Primerizos

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TaeHyung suspiro aliviado, cuando se dejó caer en la cama, después de quitarse los zapatos y calcetines. Habia sido una semana realmente agotadora, aunando el hecho de que no habia dormido lo suficiente la noche anterior. Sus piernas dolían más que otros días y sus pies comenzaban a hincharse. Pronto estaría en el sexto mes, quizás debería seguir la propuesta de Jin y trabajar en casa durante los siguientes meses.

Estaba tan cansado que solo quería dormir hasta el día siguiente.

Suerte y habia comido con Jin en un pequeño restaurante antes de llegar a casa, porque estaba seguro de que ni el hambre lo haría levantarse.

No obstante, sabía que no podría ser así.

Jin entro en ese momento y lo observo. TaeHyung tenía los ojos cerrados, pero sabía que no estaba durmiendo.

-Pequeño-. Le llamo Jin, acostándose a su lado y pasando su brazo por la pancita del menor-. Aun no puedes quedarte dormido. Tienes que bañarte.

Y ese era el motivo, por el cual no podía quedarse acostado hasta el día siguiente, como deseaba.

¿era necesario tomar un baño?

-Estoy agotado-. Respondió, abriendo los ojos perezosamente para observar a su novio. Jin sonrió enternecido, por el tierno puchero que broto de los labios del menor. sin embargo, no podía dejar que su novio se saliera con la suya. Además, el baño lo ayudaría a relajarse aun mas y quizás, a no despertar en la madrugada, como la noche anterior. su madre le habia dicho que, conforme el embarazo avanzaba, se tenia dificultades para dormir.

-Vamos, te preparare la bañera, tal y como te gusta-. Intento convencerlo Jin, mientras dejaba pequeñas caricias en el vientre ajeno-. Y te prometo que, después del baño, te mimare con masajes en tus pies, para bajar la hinchazón. Mi madre me dio algunos consejos.

La idea era tentadora.

-Está bien.

-Bien-. asintió Jin, poniéndose de pie y dirigiéndose al baño, quitándose los zapatos en el trayecto, para no perder tiempo-. ¡No te duermas, prepararé la bañera!

Jin preparo la bañera tan rápido como pudo, agua tibia y echo las sales favoritas de TaeHyung. Cuando el agua estuvo lista, TaeHyung ya estaba desnudo dentro del baño. Jin se desvistió y entro primero, para así ayudar al menor y evitar algún tipo de accidente.

TaeHyung se sentó entre las piernas del mayor y apoyo su espalda en el amplio pecho de Jin, mientras este último le lavaba el cabello con suaves masajes para relajarlo. Ambos se lavaron, entre pequeños besos y mimos, sin llegar a más.

Jin supo que era suficiente, cuando noto que TaeHyung comenzaba a quedarse dormido en la bañera.

De nuevo, Jin salió primero y ayudo a TaeHyung. Lo sentó en la pequeña banca del baño y le seco el cabello, mientras TaeHyung le contaba sobre su día. Cuando TaeHyung y el estuvieron secos y vestido, Jin lo recostó y tomando un poco de crema, empezó a masajear suavemente los pies de TaeHyung con movimientos circulares. No habían pasado ni cinco minutos cuando Jin noto que el menor estaba completamente dormido.

Jin sonrió y lo arropo bien, para después acostarse a su lado y segundos después, quedarse dormido.

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Jin se habia preparado lo suficientes después de que YoonGi le advirtiera sobre los cambios de humor que vendrían con el embarazo. Se podía decir que Jin habia entrenado para tener la respuesta adecuada y así evitar una pelea que algunas veces seria absurda. Pero, con lo que Jin no contaba, es que tendría síntomas del síndrome de couvade y entonces él también tendría cambios de humor y, TaeHyung no estaba preparado para ello.

- ¿Por cuánto tiempo más estarás enojado conmigo? Solo dije que el chico tenía un cuerpo espectacular-. SeokJin bufo-. Jinnie...

-No tienes por qué estar mirando a otros hombres.

- ¿Y cómo supones que vea el programa?

-Pues ya no la veamos-. Gruño Jin, tomando el control remoto de la televisión, dispuesto a apagar. No obstante, TaeHyung lo impidió, tomándolo de nuevo.

-Pero, yo quiero terminar de verla.

El silencio reino durante algunos segundos y entonces, SeokJin dijo:

-Me voy-. Poniéndose de pie y saliendo de la sala de entreteniendo, dejando confundido al menor.

TaeHyung suspiro profundamente y apago la televisión, para después levantarse y dirigirse a la habitación.

La discusión habia sido absurda. Ellos estaban viendo un programa de supervivencia, cuando de pronto, uno de los participantes se quitó la playera y entonces TaeHyung dejo escapar un sonidito de sorpresa al ver ese tonificado cuerpo.

En otra ocasión, Jin se hubiera reído y fingido enojo para después elogiarse sobre ser mas guapo.

Pero no ahora.

Y todo se debía a que, esa misma mañana Jin se pesó y descubrió que habia subido un par de kilos y su perfecto abdomen marcado, según él, ya no se veían igual que antes. ¿Y cómo hacerlo? si TaeHyung sabía perfectamente que se complacía sus azucarados antojos a su espalda, mientras a él lo obligaba a comer frutas y verduras.

Tan pronto Tae puso un pie en la habitación, se preocupó, cuando escucho los sollozos de Jin.

TaeHyung se sintió culpable. Quizás debió haber soltado una mentira, en respuesta a su asombro, por el chico de la tv.

-Jinnie, perdón-. Se acerco apresurado el menor, acostándose a su lado de costado, a pesar de que Jin le daba la espalda -. Ya no mirare a otros hombres sin camisa, solo a ti.

El mayor se removió y giro hasta quedar frente al menor.

-Lo siento, Tae. Es solo que estabas con la boca abierta mirando al chico musculoso de la película y...-. Suspiro-... me puse celoso. Ese tipo tiene mejor cuerpo del que tengo yo ahora.

-No exageres, Jinnie. Fueron solo dos kilos, que ni se te notan. En cambio, yo he subido mas de diez.

Los labios de Jin temblaron y TaeHyung supo que no habia sido la respuesta correcta.

- ¡Lo lamento! -. gimoteo-. ¡debí haberme puesto el condón!

El rostro de TaeHyung enrojeció.

- ¡SeokJin!

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Hola, lamento la  demora.

Espero que les guste. Desde hace días quería escribir, pero no había podido. Estoy terminando un segundo capitulo y espero poderlo subir hoy. 

Quizás algunas lo habrán leído en mi muro el motivo por el cual he estado ausente.

Resumiendo, mi gatito enfermo gravemente y no sobrevivió. Lo perdí, después de casi cinco años. Puede que suene exagerado para algunos, quizás... Pero, ese pequeñito era mas que una mascota. Me es difícil sentarme a escribir sin que lo recuerde, porque el siempre permanecía junto a mi, debajo de mi escritorio, cuando mientras escribía. Espero puedan comprenderme un poquito. 

Gracias por sus comentarios y votos.

Os adoro.

Moonie :3