Primerizos

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Tae suspiro frustrado. Llevaba casi media hora en la misma sección. Jin no dejaba de poner frutas y verduras dentro del carrito de super. Debió verlo venir, después de que el nutriólogo le diera una lista de comidas, junto con un plan alimenticio.

- ¿Planeas abrir un mercado?

Jin rio, mirándolo brevemente.

-HoSeok dijo que debemos controlar tu peso, debes subir y si, prácticamente comer por tres, pero de manera adecuada. Y antes de que te quejes, no es porque no quiera a un esposo gordito. Sabes que te amo y te amaría si así fuera. Lo hago por el bien de los tres.

-Lo sé-. Suspiro, parando los labios en un tierno puchero-. ¿Pero al menos podríamos incluir galletas, chocolates y algo de carne? Solo frutas y verduras no es una dieta balanceada.

Jin miro hacia el carrito, algo perplejo.

-Creo que me emocione un poco-. Confeso, riéndose de sí mismo-. Vamos por algo de carne.

-Y golosinas-. Completo, tomando la mano de Jin para empezar a avanzar.

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No era necesario preguntar. Era tan claro como el agua que Taehyung se encontraba molesto. Él no era el tipo de persona que se molestaba con frecuencia. por eso, cuando lo hacía, era tan fácil notarlo.

Jin prácticamente había sacado todos sus dulces y galletas del carrito, sin que él se diera cuenta. Cuando llegaron a la caja, no había más que dos paquetes de galletas. Y lo peor, es que aquellas galletas no eran sus favoritas.

En su defensa, a Jin le era muy difícil decirle que no, por lo que no le había quedado de otra más que hacerlo a sus espaldas. Honestamente, esperaba que no se diera cuenta, hasta que llegaran a casa. Sin embargo, la suerte no estuvo de lado

¡Pero es que Jin solo quería cuidar de sus niños y su hermoso prometido! Ok, si, quizás estaba exagerando, un "poquitito", pero no podía evitarlo.

- ¿de verdad no vas a hablar? -. Indago Jin, poniendo el auto en marcha. El menor lo ignoro olímpicamente, mirando por la ventana-. Vamos, bebé. No te enojes. El nutriólogo dijo que...

- ¡Se lo que dijo! -. Interrumpió Tae-. Pero no era necesario sacar todas mis golosinas.

- ¿Cómo puedo enmendarlo?

-Regresando al supermercado y comprándolas-. Obvio TaeHyung, girando los ojos.

-TaeHyung-. Alargo Jin-. No te estoy prohibiendo nada. Simplemente pienso que deberíamos moderar la cantidad de azucares y grasas que ingieres a partir de ahora. No todas son buenas para mis niños y para ti.

- ¡Bien! pero si yo no como dulces, tu tampoco lo harás-. Tae sabía que Jin era débil a los postres. Él no lo aceptaría.

Pero se equivocó.

-Trato.

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(...)

.

Jin no podía entender cómo es que su escritorio se había llenado de pura comida chatarra, dulces y chocolates. El únicamente se había detenido por una botella de agua, mientras manejaba hacia el trabajo, y había terminado comprando diferentes frituras y dulces.

De repente, se le había hecho agua la boca al mirarlos y sintió que los dulces llorarían si él no se los llevaba.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando el teléfono sonó en su escritorio. Activo la contestadora, soltando un "¿Qué pasa?" sin dejar de contemplar los tan apetecibles dulces. ¿Cuál debería comerse primero?

-Creí que necesitarías una señal-. Jin no comprendió las palabras de su secretaria. Estaba hipnotizado. Llevaba una semana sin comer ningún postre. La chica resoplo-. Ya sabes "Nada de comida chatarra, Tae"-. Continuo, intentando imitar la voz de Jin-. Tu novio viene asomándose por el elevador.

Y solo eso basto para ponerse en marcha.

- ¡Demonios!

Estaba perdido si Tae veía todas aquellas golosinas. Su adorado novio aún estaba algo enojado con él, desde la semana pasada, en la que fueron hacer las compras y Jin le redujo su ingesta de azúcar y comida chatarra de la lista. Además, se supone que habían hecho un trato.

Y ahora, ¿cómo escondería todo esto?

Sin perder más tiempo, se levantó de un salto y tomo lo más que pudo para correr a esconderlo.

Justo cuando guardaba la última golosina, que se le había caído en el trayecto, la puerta se abrió.

-Jin- canturreo el menor, extendiendo los brazos hacia su novio, dan pronto dio un paso dentro de la oficina.

El nombrado camino hacia él, para abrazarlo.

-Bebé, ¿qué haces aquí?

Tae detuvo. Frunció los labios y cruzo los brazos. Ya no quería abrazarlo. Se sentía ofendido.

- ¿Porque siempre haces la misma pregunta? Nunca pareces feliz e verme

- ¡Cómo puedes pensar eso, cariño! -. Sonrió Jin, encerrándolo en un rápido abrazo y un casto beso en la frente para después inclinarse lo suficiente para llegar a la pancita de Tae-. Hola mis bebés, ¿se han portado bien con su padre? -. Pregunto, antes de dejar un pequeño beso en la zona. Justo cuando se reincorporaba, el estómago de Tae rugió-. Vaya, veo que tienes hambre,

-Bastante- afirmo, girando sobre su propio eje para empezar a caminar hacia la puerta-. Así que, apresúrate. Estos niños sacaron el apetito de ambos.

-Bien-. asintió entre risas-. Tomare mis llaves.

-Hace algo de frio, será mejor que también tomes tu abrigo-. Sugirió el menor, mirando el pequeño armario que se encontraba en la oficina de Jin.

- ¡Pero ¿qué dices! si ya casi es primavera-. Tae no debía abrir aquel armario-. Vamos cariño, los bebes tienen hambre-. Insistió, caminando hacia el menor, para tomarlo de la mano y sacarlo lo antes posible de su oficina.

-Iré por él-. Resoplo Tae, esquivando a Jin.

-No hace falta que...-. Y, como era de esperarse, apenas abrió la puerta y los dulces cayeron hacia él. Tae quedo mudo, al ver la avalancha de golosinas que quedo a sus pies.

Jin trago grueso.

Un segundo paso.

- ¡Jin!

- ¡Puedo explicarlo!

-.-.-.-.-.-.

Tanto tiempo y les traigo esto....  es como relleno.

Simplemente salio. Ya a partir del siguiente empezara a haber un poco de drama, :'v o que se yo. Hay que ponerle vida a esta historia.

Espero que les guste... 

Gracias por todos sus bellos comentarios y votos.

 Moonie :3