Recaer

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Punto de Vista de KyungSoo.

Sentado sobre el descanso debajo de la ventana de mi habitación, observaba el exterior, la pintoresca arquitectura de la ciudad. Desde el primer instante en que puse un pie en Cambridge me había enamorado por completo de las dos facetas que la ciudad brindaba.

La dualidad; en medio de pensamientos sobre todo y nada, bajé la mirada que se había mantenido fija en el afuera y observé con profundidad el tatuaje sobre mi antebrazo. Era algo que me gustaba recordar, la dualidad, de mí, de las cosas, todo lo que implica vivir.

Suspiré con cierta nostalgia. Cursaba el tercer año de mi carrera como ingeniero nuclear, es una carrera jodidamente complicada, perdí la cuenta de la cantidad de libros de física y matemáticas que he tenido que leer por mi cuenta para poder comprender las cátedras de mis profesores en la universidad. A veces me dan ganas de tirar la toalla, me cuestionó si de verdad alguna vez tanto sacrificio, tantas noches en vela valdrán la pena algún día.

Una de las principales razones, si no es que la que más peso le había dado a mi decisión de cursar esta carrera, era aplicar para una pasantía en la organización europea para la investigación nuclear y luego quizás convertirme en un empleado de base en ese sitio. La investigación, el avance, el futuro, eran cosas que siempre me habían llamado la atención, era algo en lo que quería invertir el tiempo de mi vida. Porque cuando se me metió en la cabeza que estar encerrado en un laboratorio con máquinas gigantescas estudiando el movimiento de las partículas subcuánticas, era yo un simple niño adepto a las ciencias exactas y sin haber manejado un contacto profundo con otras personas que no fueran mis padres.

Dejé el descanso de la ventana y fui a sentarme en la silla frente al escritorio, donde además de la computadora, los varios libros y los miles de apuntes, guardaba con cariño las fotografías de mis días en la escuela media. Ese instituto en medio de los Alpes Suizos, ese sitio al que maldije infinitamente el primer día y al que fui tomándole gran aprecio gracias a la cantidad de personas que había logrado conocer y que habían hecho de mí, una persona completamente diferente.

La investigación nuclear, quedó en segundo plano cuando el club de artes escénicas me aceptó, en las varias puestas en escena me había dado cuenta que era de hecho la actuación algo que además de estar en mis genes, era una de mis pasiones. Tenía tanto miedo de escoger un sueño poco convencional, que no fuera a ser tan bueno en ello como en la escuela. No tenía entonces mucha confianza en mí.

Y él me hizo creer. Creer en mí y creer en él. Con un solo una mirada podía transmitirme los miles de sentimientos puros que tenía por mí, lo mucho que me admiraba, que me procuraba, todo lo que me quería. Park ChanYeol, chico de torpes cualidades que logró enamorarme con creces. Logró hacer de mi arisca personalidad un chico que ahora es capaz de exteriorizar todo su sentir, sea bueno o sea malo. Él realmente hizo grandes cosas por mí, además de brindarme el amor incondicional que correspondí con cariño y pasión.

Estaba sentado con las manos quietas sobre el escritorio.

Park ChanYeol, es por mucho, la persona que más amo en esta vida, además de parecerme sumamente atractivo, con todo y que dejé cabellos sueltos en las fundas mis almohadas o en la rejilla del drenaje de la ducha, es un tipo con gran empatía, es compresivo e increíblemente talentoso. Su altura debió ser obra del destino para poder contener tanta habilidad musical. Ese chico es una estrella y es uno de los pilares más grandes en mi vida.

Volteé hacia la ventana, la tarde era radiante, el sol resplandecía con fuerza, podía sentir la temperatura aumentar. Era el día perfecto para salir a pasear con amigos, justo como BaekHyun había hecho, sus futuros amigos hombres de política.

☆☆The Marvelous Misadventures 2☆☆ [EXO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora