros en llegar para acompañarle fueron los lee, ya que sus padres estaban en medio de un viaje de vuelta a Seúl.

La aparición del médico nuevamente fue la llegada de una nueva noticia.

-Felicidades kim, eres padre de un hermoso niño.

-tengo un nieto, es un niño. Ahhh que felicidad-celebró la señora lee  mientras abrazaba a su esposo.

Por otra parte Myungsoo había permanecido unos segundos inmóvil. Los últimos meses se había acoplado a la situación en que sería un "padre" era algo extraño pensar que lo era,  pero aun así era algo que le ponía emocionado. Nunca pensó en la idea de tener un hijo y aunque al principio se negó tal vez por miedo o por ser tan idiota, ahora se sentía un poco orgullosos y satisfecho, solos las personas que tendrían un hijo sabrian lo que significa tener susto a lo desconocido, pero aun a ello implica la gran fascinación que con los meses se va formando.

Con una sonrisa que salio por si sola, miro a los lee.

-Felicidades Myung -le felicito su suegra.

-gracias -dijo.

Esa era una de las primeras veces en las que se sentía realmente pleno y feliz.

Algo inevitable. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora